El Almería paga los platos rotos

Cumplió desde el saque inicial el conjunto madrileño con el método del Cholo y de nuevo resultó satisfactorio para los del Vicente Calderón. Apretaron los locales en la presión para propiciar el error de sus rivales, se aplicaron a las jugadas a balón parado que diferencian al Atlético de Madrid del resto de las escuadras de su nivel y la respuesta fue inmediata. Un penalti a favor -provocado en un saque de esquina- transformado por Mandzukic y dos exhibiciones de rapidez de Griezmann -el segundo, también en un córner- aliviaron a los del Cholo y allanaron el choque para los vigentes campeones de Liga. Además, la noche en la orilla del Manzanares sirvió para certificar los buenos réditos que apunta la sociedad entre el francés y el croata, quienes se aliaron para repartirse goles y gloria y para mostrarle a Simeone que la delantera de dos hombres es una opción sólida. También Ñíguez se afianzó con un juego impoluto en la banda izquierda mientras que el regreso de Arda Turan resultó menos llamativo.

De nada sirvió a los de Juan Ignacio Martínez reaccionar en la segunda parte porque no se acercaron a la portería de Moyá. Es más, los de Simeone esta vez mantuvieron sus exigencias en defensa y no concedieron ningún metro. El orden y concierto de los rojiblancos impidieron cualquier premio, menor o mayor, y los de 'JIM' regresaron a Almería con la sensación de que fue imposible pelear con un adversario que cuando está concentrado e inspirado es un gigante con una envergadura imposible de burlar para un equipo que lucha por no descender.

Recuperada la esencia del conjunto de Simeone, el Atlético ha pasado página con velocidad tras el error del Cholo en Vigo (según reconoció él mismo) y ya puede pensar en el Bayer Leverkusen, el adversario con el que se las verá el próximo miércoles en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Ya han limpiado la mancha liguera.