Los caprichos de Benítez

El ejemplo paradigmático es el del Liverpool. En los seis años que Benítez estuvo en Anfield fichó 70 jugadores, muchos de ellos apuestas personales del entrenador y que dieron rendimientos muy dispares. Entre sus éxitos hay que contar algunos jugadores como Xabi Alonso, Fernando Torres, Mascherano, Kuyt o Reina. Sin embargo, más de un lustro en The Kop dio para muchos fiascos que nunca ofrecieron el nivel esperado en los reds: Josemi, Núñez, Bellamy, Leiva, Robbie Keane o Dossena, entre otros.

Las incursiones en el mercado de fichajes son habituales en la gestión de Benítez. Repasando sus más de 100 contrataciones desde que llegó al Valencia en la temporada 2001-02, es fácil ver que además hay ciertas posiciones con las que se obsesiona el entrenador, puestos que nunca parecen lo suficientemente bien cubiertos.

Su capricho más llamativo es el de los laterales. En Liverpool, por ejemplo, fue duramente criticado por exigir fichar a Glen Johnson por unos 20 millones de euros. Aunque el internacional inglés ha rendido muy bien en Anfield, incluso después de la salida del técnico madrileño, su alto precio se sumó a que la posición no parecía necesitar refuerzo, porque cuando llegó a la orilla del Mersey, el equipo ya contaba con Arbeloa, Dossena, Fabio Aurelio e Insúa (todos ellos fichajes previos de Benítez).

En las dos áreas

Otro puesto donde Benítez parece no tener nunca suficientes futbolistas es bajo palos, y precisamente uno de los principales problemas que va a encontrar el madrileño en el conjunto blanco es la situación en la portería. Podría servir de referencia lo que Benítez hizo en temporadas anteriores, con la sorprendente gran cantidad de guardametas a sus órdenes.

Con Reina a la cabeza, al que fichó en el Liverpool y en el Nápoles, la lista de cancerberos que trajo a sus equipos es muy amplia: Carson, Cavalieri, Itandje, Castellazi y Andújar. Se acumularon siete guardianes del arco distintos en diez años, a pesar de contar con un titular consagrado.

Por último, la posición que más ha polarizado los fichajes del madrileño es la de delantero. En este caso se pueden encontrar sus mayores triunfos y sus más sonados fracasos. Fernando Torres fue sin duda la gran y mejor apuesta de Benítez cuando estuvo en Liverpool. Su alto precio no importó dado el excelente rendimiento que siempre ofreció el Niño y su posterior venta al Chelsea, que dejó beneficios importantes en Anfield.

En el otro espectro están los Milan Baros, Djibril Cissé, Robbie Keane o David Ngog, arietes que, por lesiones o mal rendimiento, demuestran el alto riesgo que corre Benítez cuando bucea en el mercado, algo muy habitual hasta la fecha.

García Quilón

Si se entra más en profundidad en las peticiones de Benítez y se repasa la lista de fichajes que ha hecho en su extensa carrera como técnico, el representante de los jugadores parece otro factor clave a la hora de adentrarse en el mercado. El madrileño ha sido muy criticado por traer a futbolistas con los que compartía agente, Manuel García Quilón. Ya desde su etapa en Liverpool, el técnico recomendó en su primera temporada a tres hombres que negociaron a través de este representante (Josemi, Núñez y Luis García) y más tarde, repetiría la operación con Arbeloa y Reina, otros dos clientes suyos.

La suerte dispar que tuvieron los españoles en Liverpool provocó críticas por el posible conflicto de intereses que podría tener Benítez con estos fichajes. A pesar de ello, el madrileño volvió a repetir la operación en el Nápoles. En su primera campaña exigió a tres futbolistas de García Quilón: Raúl Albiol, José Callejón y, de nuevo, Pepe Reina.

En estos momentos, Arbeloa es el único jugador del Real Madrid que está representado por el agente español, y el lateral internacional está siendo un habitual en los rumores de salida del equipo blanco. Ahora sólo falta por ver si Benítez vuelve a apostar por esta estrategia.