Las resacas europeas destrozaron al Atlético

La derrota sería anecdótica si el Barça cumple con su obligación de vencer al Granada, pero histórica si el equipo de Luis Enrique tropieza en Los Cármenes y es el Real Madrid, tercero hasta este domingo, el que se aprovecha de la coyuntura y conquista el título de Liga.

Los colchoneros regresaron hundidos de Valencia, sabedores de que después de tanto remar murieron en la orilla por propio demérito. Tienen la sensación de que se han dejado el torneo de la regularidad por las derrotas en feudos del Sporting y del Levante. En ambos casos cayeron por 2-1 después de adelantarse en el marcador, de relajarse y de cometer su recurrente error de cerrarse atrás para tratar de mantener una ventaja exigua. Y las dos veces carecieron de chispa, frescura y amor propio después de dos duelos durísimos de Champions que les sirvieron para eliminar al PSV Eindhoven, en octavos de la Champions por penaltis, y al Bayern de Múnich en semifinales.

«Salimos fuertes al terreno de juego y conseguimos marcar, pero después nos relajamos y nos faltó seguir metiendo intensidad», reconoció Saúl Ñíguez tras caer ante los granotas. «Ha sido un accidente y se nos ha ido la Liga. Que la afición del Atlético siga creyendo en nosotros; trabajaremos y lucharemos para traer la Champions», subrayó Koke, con la cabeza ya en la final del 28 de mayo en Milán. Si el traspié de 2014 en este mismo estadio maldito para ellos, unido al posterior ante el Málaga en Caderón, obligó a los colchoneros a tener que jugarse la Liga en el Camp Nou, en esta ocasión les deja fuera de combate. Once partidos de Liga a jugado el Atlético en el Ciutat, con seis derrotas, dos empates y sólo tres victorias.

Oblak no puede con Liaño

Además de perder toda opción de título Liga, Jan Oblak ya no podrá arrebatarle a Paco Liaño el récord en el trofeo Zamora. Si no encaja gol alguno ante los vigueses, el esloveno sólo podría igualar la marca de 18 tantos recibidos, lograda por el guardameta cántabro con el Deportivo en el curso 93-94. Una derrota atlética que se produjo después de victorias ligueras consecutivas ante Betis, Espanyol, Granada, Athletic, Málaga y Rayo, estas dos últimas por la mínima y con serios apuros, en El Manzanares.

No es casualidad que, de las seis citas perdidas por el Atlético en esta Liga, tres hayan sido ante modestos como Sporting, Levante y Málaga. Las otras tre,s más lógicas, en los dos choques frente al Barça, y en El Madrigal de Villarreal. Sufre este Atlético más ante rivales replegados que ante los que le atacan y dejan más espacios. El plan B se la atraganta a Simeone, acusado de rotar poco, pero sabedor de que su equipo pierde nivel cuando no actúan los habituales.

En El Molinón, donde Sanabria y Castro remontaron para el Sporting el golazo de falta que les clavó Griezmann, Simeone hizo cinco cambios y su equipo lo acusó. No respondieron de inicio los Jesús Gámez, Kraneviter, Lucas Hernández, Correa y Vietto, quien cayó en desgracia en el tramo final de temporada. Menos cambios frente al Levante, pero ya sólo sin Godín la defensa resquebrajó. Griezmann salió en la segunda parte, pero no pudo rescatar al Atlético como sí hizo ante el Rayo una semana antes. Su temporada es magnífica pero despistes así desmerecen a un equipo grande. En el cierre de Liga, Simeone apostará por dar minutos a los menos habituales y quizá favorecer el regreso de Tiago tras casi medio año lesionado.