Secciones
Servicios
Destacamos
Amador Gómez
Martes, 5 de enero 2016, 00:58
Rafa Benítez estaba sentenciado y sólo faltaba conocer el momento. Parecía que Keylor Navas, al evitar la derrota en Mestalla en los últimos segundos, había salvado su cabeza, pero Florentino Pérez ya no ha aguantado más y fue este lunes cuando se produjo la esperada ... destitución del entrenador madrileño. El despido de Benítez, que sólo ha durado siete meses en el Real Madrid y no ha llegado a cumplir la primera vuelta de la Liga, supone otro fracaso del proyecto de Florentino Pérez, que en dos etapas al frente del club blanco ha fulminado ya a 10 técnicos en igual número de años. Incluso Benítez fue despreciado este lunes por el presidente en el Bernabéu durante su breve comparecencia en la que anunció oficialmente su relevo.
En un banquillo que devora entrenadores, por el Real Madrid han pasado ya nada menos que 21 en los dos últimos decenios. Trece técnicos desde que en 2003 el presidente blanco no renovó el contrato de Vicente del Bosque, el primer damnificado de una larga e interminable lista integrada por preparadores de todos los estilos. Sin el apoyo de un vestuario que sigue añorando a Carlo Ancelotti, de una afición que también le dio la espalda desde el principio y no soportaba sus ideas conservadoras y su fútbol aburrido, ni de la mayoría de directivos, que hasta este lunes tuvieron que aceptar su continuidad por decisión del presidente, Benítez ha sido la última víctima. Zinedine Zidane, hasta ahora técnico del Castilla, cuya sombra perseguía a Benítez durante las dos últimas semanas, será quien ocupe su puesto, con Santiago Hernán Solari como ayudante del exfutbolista francés.
La humillación sufrida en el clásico ante el Barça (0-4) el 21 de noviembre fue el detonante para una destitución que estaba cantada e iba a producirse más pronto que tarde, con Benítez más cuestionado aún y en el alambre desde otra dolorosa derrota frente al Villarreal en El Madrigal el 13 de diciembre. Benítez, gracias a Cristiano Ronaldo, superó su primer match ball contra la Real Sociedad, pero no el segundo ante el Valencia, donde el Real Madrid perdió dos puntos por la desidia del equipo, demasiado habitual con este entrenador al que no soportaban los jugadores y de quien también estaban hartos los aficionados, como reflejaban los continuos pitos al sustituto de Ancelotti.
Con Benítez, salvo al París Saint-Germain, y de milagro, el Real Madrid no ha sido capaz de ganar ninguno de los grandes duelos y el equipo, aunque aún vivo en la Liga y en la Champions, ha entrado en un proceso de desintegración que golpea también de pleno a Florentino, con el ridículo de la Copa entre medias. Con Zidane, el elegido porque el presidente -aunque tampoco confía en él- no ha encontrado otro sustituto de garantías, el mandamás blanco busca un efecto Simeone para intentar poner fin a la grave crisis deportiva e institucional que sacude al Real Madrid. «Benítez es la solución y no el problema», llegó a decir Florentino Pérez en la Cadena Ser el pasado 17 de diciembre, antes de la engañosa goleada al Rayo (contra nueve jugadores) previa a los partidos ante la Real Sociedad y el Valencia en Mestalla, donde el técnico madrileño dejó en el banquillo a James e Isco, que mientras calentaban se reían, y volvió a cambiar a Benzema, provocando la indignación del delantero francés.
Minutos después de que se filtrase a primera hora de la tarde que Florentino Pérez había decidido el despido fulminante de Benítez, Benzema volvió a mostrar su falta de tacto al colgar en Instagram una fotografía suya, sonriente entre dos deportivos, esos que tantos problemas le han ocasionado. Ajeno Benzema al cambio de jefe y encantado con su despedida, al igual que otros muchos futbolistas con los que el entrenador tenía una mala relación, entre ellos, Isco, dispuesto incluso a marcharse del Madrid si continuaba el técnico. Los jugadores, Cristiano Ronaldo entre ellos, no creían en Benítez y la ruptura volvió a escenificarse en parte la noche del domingo después del empate ante el Valencia cuando los capitanes Sergio Ramos y Marcelo ofrecieron un tibio respaldo público al entrenador.
El técnico que sólo seis días antes había denunciado «una campaña contra Florentino, el Real Madrid y el técnico del Real Madrid» siempre se había agarrado a su trayectoria, sus títulos y, sobre todo, a los resultados y sus números al frente del equipo de su vida, pero también se había quedado sin coartada, ya a gol en contra por partido en la Liga, y con tres derrotas y cuatro empates en 18 partidos del campeonato. Presentado oficialmente el pasado 3 de junio y emocionado entonces ante los elogios del presidente, aunque su principal valedor fue el director general, José Ángel Sánchez, Benítez había firmado por tres temporadas, pero no ha durado ni media en la trituradora que es este Real Madrid, en el que sólo Camacho decidió plantar a Florentino.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.