El Deportivo resurge con una revolución y el Valencia cede la segunda plaza

El Valencia, que perdió a Diego Alves a última hora por molestias estomacales, no tuvo su tarde en Riazor, un estadio que se le había dado muy bien desde 2003 y en el que había mandado al Deportivo a la Liga Adelante en 2011.

Aquel episodio, que los aficionados del Valencia que se desplazaron a Riazor recordaron en una pancarta, había sucedido tres partidos después de que el colegiado Estrada Fernández, que también estuvo en el campo coruñés, le pitara en contra un polémico penalti en Gijón. En el reencuentro con el Deportivo, el árbitro también tuvo una actuación polémica porque dio validez, a los 36 minutos, a un tanto en propia meta, de esos que se consideran fantasma, y que sirvió al conjunto coruñés para encarrilar el choque.

Estaba entonces el partido roto tras un buen arranque del conjunto gallego, en el que Víctor Fernández, que ya había sorprendido en la convocatoria con la exclusión de Alberto Lopo, revolucionó el equipo. Sentó al portero argentino Lux, al capitán Laure y a Álex Bergantiños y apostó por juntar las líneas y buscar la velocidad de Lucas Pérez y el portugués Cavaleiro.

El Deportivo, al que se le había reprochado falta de actitud en Sevilla (4-1) y que llevaba cuatro derrotas seguidas, reaccionó, tuvo más pegada que de costumbre y empezó a mostrarse con un remate de Cavaleiro y un cabezazo de Insua ante un Valencia que llegaba en inercia positiva, sin derrotas en la Liga, con eficacia arriba y contundencia defensiva.

A la media hora de juego, el encuentro se rompió, el balón iba de un campo a otro y Rodrigo avisó a Fabricio con un potentísimo disparo que se marchó fuera, pero la amenaza no amilanó al Deportivo. De estrategia, el bosnio Medunjanin, al que su técnico considera uno de los mejores de Europa a balón parado, envió el balón al larguero a los 36 minutos, y la jugada acabó en el córner que él mismo ejecutó y que el Valencia se metió en propia meta.

Vendaval blanquiazul

Tocó Mustafi, el balón golpeó un poste, rebotó en un brazo de Gayá y el árbitro consideró, junto al asistente, que el balón había entrado por completo. El gol liberó al Deportivo de todo el sufrimiento que había acumulado en el parón del campeonato, al que había llegado como colista, y a dos minutos para el descanso volvió a sorprender al Valencia.

Esta vez fue en un saque en largo de Fabricio que peinó en el centro del campo Cavaleiro y que llegó a las botas de Lucas Pérez, debutante en Primera División, que se plantó ante Yoel y definió con la zurda, raso, cruzado a la izquierda del portero, que tocó el esférico pero no pudo evitar que entrara.

Lo mejor para el Valencia fue que llegara el final de la primera parte, porque el Deportivo aún pudo ampliar su cuenta con un centro de Cavaleiro al que no llegó el polaco Wilk en el segundo palo.

Nuno intentó que su equipo resurgiera con la entrada de Carles Gil y Feghouli, que trazaron la primera llegada de los visitantes en la segunda parte, sin consecuencias para el Deportivo, que fue perdonado después por Rodrigo tras otro pase del extremo del Valencia. El internacional español pidió penalti tras un choque con Fabricio en el área, el Valencia atosigó al Deportivo con otro remate de Alcácer al palo y Víctor Fernández mató el encuentro con la entrada de José Rodríguez, que tapó al rival y sirvió a Toché la asistencia con la que el equipo coruñés sentenció el choque.