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Rodrigo Errasti Mendiguren
Sábado, 18 de julio 2015, 19:04
Es sólo el primer test de la pretemporada, pero el estreno de Rafa Benítez en Melbourne al frente del Real Madrid, un empate sin goles ante la Roma obligado a resolverse a los penaltis con triunfo italiano al ser parte del trofeo Internacional Champions Cup ( ... ICC), sirvió para sacar algunas conclusiones. «Hay bastante cosas positivas, el equipo ha estado ordenado, ha apretado bien cuando perdía, ha creado ocasiones... y en el aspecto negativo, nos falta aprovechar esas ocasiones, y todavía algunos ajustes que tenemos que hacer. El equipo tiene muy buena actitud. Pero estamos hablando de sólo cinco días de trabajo, del viaje», recordó el técnico, al que se le preocupa que el equipo volviese a sufrir mucho más de lo deseado a balón parado como en las campañas precedentes.
Gareth Bale será mediapunta, posición en la que tiene libertad de movimientos y dijo a la directiva que se sentía más cómodo, y Cristiano arrancará en la izquierda, porque estuvo unos minutos en la diestra con el gesto torcido. «No es definitivo, porque hay que seguir trabajando, pero es una alternativa que podemos aprovechar, por la velocidad y la calidad de los dos. Se verá la compenetración entre ellos», adelantó Benítez. Hasta que llegue James habrá una opción de que alguien ocupe la banda diestra, opción que no agrada a CR7. El primer aspirante es Martin Odegaard, que con 16 años y 7 meses, estrenó titularidad con el primer equipo, pero no participó demasiado en el juego; se le vio algo tímido y no combinó con Bale, Cristiano y Jesé, que sustituyó en punta a Karim Benzema.
Benzema, fino
El canario, que ha llegado fino a la gira, parece que tendrá algo más de protagonismo como alternativa al francés, que pese al interés del Arsenal no tiene intención de irse de Madrid. No hubo BBC el primer día pero no quiere decir que no se vaya a dar con Benítez, satisfecho de que su equipo cerrar el duelo sin encajar. «Bastante bien en muchos casos, pero con ajustes. El equipo ha presionado, ha recuperado balones, y ha estado bastante ordenado en general. Nos falta ritmo y aprovechar las situaciones. Ellos han tenido alguna ocasión al principio, pero luego lo hemos controlado», explicó el madrileño, que quiere construir su equipo de abajo hacia arriba. Lo primero a lo que aspira es a inculcar automatismos defensivos.
En una noche fría en Melbourne, el equipo de Benítez, con un desafortunado Asier Illarramendi como escudero de Luka Modric, evidenció que tiene un largo camino hasta alcanzar sus prestaciones habituales ante una Roma que creó más peligro con Gervinho. Obligó a Keylor Navas, que lució el 1 dejado por Iker Casillas, a realizar alguna buena intervención. «Quería recuperarme de mi lesión y ya estoy al 100% y ahora me toca lo que me gusta, entrenar al 100% y esperar oportunidades. Puedo hablar del presente, de los que estamos y de las ganas que tengo de ganarme un puesto. Debo seguir luchando, quiero ser titular. Tengo contrato, cinco años, estoy contento aquí y quiero ganar muchos títulos», explicó antes de analizar los movimientos en la portería blanca. «Tenemos que respetar la decisión de Iker, le deseamos lo mejor y ojalá pueda disfrutar del fútbol. Kiko Casilla es un gran portero y si el Madrid se ha fijado en él es porque tiene buenas condiciones. La competencia es buena, lucharemos con humildad respetando a los compañeros». Su entrenador se muestra satisfecho con la doble KK, Keylor y Kiko y pareció cerrar la puerta a De Gea. «Con Kiko tenemos más competencia, estamos contentos. Los porteros que tenemos son suficientes y de calidad».
Novatos atrevidos
En la segunda mitad, tras muchos cambios mejoró con Isco, aunque sin generar ocasiones o gran fútbol, que también desea ser el enganche en ese 4-2-3-1 habitual del técnico. Buenos minutos de Lucas Vázquez, que tuvo una buena ocasión que lanzó fuera, de Benzema, rápido y fino, de Cheryshev, y de Danilo, que casi marca en un zurdazo lejano. En los penaltis, tras doce aciertos previos, De Sanctis detuvo el intento de Lucas Vázquez y fue Seydou Keita, que volvió a negar el saludo a Pepe por sus rencillas en la era Mourinho, el que cerró el primer test. El segundo será el martes, contra el Manchester City en el marco del International Champions Cup.
Benítez sabe que hay overbooking en el centro del campo, que tiene en la gira jugadores que pueden irse y que si eso sucede podrá conceder algunos minutos a varios canteranos: «Las pretemporadas siempre son para trabajar y para ir viendo a los futbolistas. Hay unos más asentados que otros, y éstos tienen que demostrar que tienen suficiente calidad y quieren estar aquí. Es cierto que hay más futbolistas ahí. Hay que pensar que Lucas Silva es extracomunitario. Evidentemente, tendremos que tomar alguna decisión. La única pena es que no han podido jugar Lazo y Llorente, pero tenía muy claro que esto es un entrenamiento con intensidad donde todos tienen que coger más ritmo».
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