El tridente se divierte y el Barça vuelve a exhibirse

Pero no sería justo para el conjunto donostiarra acusarle de falta de intensidad en el Camp Nou o de rendición prematura, porque sucumbió al igual que dos clubes tan potentes en Europa como el Real Madrid (0-4) y la Roma (6-1). Simplemente, este Barça atraviesa su mejor momento físico y futbolístico. Así es muy difícil plantarle cara. El tridente, como es habitual, volvió a repartirse los tantos: el Pichichi Neymar (dos), Luis Suárez y Messi, que cerró el triunfo con sus dos compañeros buscándole de forma descarada para que se reencontrara con el gol.

Y eso que Messi, titular en la Liga dos meses después de su lesión (ya jugó media hora en el Bernabéu y el partido completo en la Liga de Campeones), todavía no está a su mejor nivel, aunque sus apariciones esporádicas deslumbran y desequilibran, como un control y servicio inmediato a Dani Alves, cuyo centro fue rematado al primer toque por Neymar para lograr el 1-0 en el minuto 22. Antes de esa acción, Rulli ya evitó el gol de Luis Suárez en el minuto 3 y un cabezazo de Iniesta se estrelló en el larguero en el 12.

Cuando la Real Sociedad parecía discutir la posesión de balón que dominaba el Barça desde el inicio, salió a la luz el otro registro que ha implantado Luis Enrique: el fútbol más directo. Alves, protagonista del encuentro, volvió a subir la banda derecha con acierto poco antes del descanso, esta vez tras apertura en largo de Iniesta. Su pase medido lo conectó Luis Suárez con una volea impresionante que significó el 2-0 y sentenciaba el encuentro.

Luis Enrique aprovechó la segunda parte para hacer algunas rotaciones (ya descansó Alba de inicio) sin que bajara el nivel del Barça. La Real aumentó su agresividad, pero sólo le sirvió para acumular tarjetas amarillas. Busquets e Iniesta seguían mandando junto a un gran Rakitic y el segundo volvió a iniciar la jugada del 3-0 con un pase en profundidad a Mathieu, lateral zurdo en esta ocasión, que centró de maravilla para que Neymar volviera a marcar el primer toque.

Quedaban 37 minutos que el Barça dedicó a que Messi recuperara sensaciones. Neymar le buscó para que volviera a marcar en Liga continuamente, al igual que Suárez, y algún gol se dejó de cantar en el Camp Nou por esa obsesión. La Real también buscó despedirse con un buen sabor de boca del encuentro y mejoró con la entrada de Bruma, que puso a prueba a un Bravo en estado de gracia que mantuvo su portería a cero.

Messi parecía dimitir en la búsqueda del gol cuando un remate se le fue al travesaño tras fallar un par de ocasiones porque todavía le falta un punto de velocidad en sus ejecuciones. Pero cuando un crack tiene a dos amigos con la calidad de Suárez y Neymar decididos a servirle un gol en bandeja, nunca debe bajar los brazos. No lo hizo el 10 y en el 90 recibió un pase a placer del brasileño tras jugada iniciada por el uruguayo. Messi empujó el balón a la red y el Barça pudo celebrar un 4-0 que le mantiene con solvencia al frente de la Liga. Y el tridente se fue como llegó: entre risas. Volvieron a divertirse como niños.