Sudor y premio para el Levante

El duelo discurrió por un quiero y no puedo de los de Diego Simeone. Dominio, carrileros con presencia casi en el área, voluntad de ataque y juego por las bandas para abrir el cerrojo de cinco defensas granota esgrimieron los rojiblancos. Sin embargo, el plan de los colchoneros se topó con un muro sin fisuras en el Ciutat de València. Sin concesiones, la zaga formada por los locales se apoyó en la ayuda de sus centrocampistas y ajustaron al mínimo los espacios entre las piezas del conjunto azulgrana. En Orriols no se acordaron de las bajas de Víctor Casadesús, Simao Mate y Pape Diop. De hecho, sólo Mario Manduzukic encontró un hueco cuando en al inicio del partido cabeceó un centro de Siqueira que el bien colocado Mariño detuvo. Entonces el ariete croata demostró que su racha de 16 partidos sin anotar es el síntoma de que ha perdido la inspiración.

La diferencia respecto a partidos anteriores se centró en que el Levante ofreció una vertiente inesperada para un Atlético que perdió su personalidad. En Orriols pusieron la música y los atléticos bailaron sin poder cambiar el dial. Sudor y experiencia neutralizaron el ritmo de los del Cholo. Además, los contragolpes del equipo valenciano surgieron incisivos y más efectivos que de costumbre. Avisó Morales aunque Juanfran Torres le arrebató el balón cuando se disponía a encarar a Oblak, pero finalmente Diego Barral logró adelantar a los locales en una jugada en la que la defensa visitante se convirtió un desierto sin el sancionado Diego Godín. Iván López permitió firmar un tanto histórico a su compañero, puesto que con 18 balones en la red el gaditano ya es el máximo goleador del Levante en Primera División. No obstante, la alegría momentánea despistó a los de Orriols, lo que sirvió a Tiago poco después para robar una pelota en el área contraria y asistir a Siqueira, quien en posición de delantero centro empató el partido.

El segundo tiempo ofreció un juego parecido, aunque con un desarrollo más trabajado y lento condicionado por la temperatura y la calculadora. Pero otra vez el Levante volvió a aprovechar una de sus escasas llegadas cerca de la portería de Oblak, quien detuvo un remate a bocajarro de Kalu Uche y no logró detener el segundo disparo del delantero. De nuevo respondió el Atlético, aunque en esta ocasión encontró su casi olvidada mejor faceta: las jugadas a balón parado. El preciso Koke sirvió un saque de esquina a la cabeza de Fernando Torres, quien sin marcaje empató.

Con este resultado el Levante puede respirar tranquilo -tienen 5 puntos de ventaja sobre los puestos de descenso a falta de dos jornadas- a pesar de que David Barral no jugará el próximo encuentro por cumplir el ciclo de tarjetas amarillas. Contra el Atlético de Madrid demostraron que el juicio por el posible amaño del Levante-Zaragoza no les ha despistado a pesar de que algunos jugadores como Juanfran García han tenido que acudir a los juzgados. Todo lo contrario parece haberle ocurrido a Gabi, otro de los investigados, quien en Orriols volvió a mostrarse dubitativo y con poca presencia. El centrocampista es el reflejo de la situación de su equipo, que ha perdido su dinámica al reducir su acierto y que ahora ve amenazado su puesto de acceso directo a la Liga de Campeones porque el Valencia está a cuatro puntos pero que transmite mejores sensaciones. La temporada se está haciendo larga para los cochoneros y la orilla parece alejarse aunque esté más próxima.