Cristiano Ronaldo (i) pelea un balón.
22ª JORNADA

El Madrid se da otro homenaje ante el Espanyol

Como ante el Sporting, el equipo de Zidane firmó un comienzo extraordinario en el Bernabéu y luego se relajó

Ignacio Tylko

Domingo, 31 de enero 2016, 00:11

Erró, más en el resultado que en el juego, en feudo del Betis, pero de momento este Real Madrid del sorprendente Zinedine Zidane enamora a su hinchada. Es cierto que hay que verle aún contra rivales de enjundia y es verdad también que el mermado ... Espanyol compareció asustado, acomplejado, derrotado de antemano y sin ánimo de emplearse en Chamartín con la agresividad que sí utilizó para frenar en seco al Barcelona. Pero es indiscutible que este equipo blanco no tiene nada que ver con el de Rafa Benítez.

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Inexperto en los banquillos pero fiel seguidor del estilo de Carlo Ancelotti y con un pasado como futbolista que respetan y admiran los jugadores, no como les ocurría con un Rafa Benítez al que infravaloraban porque no había ganado nada como futbolista, Zidane ha cambiado el estado de ánimo de la plantilla, de la directiva y de la afición merengues. Su Madrid juega alegre, desenfadado, desencorsetado y con un acierto en ataque que permite a su gente soñar con la conquista de la undécima en Milán.

Insiste siempre 'Zizou', que de paso así envía un recado a su antecesor, que la clave del éxito es trabajar más en los entrenamientos. Incluso dijo públicamente el sábado que a Cristiano no le pasa nada, sólo que debía aumentar la carga en los entrenamientos. Y el astro de Madeira le respondió con un triplete. Le ha hecho ocho goles en dos partidos al Espanyol y ya suma 19 en esta Liga, como Luis Suárez. No está mal para estar lejos de su mejor versión.

De momento, ha conseguido el preparador francés que este Madrid salga con gran decisión a los partidos de casa, vuele y resuelva en unos primeros minutos extraordinarios. Eso le permite poder relajarse y guardar fuerzas después. Si ante el Sporting, Bale, Cristiano y Benzema marcaron tres en 12 minutos, frente al Espanyol los tres primeros goles se produjeron en 16. Datos increíbles que explican por sí solos la enorme diferencia de presupuestos, equipos y ambiciones.

Ya en el primer minuto, los locales hicieron un ejercicio de paciencia, toque, calidad y desborde. Desnudaron a su oponente hasta que Marcelo disparó alto. Un aviso de que lo que sucedería después. En el siete, James se sacó de la chistera un centro maravilloso y Benzema cabeceó a placer pero con gran precisión. A pesar de sus problemas personales, relacionados con el 'caso Valbuena', Karim lleva una temporada magnífica como artillero. Ya suma 18 goles en Liga, a sólo tres de su mejor marca.

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Arlauskis, sufrido estreno

Tres minutos después, Roco cometió un penalti absurdo sobre Cristiano, y el luso no falló en la ejecución. Arlauskis, debutante portero lituano que conoció para siempre lo que significa el miedo escénico del Bernabéu, le adivinó la intención pero el tiro era raso y seco, imparable. Y cumplido el cuarto de hora, James, que venía de fuera de juego, probó fortuna desde fuera del área y el balón entró en el marco tras desviar en un defensor. Segundo gol del colombiano en 12 partidos, un pobre registro para un jugador de tanta jerarquía.

Más allá de los goles y de su inmensa pegada, da gusto ver a este Madrid. Juega con elegancia, movilidad, precisión, fluidez y las líneas muy juntas. Hace una presión alta que dificulta la salida de sus rivales, hasta anularles. Carvajal y Marcelo percuten por los costados, Isco disfruta con espacios, y Kroos y Modric gobiernan el centro del campo a su antojo.

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Apenas había noticias del Espanyol de Galca, que compareció descompuesto por sus seis bajas, entre ellas los cedidos Burgui y Marco Asensio. Su primera y única ocasión del primer tiempo llegó casi al final. Fue una buena contra que definió mal Salva Sevilla ante el atento Keylor Navas. A renglón seguido, Cristiano recogió un rechazo, hizo un doble regate excepcional y lanzó un zurdazo tremendo desde la frontal.

Como suele ocurrir en estos casos, el segundo período se jugó casi a beneficio de inventario. El Madrid le acabó endosando otro set en blanco, como en Cornellà, y eso que dejó la sensación de no querer hacer sangre de un rival amigo, lo que les causa a los pericos un sinfín de críticas vertidas desde el bando culé. Casemiro, el más perjudicado por la marcha de Benítez, Jesé y Lucas Vázquez, participaron de la fiesta.

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