Arda Turan entra en escena electoral

Toni Freixa, Jordi Majó y Jordi Farré lo tendrán más complicado porque aunque todos los barcelonistas aprueban la sensatez de sus propuestas, incluso el realismo y la originalidad en algunos casos, a la hora de dar la firma es muy difícil que sean creíbles como presidentes. Y Joan Batiste, representante del socio de base, ya ha conseguido lo que quería: que se hable de la necesidad de crear una agencia de viajes propios que abarate los precios de los desplazamientos e instaurar de una vez la Grada de Animación para que un partido en el Camp Nou no parezca una opera en el Liceo.

Pero el protagonismo en los últimos días no es de ninguno de los precandidatos citados, que de tanto hablar cada día han logrado que sus mensajes pierdan fuerza y parezcan antiguos e incluso contradictorios. Los ataques en las dos direcciones entre Laporta (espionajes privados a cuenta del club durante su etapa) y Bartomeu (caso Neymar) por motivos judiciales ya han logrado el efecto contrario en la audiencia. Aburren y además son de carácter personal porque no se aguantan ni se soportarán nunca.

Por eso Benedito no ha entrado en la guerra, reclamando para él el voto de los que quieran paz institucional en el club. Pero el segundo de las elecciones de 2010, de tanto guardarse bazas para la última semana, está impactando poco. Así las cosas, los que realmente están haciendo el ruido que acaba teniendo espacio preferente en los medios de comunicación son los de la Comisión Gestora que se quedaron al frente al del club cuando Bartomeu presentó la dimisión, paso previo al inicio de la carrera electoral.

Según indican los Estatutos, «la Comisión Gestora ejercerá las funciones de gobierno, administración y representación que competen a la Junta Directiva, pero limitadas a los actos necesarios e imprescindibles para el mantenimiento de las actividades normales del club y la protección de sus intereses. Su principal función es la convocatoria de elecciones para constituir una nueva junta directiva, lo que debe hacer en el plazo de tres meses desde que sus miembros hayan tomado posesión de sus cargos». Presidida por Ramon Adell, está formada por los integrantes de la junta cesada, los integrantes de la Comisión Económica y de la Comisión de Disciplina. Entre sus miembros, nada más y nada menos que Javier Faus, vicepresidente económico con Bartomeu.

Laporta y Benedito se quejan de que la Gestora está tomando decisiones económicas que corresponderían al presidente que salga elegido el 18 de julio porque ahora benefician al presidente saliente, Bartomeu. Pero ellos defienden que entre esas «funciones de gobierno, administración y representación» también está la de cumplir con las peticiones de Luis Enrique en lo referente a la entrada y salida de jugadores. Por eso se vendió a Deulofeu al Everton y se cede a Montoya al Inter, porque no cuentan para el técnico. Y también ese es el motivo por el que el Barça está a punto de fichar a Arda Turan en pleno periodo electoral, porque lo ha pedido el entrenador asturiano.

Matices turcos

«No hay prisas, si Arda quiere jugar en el Barça podrá esperar al 18 de julio», dicen los adversarios de Bartomeu, pero la Gestora, aunque afirma que la contratación del Atlético será obra del nuevo presidente, ve una oportunidad favorable ahora en el mercado y teme que el turco se acabe marchando al Chelsea si da tiempo al club inglés de convencerle con una oferta mejor. Arda, por cierto, aseguró hoy en Twitter que «no son correctas algunas informaciones publicadas» y que se encuentra de «vacaciones y descansando». El ex del Galatasaray viene a negar que anoche estuviera celebrando con unos amigos su fichaje por el club azulgrana y que ya haya firmado con los culés.

El tema de Pogba se ha resuelto bien con un aplazamiento hasta el verano próximo de cualquier negociación con el compromiso de la Juventus de no vender ahora, aunque la oferta de 80 millones de euros sí existió y tampoco deja en buen lugar la supuesta imparcialidad de la Gestora porque el centrocampista francés, aunque Luis Enrique aceptaría encantado su fichaje, no es una urgencia planteada por el entrenador azulgrana.

Sin Pogba como caramelo electoral, Laporta, que ya utilizó la falsa carta de Beckham en 2003, politiza el proceso pidiendo el voto de los ofendidos por la posible multa de la UEFA al club por las esteladas en la final de Berlín. Su principal asesor, el orgullo de su campaña, Johan Cruyff, dijo que «a los que pitaron el himno de España en la final de Copa les falta un tornillo». Más contradictorio, imposible. Pero es periodo electoral y todo vale. Hasta que la Gestora dé la sensación de presidir mejor el club que todos los presidentes anteriores juntos.