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Ignacio Tylko
Miércoles, 11 de febrero 2015, 18:52
Florentino Pérez sufre sus peores días como presidente del Real Madrid desde la gran crisis de los galácticos, aquella que le hizo abandonar la nave en 2006. Desde la humillante derrota del sábado en el derbi del Vicente Calderón, todo han sido pésimas noticias para ... el alto dirigente merengue. En unos días ha visto cómo los colchoneros presumen de mandar en la capital, el Barça ya les pisa los talones en Liga, Cristiano Ronaldo mancha el escudo al celebrar la fiesta de su cumpleaños horas después de hacer el ridículo en el campo y, sobre todo, los tribunales paralizan su proyecto faraónico para ampliar el Santiago Bernabéu y convertirlo en el mejor y más moderno estadio del mundo. Ese revés judicial también pone en cuestión el suculento acuerdo de patrocinio gestado entre el club blanco e IPIC, que incluía un compromiso para bautizar el nuevo estadio con el nombre de algún gran sponsor que podría ser el de la petrolera Cepsa.
Aún surgen más dificultades para Florentino Pérez y el fútbol español en general, tras conocerse que la Premier League ha vendido sus derechos de televisión para las próximas tres temporadas por casi 7.000 millones de euros, tres veces más que la Liga. Esa cantidad desorbinante amenaza con potenciar todavía más la gran competición británica, inflar los costes en el mercado de jugadores y situar en desventaja a los clubes españoles. Hay un dato concluyente: el último clasificado de la Premier percibirá casi tanto por ejercicio de lo que ahora ingresan Real Madrid y el Barcelona, en torno a 140 millones. Y eso sin contar que la Liga de Fútbol Profesional ha exigido al Gobierno que modifique la normativa para permitir la venta conjunta de los derechos audiovisuales y poder conseguir un reparto más equilibrado entre los clubes profesionales, lo que en teoría también podría perjudicar la posición de privilegio de los dos grandes en España.
Vayamos por partes. La modificación del plan de urbanismo, ahora anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, incluía un plan para remodelar y cubrir todo el estadio, y la construcción de un centro comercial y de ocio, restaurantes, un hotel de lujo y aparcamientos subterráneos. Todo en más de 12.000 metros cuadrados de eficabilidad en la parcela desocupada que hay delante de la fallada principal del recinto en el Paseo de la Castellana. A cambio, la ciudad obtendría nuevos terrenos de uso público en el barrio de Opañel, en una zona que actualmente está infradotada al suroeste de Madrid, y se crearía una pequeña terreno verde tras la demolición del espacio comercial denominado La esquina del Bernabéu, situado junto al estadio.
Ecologistas en Acción
Los reveses ya comenzaron en agosto del año pasado, cuando los tribunales admitieron la denuncia del grupo Ecologistas en Acción contra el acuerdo con el Ayuntamiento, coincidiendo con una investigación al club por parte de la Comisión Europea por presuntas ayudas públicas ilegales. La alcaldesa de la capital, Ana Botella, cree que la ampliación del estadio no podrá quedar resuelta definitivamente esta legislatura, por lo que tendría que ser tramitada por quien le sucediera al frente del consistorio tras las elecciones municipales del próximo mes de mayo. «Evidentemente no parece que ya, por plazos, nos dé el tiempo para tener una solución definitiva antes de junio», afirmó este miércoles la alcaldesa, tras un acto municipal en el Parque Forestal de Valdebebas, a poca distancia de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. El presidente de la Comunidad, Ignacio González, avanzó que no recurrirán la sentencia pero añadió que el Ejecutivo autonómico está abierto a fórmulas para buscar soluciones. «La resolución hay que acatarla y cumplirla, pero esa remodelación del campo y de la zona es importante para la ciudad», añadió.
Florentino Pérez esperaba ansioso el visto bueno judicial para activar el acuerdo con IPIC. Así, el fondo de Abu Dabi daría oficialidad a la entrada de Cepsa como naming del coliseo blanco. En el pasado mes de octubre se firmó el llamado «acuerdo de larga duración» entre ambas entidades, para la realización de diferentes actos deportivos y comerciales relacionados con el primer equipo blanco, el museo y la Fundación madridista. La fórmula aprobada permitía al club blanco costear los 400 millones de un proyecto que estaba previsto concluir a finales de 2017 pero ha tumbado la justicia.
Un día fatídico
Y como en este mundillo del fútbol pones un circo y te crecen los enanos, resulta que el próximo visitante del Santiago Bernabéu es el Deportivo. A pesar del 2-8 de la primera vuelta en Riazor y de que este equipo que entrena Víctor Fernández no tiene nada que el histórico de los Mauro Silva, Fran, Valerón, Víctor, Tristán, Makay, Naybet o Molina que dirigía Jabo Irureta, ver a los coruñeses en Chamartín trae siempre recuerdos del célebre centenariazo copero. Florentino Pérez vivió muy nervioso aquel fatídico 6 de marzo de 2002 para un Real Madrid que afrontó la final muy presionado por el hecho de tener la Liga ya casi perdida en beneficio del Valencia. Los goles de Sergio y Tristán, el baile, el 1-2 final y el ridículo de perder un titulo que la Cibeles aguardaba ya vallada, fueron un calvario para el dirigente blanco. Florentino Pérez maldijo la presencia de César Sánchez en la portería en lugar de Iker Casillas, entonces muy bien ponderado. Menos mal para él presidente que dos meses después Zidane, con su mítica volea en Glasgow, y el meta mostoleño, que salió desde el banquillo, daban al club la ansiada novena Copa de Europa.
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