Los equilibrios de Ancelotti

«Todo el mundo está cómodo con ambos esquemas y yo también. Prefiero la flexibilidad dependiendo de lo que necesitemos en cada momento», zanjó el galés tras la cita que selló el primer puesto de grupo para los merengues de forma matemática. En ausencia de Modric, y con Khedira distraído por su posible salida en invierno o el próximo verano, habrá que ver si Isco, Kroos y James pueden achicar bien y cerrar espacios ante rivales poderosos. Ninguno es recuperador, aunque para el malagueño esta faceta del juego va camino de convertirse en costumbre. Al igual que en Eibar, frente al Basilea fue el mejor recuperador de su equipo. Cortó nueve balones y, además, recorrió más de 10 kilómetros. «Ha demostrado que puede jugar en esa posición», concluyó su técnico tras el choque en Ipurua.

«Nos hicieron un poco de daño con su presión. Es normal no estar siempre a tope en este momento de la temporada y no puede salir todo perfecto. Estoy contento porque es una racha fantástica y todo lo que se pueda hacer para entrar en la historia del club es bueno, pero lo que tenemos que hacer es pensar en mejorar la racha y asumir que llegarán momentos más difíciles». Así se explicó Ancelotti tras igualar las 15 victorias encadenadas que sólo habían alcanzado Miguel Muñoz hace justo 54 años y José Mourinho entre septiembre y diciembre de 2011.

Curiosamente, la racha de Carletto se inició ante el Basilea y, de momento, alcanzó su cénit ante el equipo helvético. Nada menos que cinco triunfos en Champions, nueve en Liga y uno en Copa del Rey. El próximo sábado, en La Rosaleda de Málaga, Ancelotti puede quedarse con la plusmarca en solitario. Pero hay más: si el Madrid gana el último partido de la fase de grupos de la Champions ante el modesto Ludogorets, será el sexto equipo que logra el pleno y el primero en conseguirlo dos veces. Hace tres años, con Mourinho en el banquillo, se deshizo las dos veces del Dinamo de Zagreb, el Ajax y el Olympique de Lyon. Y sumó 19 goles a favor y sólo dos en contra.