Keylor Navas, en el partido ante el Celta.
9ª jornada

Keylor sostiene al líder en Balaídos

El Madrid fue de más a menos y no supo gobernar la situación cuando el heroico Celta se quedó en inferioridad

Ignacio Tylko

Sábado, 24 de octubre 2015, 00:59

Sintomático para el devenir de la Liga, o al menos para poder hablar de tendencias desde la base de los resultados comparables, que el grupo de Luis Enrique saliera humillado de Balaídos y su gran rival victorioso , además después de una dura jornada europea en ... París. Sin embargo, hay muchos matices en el éxito merengue, ya que concedió numerosas ocasiones, tuvo a Keylor Navas de nuevo como estrella y no supo gobernar la situación con 0-2 y uno más por la expulsión de Cabral en el inicio de la segunda mitad. Pidió la hora tras el golazo de Nolito desde la frontal y eso afeó una victoria sellada con el gol final de Marcelo.

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Más allá de la buena versión grupal del Real Madrid, con protagonistas sobresalientes como Casemiro, Lucas Vázquez, Danilo y, sobre todo, el felino portero 'tico, el gran duelo de la jornada se decantó a su favor por una razón de peso que tiene mucho que ver con la diferencia presupuestaria. Mientras el equipo de Rafa Benítez exhibe tanta pegada que hasta sus dos laterales presumen de mucho gol, el conjunto del Toto Berizzo fabrica un sinfín de ocasiones pero le cuesta un mundo definir.

Este Celta que compareció en Balaídos como colíder e invicto, es tan vistoso como osado, una valentía que le viene como anillo al dedo al Madrid. Llega por los costados, por el medio, por alto y por bajo, pero ni Orellana, ni Iago Aspas, ni Nolito, capaz de hacer regates maradonianos y de echarse a su equipo a la espalda incluso en inferioridad numérica, son candidatos al Pichichi. Dibujan un tridente maravilloso para el espectáculo, pero los tres carecen de instinto depredador y repliegan más bien poco. El día en el que están atinados, empero, son capaces de pintarle la cara al mismísimo Barcelona.

Definitivamente, cuesta Dios y ayuda adivinarle una alineación a Benítez. Esta vez, relegó a Isco y apostó por Lucas Vázquez, que ya fue titular el miércoles en París. Un gran acierto táctico. Tras evolucionar sobremanera en el Espanyol, el canterano es un futbolista de equipo sensacional. Cabeza alta, desparpajo, trabajo en banda y capacidad enorme para permutar su posición y aparecer por todo el frente del ataque. Le sobra recorrido y físico para robar junto a su área y acabar la jugada con un centro en la adversaria. Se situó a la derecha, sabedor su técnico, un gran estratega, que Jonny tiende a atacar y el trabajo en defensa no es el fuerte de Nolito.

Lucas Vázquez y Danilo, que recordó al lateral del Oporto, descubrieron la autovía del Atlántico. No era una autopista porque no debieron abonar peaje alguno para correr a toda velocidad sin encontrarse tráfico alguno. Cristiano jugó una vez más de ariete, a veces muy solo, ya que su equipo dibujó en muchas fases un 4-1-4-1. Mención especial para Casemiro, camino de convertirse en un hombre básico para Benítez, cuyo regreso exigió el técnico igual que el de Lucas Vázquez. Duro, atento y con un sentido táctico enorme, el brasileño quita y libera a Kroos y Modric de grandes esfuerzos defensivos.

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Presión alta o repliegue

Berizzo está de moda y se nota que un fiel discípulo del 'Loco' Bielsa. Eso quiere decir que exige a sus jugadores perseguir a sus rivales en zona hasta el punto de que que en ocasiones parecen marcajes al hombre. Eso lo aprovechan jugadores capaces de arrastrar a sus vigilantes y generar grandes espacios como Jesé, Lucas Vázquez y Cristiano. Supo el Madrid al principio hacer presión alta para robar y ser letal y, si no lo conseguía, replegarse con gran celeridad y orden. De un robo llegó el primer gol. Lucas Vázquez se abrió a la izquierda y su pase lo aprovechó Cristiano, de certero disparo que golpeó en el poste.

Pudo empatar el Celta enseguida pero Keylor comenzó su recital, al sacarle una mano prodigiosa al chileno Orellana. De un área a otra. Pase de Jesé e internada a placer de Danilo, que firmó su primer gol oficial con el Madrid. Besó el suelo de Balaídos el carrilero. Ya con 0-2, el Madrid dio un pasito más atrás y se dejó querer, lo que por momentos indignó a Cristiano. El luso pedía a gritos a sus compañeros que salieran más. Los celestes pudieron y debieron meterse en el partido antes del descanso, pero el guardameta costarricense abortó disparos de Wass y Aspas, y un cabezazo de un central, a la salida de una falta, con marchamo de gol.

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Los vigueses salieron a toda mecha tras el descanso pero pronto sufrieron golpetazos que se antojaban definitivos. Orellana desperdició otra ocasión pintiparada poco antes de que Clos Gómez se erigiera en protagonista al expulsar a Cabral por protestar en un duelo de guante blanco. Entró Isco en lugar de Lucas Vázquez y lanzó al larguero antes de que el Madrid se fuera del choque del tiempo. Quedaba la heroica del Celta, un balón salvado por Marcelo bajo palos, el gol de Nolito y el susto de Guidetti antes de la sentencia del lateral zurdo brasileño. Una victoria del líder que deja muchas lecturas.

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