Secciones
Servicios
Destacamos
Amador Gómez
Domingo, 4 de enero 2015, 13:56
«Algún día me tenéis que contar qué he hecho yo para que me tratéis así de bien», reclamó Fernando Torres a los casi 45.000 aficionados que se congregaron este domingo en el Vicente Calderón para dar la bienvenida al ídolo del Atlético de ... Madrid y aclamar al símbolo rojiblanco en su regreso a casa siete años y medio después. El Niño que vuelve hecho un hombre (30 años), «más maduro y más feliz que entonces», desbordó el Manzanares durante su presentación oficial, tres días antes de estrenarse de nuevo con la camiseta del Atlético, con el número 19. Con ella saltó al césped junto a sus dos hijos pequeños para exhibirse desde el centro del campo, regalar balones y corresponder a la parroquia rojiblanca, entusiasmada y entregada a quien ya es un mito colchonero.
«He conseguido los títulos que estaba buscando, pero siempre me ha faltado algo, y quiero ganarlos aquí, representando los valores del Atlético de Madrid», aseguró Torres en la abarrotada sala VIP del Calderón, donde compareció antes de cambiar el traje por el uniforme rojiblanco, saltar al césped y agradecer desde el círculo central a tan ilusionados seguidores todo el cariño recibido. «Ahora el equipo está donde se merece. A la altura de su afición y de los mejores, y vamos a disfrutar juntos de esta etapa», garantizó el delantero del Fuenlabrada frente a una masa enloquecida que superó todas las expectativas y obligó a adelantar la apertura de puertas y habilitar incluso la parte superior de la grada de preferencia, algo que no estaba previsto.
Prácticamente se llenaron todas las zonas destinadas para los seguidores, algunos de los cuales esperaron durante al menos dos horas para acceder al estadio. Lo nunca visto en el Calderón para recibir a un futbolista, conocido y reconocido, que debutó con el primer equipo del Atlético en 2001, con sólo 17 años. «No quiero hacer esperar demasiado a la gente que está fuera pasando frío», se disculpó ante la prensa durante su comparecencia previa al reencuentro en el campo con los hinchas del Atlético, que aguantaron con paciencia a que Torres pisase la hierba a las dos menos cuarto de la tarde, cuando la presentación se había anunciado para tres cuartos de hora antes.
«¡Qué bonito volver a casa! Por fin estoy aquí. Estoy deseando empezar a jugar, vestido de rojiblanco», reconoció, mientras era interrumpido por los gritos de los miles de torristas que retumbaban en el Calderón. Aunque en principio sólo estará cedido hasta junio de 2016, Torres desearía despedirse del fútbol en el club de su vida, pero, lógicamente, su continuidad dependerá de su rendimiento y no se atrevió a prometer que vaya a ser así. «El miércoles (derbi de Copa contra el Real Madrid) nos vemos otra vez, y espero que por mucho tiempo», subrayó el jugador que abandonó el Atlético porque, al contrario que ahora, no era un equipo campeón. «A los 24 años necesitaba salir del Atleti para que el club pudiera crecer y yo pudiera crecer, y ese fue el momento más duro de mi carrera», recordó emocionado, antes de asegurar que llega al Atlético «para sumar». «Tengo un extra de responsabilidad por lo que estoy viendo de la gente», admitió.
Pancartas ultras
Después de haber conquistado un título mundial y dos continentales con España -su gol dio la Eurocopa de 2008- y conquistar una Champions y una Europa League con el Chelsea, su mayor reto es poder celebrar una Liga de Campeones vestido de rojo y blanco. «Me faltaba algo que me ilusionase y sólo podía tener aquí. Me he encontrado con un club muy diferente al que dejé, que ha crecido mucho, compitiendo con Madrid, Barça y Liverpool sin tener todos los medios de esos equipos. El año pasado hemos disfrutado, nos han hecho soñar, y nos han quitado en el último minuto algo que teníamos en la mano(la Copa de Europa), pero eso nos da más fuerza», aseguró. Regresa el Niño tras su frustrado paso por el Milan como gran apuesta de Diego Pablo Simeone, y es muy consciente de «lo difícil y exigente que era como compañero» el argentino. «Ahora supongo que lo será aún más», añadió en alusión al Cholo.
También apeló Torres a la imprescindible «unión» de los aficionados, «porque el Atlético está por encima de todo». «En el Calderón necesitamos gente que venga a sumar, porque nos va a ayudar a crecer», apuntó, mientras el Frente Atlético exhibía una bengala en el fondo sur, donde los radicales rojiblancos también llegaron a desplegar dos pancartas, teóricamente prohibidas, en las que se podía leer, mientras el Niño daba la vuelta al campo: «El FA te da la bienvenida» y «Ultras 1982, sin el Frente no es lo mismo». Con violentos o no, sólo era el día de Fernando Torres, y nadie se lo iba a estropear. Tampoco faltó el beso al escudo que le pidió a gritos el Calderón.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.