La Real Sociedad empaña la fiesta de Vallecas

Bajo un ambiente de fiesta, Rayo y Real Sociedad se dieron cita en Vallecas con un objetivo bien distinto. El cuadro madrileño, con 49 puntos, quería cerrar una buena campaña con una nueva victoria que le permitiera llegar al octavo puesto, mientras que el equipo vasco, con solo un triunfo a domicilio en toda la temporada, quería maquillar ese dato para olvidar sus penas ligueras.

El que más lo intentó en los primeros compases fue el Rayo, que tuvo una ocasión muy clara para adelantarse en el marcador a los diez minutos con un cabezazo al travesaño de Alberto Bueno.

Pese al empuje local, el que marcó primero fue la Real Sociedad, que aprovechó un fallo defensivo del equipo madrileño para adelantarse por medio del mexicano Carlos Vela, que recibió un balón cruzado de Chory Castro y solo, a la altura del punto de penalti, resolvió bien ante Toño.

Casi sin tiempo para asimilar ese gol, el Rayo recibió otro mazazo a los 21 minutos con un disparo cruzado de volea de Chory Castro que amplió la ventaja de los donostiarras.

A partir de ese instante, el encuentro entró en un largo letargo que duro hasta el minuto 41, cuando Trashorras lanzó un disparo que repelió Rulli. El balón lo recogió Embarba, que puso un centro medido para que Bueno metiese la punta de la bota para recortar distancias.

En la segunda mitad, el que salió más enchufado fue el equipo local, que ya avisó de sus intenciones al poco de la reanudación con un disparo de Trashorras que se marchó al lateral derecho de la portería defendida por Rulli.

El conjunto vasco, poco elaborador en la medular, se mostró conformista y solo dio síntoma de ambición con algunas jugadas de filigrana de Esteban Granero, cuya participación se fue diluyendo con el paso de los minutos.

La entrada de Alex Moreno mejoró mucho las prestaciones ofensivas del Rayo y por su costado izquierdo llegó el gol del empate, obra del central Jorge Morcillo con un remate de cabeza a centro de Zé Castro.

Como si de un calco a la primera mitad se tratase, la Real Sociedad, en un par de chispazos, marcó otros dos goles que sentenciaron el choque y dejaron noqueado al Rayo. El primero de Aguirretxe y el segundo de Elustondo. Ambos a pase del uruguayo Chory Castro.

Con ese resultado, la apatía se apoderó de los locales, que cometieron varios fallos en defensa que acabaron con la paciencia de su afición, mientras que los visitantes, más pendientes del reloj que de otra cosa, se limitaron a dormir el partido.