Manuel Pablo, el 'abuelo' de la Liga que se retira de una forma «natural»

Él quería seguir jugando, alargar una carrera que fue brillante a finales de los noventa y principios de la década pasada, cuando una inoportuna lesión, una fractura de tibia y peroné, cortó las alas que hasta entonces le habían permitido triunfar en el Deportivo, llegar a la selección española y ser pretendido por el Real Madrid, dispuesto, incluso, a pagar una millonada.

Un derbi con el Celta de Vigo y una entrada del brasileño Everton Giovanella le impidieron estar en el Mundial de 2002 y frenaron la progresión que llevaba, aunque el pulmón y el sacrificio diario le permitieron seguir adelante en la élite. Meses antes de aquel episodio traumático, el entonces presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, había apostado por la continuidad del futbolista en lugar de aceptar la suculenta oferta del Real Madrid, confiando en que el valor de Manuel Pablo se incrementara y apelando a aquello de que el club coruñés no era vendedor.

La apuesta no le salió bien por el infortunio que se cruzó en el camino de un jugador que había llegado desde Las Palmas como el 'tapado' en una operación en la que el Deportivo había cerrado el fichaje del argentino Óscar 'Turu' Flores.

Manuel Pablo, que no había debutado en Primera División, se adueñó pronto de la banda derecha y aunque nunca destacó por su olfato goleador (sí anotó un par de golazos), su manera de correr la banda y la profundidad que aportaba ayudaron al Deportivo a ganar su primera Liga y a él le abrieron las puertas de la selección. En el siguiente gran triunfo del club, la Copa del Rey de 2002 ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, la del 'Centenariazo', él no pudo participar por su lesión. Aquel 6 de marzo de 2002, él viajó con la plantilla y estuvo en el césped, como siempre, al lado de su paisano Juan Carlos Valerón, con el que celebró la conquista vestido con el chándal oficial. Los dos fueron inseparables en el Deportivo, al que El Flaco se incorporó en el año 2000, un par de temporadas después que Manuel Pablo.

Aunque el rol de ambos en el césped fue de más a menos la década pasada, se revalorizaron en el vestuario hasta convertirse en capitanes. Tuvieron que afrontar situaciones incómodas hasta que Valerón no aguantó más y regresó a Las Palmas en 2013, semanas antes de que el club gallego flirteara con su desaparición por las deudas.

El Deportivo siguió adelante y Manuel Pablo fue año a año asegurando su continuidad en el césped aunque Lendoiro había planteado para él un contrato largo, hasta 2018, como asesor del presidente, lo mismo que había previsto para Valerón.

Su presencia en el césped fue cada vez más testimonial desde el regreso a Primera División en 2014, ya con Tino Fernández como dirigente. Ese año, el entrenador, Víctor Fernández, la había ofrecido la posibilidad de integrar el cuerpo técnico, pero a Manuel Pablo le quedaban fuerzas para ser el 'abuelo' de la Liga.

De hecho, su aportación aumentó en la recta final de la temporada, con Víctor Sánchez del Amo, más joven que él y con el que había compartido vestuario, que le dio protagonismo cuando el equipo parecía destinado a un nuevo descenso que se evitó. Con ese ánimo y a pesar de lesionarse en la penúltima jornada, Manuel Pablo decidió seguir un curso más, el pasado, en el que apenas sumó partidos a los 349 con los que ha acabado en Primera División con la elástica blanquiazul.

Fue una temporada difícil en el campo y en el vestuario para el capitán, que en agosto, tras una pelea entre el portugués Luis Carlos Correia, 'Luisinho', y Alejandro Arribas, leyó un polémico comunicado en nombre de la plantilla en el que criticaba duramente al luso por los conflictos que protagonizaba. El asunto no se resolvió como era debido, quedó latente porque Luisinho siguió en la plantilla, y volvió a estallar la última semana de temporada, en la que Manuel Pablo disputó su último partido como deportivista, ante el Real Madrid.

Había la posibilidad de que el club le brindara un homenaje al final del encuentro, pero Manuel Pablo aún creía en sus "mínimas posibilidades" (así lo había declarado en abril) de continuar en activo y evitó la despedida. Al club le comunicó que él quería seguir jugando, pero la decisión debía ser respaldada por la dirección deportiva y su nuevo entrenador, Gaizka Garitano. El Deportivo incluso le citó para iniciar la pretemporada este jueves con el reconocimiento médico, pero horas después de que los jugadores se presentaran en la ciudad deportiva de Abegondo anunció su retirada.

La noticia se produce apenas mes y medio después de que Valerón le hubiera dejado como el 'abuelo' de Primera División, 'título' que le había quitado hace un año. "Valerón y yo no nos retiramos hasta que lo haga el otro", había dicho Manuel Pablo el 3 de julio de 2015 y, aunque él se resistió, al final ha aceptado.