La segunda unidad ya no viene de La Masia

Curiosamente, la primera salida de la temporada fue la protagonizada por un canterano, Marc Bartra, que apenas ha entrado en los planes de Luis Enrique desde que el técnico asturiano se hiciera cargo del primer equipo. El central, que llegó al primer equipo en la campaña 2009-2010, se marchó a cambio de 8 millones al Borussia Dortmund, donde espera contar con los minutos que se le privaban en Can Barça. Para sustituirle el Barcelona lejos de contar con la cantera ha preferido gastarse 25 millones en Umtiti, un central del Olympique de Lyon, que llega con cartel de secundario. La marcha de Bartra supone la confirmación del fin de un modelo por el que han pasado una decena de jugadores desde que Pep Guardiola se hiciera cargo del Barcelona en 2008. Denis Suárez, por el que el Barcelona pagó 3,25 millones, y Adré Gomes, que ha costado 35 millones (más 20 en variables), llegan para reforzar una atestada línea del centro del campo. Digne, por el que se pagaron 16,5 millones, se disputará el puesto con Jordi Alba por el lateral izquierdo.

Desde entonces un total de 36 canteranos dieron el salto al primer equipo y sólo 8 siguen con ficha en el equipo de Luis Enrique, aunque sólo Sergio Busquets, que venía de Tercera División, y Sergi Roberto, se han asentado en la primera plantilla. En los últimos años hemos incorporado jugadores de la cantera que han sido luego top a nivel mundial. Pero, desgraciadamente, no los tenemos y tras analizar con tranquilidad lo que hay, nos vemos en la obligación de hacer otras cosas, dijo Robert, en un claro ejemplo del cambio de la política en el conjunto azulgrana. Los números dicen que en la última temporada de Pep Guardiola al frente del Barcelona (2011-12), el equipo tenía 13 canteranos en el primer equipo (un 52 por ciento), mientras que el Barcelona de Luis Enrique ha empezado la campaña 2016-17 con sólo 10 de 25 (un 40 por ciento). Además, en aquel equipo de Guardiola había hasta nueve canteranos titulares (Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc, Messi y Pedro), mientras que en este Barcelona sólo cinco los son (Piqué, Jordi Alba, Busquets, Iniesta y Messi). Más allá fue Tito Vilanova, cuando en la campaña 2010-11 puso en el campo un once formado íntegramente por canteranos.

Samper, el único ejemplo contrario

El caso contrario de los Bartra, Montoya, Sandro es el de Sergi Samper. Un centrocampista de 21 años que ha conseguido llegar al primer equipo azulgrana después toda una vida en las categorías inferiores del Barcelona, donde llegó a la edad de 6 años. Ha firmado esta semana su contrato con el Barcelona hasta 2019 y con una cláusula de 50 millones. Pero no lo tendrá fácil para jugar. Por delante tiene a Iniesta, Busquets, Rakitic, Sergi Roberto, Rafinha y Denis Suárez, entre otros, demasiada competencia como para hacerse un hueco. Pero las esperanzas puestas en Samper obligan a ser prudente con su progresión.

La siguiente llegada en el Barcelona tampoco será de la cantera. Vietto o Gameiro serán el cuarto hombre del tridente formado por Messi, Neymar y Luis Suárez. Una incorporación que dejará sin minutos, y ya tenía pocos, a un Munir que deberá pensar en buscar una salida en forma de cesión, a pesar de haber renovado hace unos días con la que ganarse el derecho a pertenecer por derecho en la primera plantilla. Porque es verdad que el Barcelona sigue manteniendo un alto número de gente de la casa, pero las apuestas de hace años por canteranos que puso tan de moda Pep Guardiola ya no están tan de moda y el romanticismo de la cantera parece haber llegado a su fin para dar paso al talonario. La segunda unidad ya no viene de La Masia.