Secciones
Servicios
Destacamos
Javier Bragado
Sábado, 17 de octubre 2015, 02:13
Rafael Benítez suele hacer de la necesidad un virtud. Con la extensa lista de bajas en su vestuario la alineación no fue un quebradero de cabeza para el técnico. Presentó a todos sus futbolistas de primer nivel disponibles con un banquillo poblado por canteranos - ... con Jesé al frente-. Al mismo tiempo, los condicionantes solucionaron los posibles conflictos sobre estrategias y posiciones en el campo. Cristiano ocupó el puesto de delantero centro en lugar de Benzema como cumplimiento de servicio y Bale regresó a la izquierda por la mudanza del portugués.
Con las tareas delimitadas por la realidad fue el Levante el que modificó el partido previsto. Los de Lucas Alcaraz se lanzaron a por el balón y controlaron la posesión durante unos primeros minutos en que los madridistas se ocuparon más de apuntalar unas tareas defensivas fortificadas con Casemiro y Kovacic. En ese escenario el conjunto granota controló la presión, dominó y hasta se permitió fallar una ocasión clara como la de Deyverson a pase de Morales. El delantero visitante puso el pie demasiado flojo en lugar de golpear el balón de primeras y ahí se perdió la oportunidad para el club valenciano.
Mientras el Madrid tardaba en calentar fue el Levante el que allanó el camino para los blancos. Marcelo arrebató el balón a Morales en una jugada en campo visitante y después de una pared con Cristiano el lateral marcó el primer gol. El tanto podría haber derribado a los de Alcaraz, pero respondieron con un cabezazo de Dayverson que solventó con una buena parada Keylor Navas. Casi de inmediato se añadió un nuevo error defensivo granota y Cristiano dispuso de un balón al borde del área sin oposición. Como es habitual en esa clase de jugadas el portugués colocó el balón en la red y su nombre en la historia del Real Madrid. El de Madeira es el máximo goleador del equipo blanco, con 324 goles en 310 partidos durante sus siete años en el club. Toda una hazaña si se le compara con el anterior plusmarquista, Raúl González, con 323 tantos en 746 duelos durante 16 temporadas en el club de Chamartín.
Con la ventaja en el marcador los blancos regresaron al ritmo trotón y al juego sin riesgos con pases cercanos y escasas concesiones al regate o al balón al hueco (rondaron un 90% de efectividad con sus entregas totales). Además, los de Benítez contaron con Keylor Navas, quien frenó a sus excompañeros cuando probaron sus tiros. Ni Roger ni Ghilas superaron al costarricense con la teórica defensa más débil de los últimos partidos (Nacho y Varane). En realidad, desde la salida de los vestuarios (sin Bale, por descanso) el partido se movió sin picante ni ardor. Los granotas mostraron su falta de peligro en ataque -15 lanzamientos y ningún gol- y los madridistas dejaron pasar el tiempo con Jesé como único animador al salir del banquillo. El canario estuvo revoltoso bajo la lluvia y ofreció el único ingrediente diferente hasta que burló a Simao Mate y añadió un gol bajo la lluvia a sus reivindicaciones de oportunidades.
La victoria sirvió para que los blancos se mantengan en los primeros puestos de la clasificación sin grandes gastos y a la espera de que se recuperen los lesionados. Por su parte, el Levante, que había derrotado al Villarreal en la jornada pasada, regresó a Valencia con la sensación de un castigo mayor del merecido. Sus propios errores abrieron el camino de un Real Madrid poco brillante y sus carencias impidieron cualquier remontada ante un equipo cumplidor con las directrices de Benítez. Ni siquiera Cristiano, con hazaña bajo el brazo, salió radiante del campo. En cambio, su entrenador, sí pudo rellenar su lista de objetivos con los escasos recursos disponibles.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.