'Operación salida' en el Real Madrid

Illarramendi llegó al Madrid en el verano de 2013, el primero de los dos años de Carlo Ancelotti en el banquillo. El centrocampista vasco se convirtió en el español más caro de la historia del club, que pagó a la Real Sociedad los 39 millones de euros de su cláusula. El guipuzcoano llegaba tras proclamarse campeón de Europa sub-21, junto a otro recién llegado entonces, Isco, y a los canteranos Dani Carvajal y Álvaro Morata. Su gran actuación en el Europeo y la figura de Xabi Alonso para ejercer de mentor fueron algunas de las claves de su fichaje. No obstante, la primera temporada no fue como Illarra esperaba. Lastrado por el precio que el club desembolsó por él, se mostró nervioso en las oportunidades que tuvo. Su primer año de blanco quedó marcado además, por una fecha: el 8 de abril de 2014, la vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones en Dortmund. El Madrid defendía un 3-0 de la ida y ante las bajas Ancelotti apostó por el vasco como titular. Los alemanes se pusieron 2-0 en la primera parte y el conjunto merengue ofreció una muy pobre imagen, acentuada por los problemas de Illarramendi para dirigir el juego. Curiosamente, la entrada en el campo de Casemiro tranquilizó al equipo, que aguantó el resultado. La temporada terminó con dos títulos para el de Mutriku -la Copa y la 'Champions'-, pero con cada vez menos participación del vasco.

Todo parecía ir a mejor en su segunda campaña. Casemiro se marchó cedido al Oporto y en las últimas horas del mercado Xabi Alonso anunciaba su marcha al Bayern de Múnich. Pero la temporada 2014-2015 tampoco fue la que deseaba Illarra. Había perdido la confianza de Ancelotti, que con tal de no utilizarle alineó a jugadores de distinta posición en su puesto, caso de Pepe y Sergio Ramos, que actuaron en alguna ocasión como mediocentros. Intervino poco en la primera vuelta, la de los récords en el conjunto blanco, y para colmo, en el mercado de invierno el club fichó a Lucas Silva. Otro mediocentro que desde el primer momento se situó por delante de Illarramendi en la rotación. Sin embargo, tampoco acabó utilizando mucho al brasileño el técnico italiano, que ante las graves de lesiones de Modric y James Rodríguez apostó poco por los suplentes. La temporada terminó sin títulos y con la salida de Ancelotti. Tras el último partido, Illarra afirmó que esperaba seguir y que estaba muy a gusto. «Trabajé diariamente, pero no tuve oportunidades en el campo», declaraba con tono decepcionado.

Los otros candidatos

Con Rafa Benítez en el banquillo, la situación pinta parecida para Illarra y Silva. El guipuzcoano sólo ha podido jugar dos partidos -el primero ante la Roma y los últimos ante el Tottenham y el Bayern- por problemas físicos y tampoco convence al técnico madrileño. Silva ha tenido hasta ahora 101 minutos, pero no ha logrado llamar la atención del entrenador. También pesa la vuelta de Casemiro tras su cesión al Oporto. Ya ha quitado el puesto a su compatriota y al vasco como relevo de Modric y Kroos en el centro del campo. Antes de arrancar la pretemporada, Silva reconoció que «ir cedido para tener más minutos es una posibilidad», aunque antes declaró que hablaría de su situación con Benítez. La falta de progresión y la acumulación de extracomunitarios son motivos suficientes para que acabe cedido. Tampoco se han hecho esperar los rumores de ofertas por los dos centrocampistas. Han sonado para el de Mutriku la Real Sociedad, el Liverpool y el Athletic, que ya le pretendió el verano pasado. El Sporting de Lisboa ha mostrado también interés en el jugador exbrasileño del Cruzeiro.

Completan la lista de candidatos a abandonar el club blanco, aunque como cedidos, Odegaard, Marco Asensio y Cheryshev. El club quiere que el noruego tenga minutos en Primera, pero la falta de ofertas podría hacerle jugar un año más en el Castilla, idea que tampoco desagrada al club. Asensio declaró tras la victoria ante el Tottenham: «He venido al Real Madrid a quedarme». Pero la idea es que juegue en otro equipo de la máxima categoría esta temporada. El ruso es quien más opciones tiene de quedarse. Ha regresado tras dos años cedido, uno en el Sevilla y otro en el Villarreal, donde fue titular la pasada Liga. En su contra pesa la fuerte competencia en la posición que ocupa -la banda izquierda-, pero a su favor está la cantidad de minutos que le ha dado Benítez esta pretemporada. Incluso anotó un gol ante el Manchester City.