El Sevilla castiga el ímpetu checo

Para llegar a esta tesitura, los sevillistas superaron con solvencia a otros dos modestos del torneo, el Ujpest húngaro y el Zalgiris lituano, sus dos obstáculos previos, y acuden a la República Checa con la idea de no complicarse la vida en su exigente camino de este verano, más por la carga de partidos que por la entidad de sus rivales.

El conjunto andaluz pretende no dar pie a la sorpresa e intentará encarrilar a las primeras de cambio la eliminatoria en el Ander Stadium de Olomouc, con un aforo para sólo 12.566 espectadores, como ya hizo en su primera previa (segunda ronda clasificatoria) al golear al Ujpest primero en Sevilla (4-0) y luego en Budapest (1-3).

No ocurrió lo mismo en el enfrentamiento contra el Zalgiris, pues en el partido de ida logró una exigua ventaja de 1-0 en el Ramón Sánchez Pizjuán que generó cierta inquietud en el sevillismo, luego disipada con autoridad en la vuelta en Vilna con un contundente 0-5.

Además, el Sevilla y Pablo Machín, técnico debutante en Europa, llegan a Olomuc con la confianza y el plus de motivación que les ha dado su fulgurante estreno del domingo en LaLiga Santander, que le ha situado líder tras exhibir las señas de identidad de su nuevo proyecto con un incontestable 1-4 en el campo del Rayo Vallecano.

En ese choque, además de la buena actuación de todo el equipo, dominador y muy vertical y efectivo, destacó uno de sus refuerzos, el portugués André Silva, cedido por el Milan al Sevilla y que firmó un triplete en su debut liguero. Así, es previsible que Machín le dé continuidad y se estrene en el torneo europeo al estar ya inscrito.

El conjunto español, que acabó séptimo la pasada Liga y abocado por ello a jugar tres eliminatorias, se encontrará en esta ronda ya decisiva para acceder a la fase de grupos a un Sigma Olomuc herido, que, como cuarto clasificado de su campeonato, entró en la anterior y superó al Kairat Almaty kazajo (2-0 y 1-2).

A pesar del buen inicio de su aventura europea, este club de la región de Moravia, fundado en 1919 y que sólo cuenta en su palmarés con una Copa y una Supercopa checas, ambas en 2012, atraviesa una pésima racha -tres derrotas seguidas- en la liga de su país que le tienen sumido en el decimotercer puesto, el cuarto por la cola, con un solo partido ganado y cuatro perdidos.

Su última derrota fue el lunes en casa, al ser goleado en liga por el Ostrava, que, con un 1-4 y a solo tres días de recibir a los hispalenses, le sacó los colores al equipo dirigido por Vaclav Jilek, quien alineó a diez de los once titulares que ganaron 1-2 en Kazajistán, aunque ante esta decepción no se descarta que ahora haga cambios.

Aún así, el Sevilla, que nunca ha perdido un partido oficial de los cinco que ha jugado contra rivales checos, con dos triunfos ante el Slavia de Praga y tres empates contra el Slovan Liberec, no se fía de esos malos números y tiene claro que debe tratar de imponer desde el comienzo su teórica superioridad para resolver por la vía rápida.

Para este séptimo encuentro oficial, el quinto en Europa, además de la final de la Supercopa de España perdida con el Barcelona (2-1) y del primero de LaLiga, Machín ha dado descanso, como hizo en Lituania, a dos defensas, el danés Simon Kjaer y el argentino Gabriel Mercado, y al mediapunta también argentino Franco Vázquez.

El técnico soriano se ha llevado a diecinueve futbolistas a la República Checa, adonde la expedición aterrizó este miércoles y ya por la tarde entrenará en el Ander Stadium, entre ellos el medio francés Maxime Gonalons, el último en llegar, cedido por el Roma, y que el martes se ejercitó por primera vez con su nuevo equipo.

Así, es probable que no esté en un once del que formará parte el portero internacional checo Tomas Vaclik, titular desde su llegada, y en el que habrá cambios en todas las líneas para mantener fresco al equipo.

El Sevilla deja bien encarrilada su clasificación para la próxima fase de grupos de la Europa League tras salir victorioso en su visita a Olomuc en un partido extraño, en el que sufrió durante muchos minutos ante un rival impetuoso que malgastó sus ocasiones y acabó castigado cuando Pablo Machín reclutó a Jesús Navas, Adrien Silva y Sergi Gómez mediada la segunda mitad. Consciente de que haber comenzado este torneo el 26 de julio puede pasarle factura en el futuro. Machín apostó por las rotaciones más por la carga de partidos que por la entidad de su rival. Era algo esperado pese a que por la mañana supo que su partido de Liga ante el Villarreal había sido retrasado dos horas por el calor. Algo es algo debió pensar el técnico soriano.

El recién llegado Gonalons, Berrocal, Aleix Vidal, Arana, Muriel tuvieron su opción de inicio junto a Vaclik, Banega o Sarabia pero no así Ben Yedder, que parece más fuera que dentro. Apretaron los checos desde el inicio con una presión alta y juego muy vertical entrando por banda, poniendo en apuros a la novedosa zaga hispalense, a la que le faltó la contundencia necesaria ante un rival como el checho que tenía en mente finalizar las jugadas ya fueran aéreas, de estrategia o tras internadas por los costados. Aguantó el tipo el Sevilla aunque Berrocal, Amadou y Gnagnon tuvieron momentos de sudores con Nespor y Plsek, igual de insistentes por banda que Aleix Vidal, Nolito o Sarabia. El problema es que no encontraron a Muriel, que sigue transmitiendo señales de sentirse más cómodo de segundo punta que de referencia.

Sarabia intentó un slalom a lo Robben, pero tras un buen dribling hacia dentro golpeó demasiado centrado. Vaclik, que había avisado del peligro del equipo dirigido por su exentrenador, se benefició de la falta de acierto checo, ya que Houska la pegó alta cuando se había quedado sólo y Zahradnicek remató de modo erróneo al primer toque en el área pequeña un buen pase desde el costado de Nespor tras un despiste de Berrocal.

El descanso concedió algo de serenidad al Sevilla, que al menos asustó con un disparo lejano de Nolito antes de que Simon Falta obligase a una buena parada a Vaclik. El extremo, con ese nombre tan peculiar, seguía castigando a Berrocal y Amador. Plsek tuvo la gloria sólo en el área pequeña pero llegó muy forzado para empalar el centro potente cruzado a la red. Y entonces Machín frenó la sangría. Hizo tres cambios en cinco minutos, colocando a Navas, André Silva y Sergi Gómez viendo que peligraba la portería a cero ante el Sigma Olomuc, cuarto en su campeonato.

Las incorporaciones mejoraron al equipo, le dieron desequilibrio y Muril, tras un servicio del veterano extremo, y un derechazo de Gonalons calmaron el ímpetu checho. Hizo Navas correr hacia atrás a los laterales locales, que durante muchos minutos se habían convertido casi en extremos. Con las fuerzas igualadas, Adrien Silva convirtió una recuperación en medio campo en un balón profundo perfecto para Muriel que en el mano a mano ante Buchta confirmó que necesita ganar confianza porque acabó mandando la bola fuera.

El portugués, que debutó en Vallecas con un hat-trick. estaba decidido a desnivelar el asunto, a comprar medio billete para que el pentacampeón de la Europa League esté en la fase de grupos tras ese largo camino que empezó con el Újpest húngaro y el Zalgiris lituano. Ya sólo falta un pasito y en el Sánchez-Pizjuán.