Cazorla salva al Villarreal de otro fiasco moscovita

La visita a Rusia -donde en las tres citas continentales disputadas nunca ha logrado llevarse una victoria- motiva e ilusiona. La mentalidad continúa siendo positiva, aunque el tropiezo sufrido en la jornada inaugural fue el primer aviso de que no será sencillo. Tampoco para los de Massimo Carrera, que cayeron contra todo pronóstico en Viena.

Una motivación extra para el conjunto de Calleja, quienes lejos del Estadio de la Cerámica parecen sentirse extremadamente más cómodos. Y es que en este inicio de campeonato nacional ya han sumado siete de los nueve posibles puntos. Solo en Sevilla fueron incapaces de lograr una victoria.

Ahora la obligación es «ganar frente a un buen equipo» tras el mal encuentro disputado frente el Rangers, como recordaba el central del 'Submarino', que volverá a partir con un equipo en el que habrá algunas de las caras menos habituales. Una práctica habitual en la fase clasificatoria para muchos técnicos, y que en Villarreal se puso de moda hace varias temporadas.

Aludiendo a lo cargado del calendario, Calleja, uno de los fieles de esta corriente en la Liga Europa desde su llegada hace justo un año, las anunció de cara a una primera cita que no dejó buenas sensaciones. Apenas algunos destellos en forma de potencia y descaro del buen lateral Pedraza y dos claras ocasiones -una de ellas acabó en gol- de Gerard Moreno en los poco más de 20 minutos de los que dispuso.

Lejos del tropiezo frente al Rangers de Steven Gerrard, sigue siendo el Villarreal uno de los referentes de la segunda competición del continente y sus rivales lo saben. También el Spartak, que no vive días de vino y rosas en la Premier Liga rusa, a pesar de contar con algunas caras reconocidas en el panorama europeo y ser uno de los últimos vencedores.

Los Fernando, Samedov, Luiz Adriano o Kombarov querrán aguar la fiesta de nuevo al club español, un fijo que temporada tras temporada se marca grandes objetivos en una competición muy atractiva y a la que siempre aspiran. Como en el campeonato doméstico, la Liga Europa no ha comenzado de la mejor manera en el Estadio de la Cerámica, maldito hasta ahora para los chicos de Calleja. Ni una sola victoria han visto los aficionados amarillos desde el inicio del curso, partido del Rangers incluido. Ahora, la historia en Rusia puede cambiar.

Con mucho sufrimiento ante la valiente apuesta del Spartak de Moscú, el Villarreal logró rescatar al menos un punto en el Otkrytie Arena tras pasar de tener controlado un partido en el que llegó a adelantarse por dos veces pero que vio perdido cuando el cuadro local, agitado por la entrada de Hanni, revolucionó el choque con dos tantos en tres minutos que dejaban al borde del colapso al 'submarino amarillo'.

Un gol de penalti de Santi Cazorla en el último minuto del descuento permitió al Villarreal regresar a casa con menos de lo que ambicionaba al partir a tierras rusas pero con más de lo que esperaba cuando el Spartak, superando lo hecho por el Glasgow Rangers hace dos semanas en el Estadio de la Cerámica, colocó un 3-2 que ya parecía definitivo a esas alturas y que evidenciaba un problema con el que no acaba de lidiar bien el equipo de Javi Calleja, su problema para controlar el juego.

Vertiginoso final con broche inesperado para un pulso al que compareció el Villarreal con ocho futbolistas en el once de los que partieron de inicio ante el Glasgow Rangers. Con Mario, Samu Chukwueze y Trigueros como novedades por Miguelón, Cazorla y Bacca, era el joven nigeriano, de 19 años, el que más interés concitaba tras exhibir una notabilísima capacidad para el desborde en la cantera.

Avisó en la previa el técnico del Spartak que ellos no plantearían un partido como el del CSKA, en un tirón de orejas a su rival moscovita, que venció al Real Madrid en el Luzhnikí con un zarpazo de Nikola Vlasic en el minuto 2 y que luego supo resistir el asedio del campeón de Europa. En un intento de reafirmar ese gusto por la pelota del que presumió el italiano Massimo Carrera, discípulo de Antonio Conte, dominaron los locales de salida.

Ignatov exigió a Andrés Fernández un minuto antes de que Ekambi aprovechase un balón filtrado al área para, tras marear a tres zagueros del Spartak, aniquilar cualquier tela de araña que pudiese albergar la escuadra de la meta defendida por Maksimenko.

Del mejor modo posible contenía el Villarreal el ímpetu del cuadro moscovita. El conjunto de Calleja tenía sin embargo vivo el recuerdo de lo sucedido frente al Rangers, que por dos veces neutralizó su ventaja en La Cerámica. Cualquier imprevisto o infortunio puede cambiar el signo de un partido. Así ocurrió en el Otkrytie Arena. Un centro sin aparente peligro impactó en el brazo de Sansone y Zé Luis no perdonó desde los once metros, pese a que Andrés Fernández le adivinó la intención y estuvo a punto de atajar el penalti.

Si el gol de Ekambi anestesió por momentos al Spartak, el empate de Zé Luis dejó tocado al Villarreal, al que volvieron a atenazar las dudas que está arrojando en el comienzo de temporada. Le vino bien el descanso a la escuadra de Calleja, que encontró en la zurda de Fornals el antídoto perfecto para alejar fantasmas. Fusiló el ex del Málaga a Maksimenko, aprovechándose de una zaga del Spartak que no acudió con suficiente presteza a cortar una acción en el balcón del área.

Pudo sentenciar el Villarreal en una contra en la que Samu Chukwueze mostró su velocidad pero en la que le faltó una pizca de atrevimiento. Y rozó el empate Ignatov tras una prolongación de Zé Luis que no pudo embocar el prometedor mediocentro. Como Melgarejo en una acción que el árbitro anuló por un milimétrico fuera de juego. Finalmente fue el caboverdiano el que le ganó la partida a los centrales del Villarreal para instalar el 2-2. Y luego Melgarejo, autor del tanto anulado, pudo celebrar un gol que a punto estuvo de tumbar de modo definitivo al equipo español. Pero ahí estaba Cazorla para convertir el derribo sobre Funes Mori en otro empate que endulza algo el viaje a Moscú.