Ancelotti, Mourinho y Pellegrini, destituidos meses después de ser ser respaldados

«Ancelotti seguirá pase lo que pase en el Camp Nou». El 12 de marzo de este mismo año, el alto dirigente blanco compareció voluntariamente para garantizar que el técnico italiano seguiría al frente del Real Madrid, incluso en caso de debacle en feudo azulgrana, y anunciar «intereses ocultos para crear un clima autodestructivo en el entorno del Real Madrid».

«Este entrenador y estos jugadores han ganado títulos que el madridismo llevaba mucho tiempo esperando, como la Copa del Rey y la décima Copa de Europa», recordó Florentino. «Son los mismos que hasta hace dos meses hacían un fútbol maravilloso», añadió. Destacó también el dato de que «nunca el Real Madrid había ganado cuatro títulos en un año y por eso forman parte de la historia y de la leyenda del club».

Visiblemente enfadado, el dirigente merengue dejó claro que no iba a salir todos los días a desmentir informaciones y argumentó que las claves del bajón del Real Madrid en la pasada campaña fueron «el esfuerzo que hizo el equipo hasta ganar el Mundialito, las lesiones de la columna vertebral y que la gente se ha acostumbrado a un nivel de exigencia tan alto que ahora parece que hemos bajado a Segunda División».

Dos meses y medio después, el 26 de mayo, Florentino escenificaba la destitución del preparador transalpino. «Ancelotti se ha ganado el cariño de la junta, el mío personal, y el de toda la afición. Él ya forma parte de la historia porque ha logrado la décima. Pero en este club la exigencia es máxima y creemos que ha llegado el momento de dar un nuevo impulso para alcanzar otro nivel competitivo en una nueva etapa», justificó antes de elegir a Benítez para proyectar ese supuesto salto de calidad.

Dos años antes, con Mourinho se inició una secuencia similar. El 20 de enero de 2013, Florentino desmintió una información de Marca, donde se subrayaba que los capitanes le pidieron al presidente la cabeza del entrenador, y expresó su confianza en el técnico portugués, que había conquistado ya una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa en dos temporadas y media.

«Lo publicado es simplemente mentira. Me ha parecido de tal gravedad que se juegue con la estabilidad del Real Madrid, que he considerado preciso defender esta institución», expresó el máximo mandatario del club blanco en la rueda de prensa. «El grado de responsabilidad de los capitanes es incompatible con esta información. Cada vez que tenemos algún tipo de éxito, hay alguien que intenta desestabilizar el club», añadió.

«Es el momento»

El 20 de mayo de 2013, Pérez confirmaba la marcha del polémico técnico de Setúbal. «Tras las conversaciones mantenidas con José Mourinho, hemos acordado que esta relación acabe al final de temporada. Es el momento», esgrimió el presidente.

Hace seis años, Pellegrini también fue víctima de los vaivenes de su jefe. Tras el ridículo del Real Madrid en el choque copero ante el Alcorcón, un equipo de Segunda B que le endosó un 4-0 en Santo Domingo, al chileno se le daba por destituido. En una entrevista a la RAI, empero, Florentino sorprendió al afirmar que el puesto del técnico no corría peligro.

«En los periódicos han aparecido nombres de grandes entrenadores, pero estamos contentos con Pellegrini y estamos seguros de que terminará la temporada positivamente», explicó Pérez, al contestar sobre un posible interés del Real Madrid en el italiano Roberto Mancini. El adiós del educado y mesurado ingeniero era sólo cuestión de meses.