Mourinho-Xabi Alonso, el reencuentro

La Roma goleó la noche del jueves en la vuelta de cuartos al Feyenoord (4-1) y remontó el 1-0 adverso cosechado en terreno neerlandés. Una genialidad de Dybala, erigido en héroe en el Olímpico de Roma, forzó la prórroga en el minuto 89 y El Shaarawy y Pellegrini sentenciaron la eliminatoria en el tiempo extra.

Mourinho volverá a disputar una semifinal europea, empeñado en elevar el estatus del conjunto 'giallorosso' en el Viejo Continente. La temporada pasada, precisamente ante el Feyenoord, la Roma de Mourinho conquistó la Conference League, el primer título internacional para el club transalpino. Esta campaña el portugués tiene al equipo romano en la cuarta posición de la Serie A, que da acceso a la Liga de Campeones, y la oportunidad de clasificarse para una nueva final continental.

En el caso del Bayer Leverkusen, el equipo dirigido por Xabi Alonso no dio lugar a la sorpresa y goleó a domicilio al Union Saint-Gilloise belga (1-4). Tras su etapa en el filial de la Real Sociedad, donde consiguió el ascenso a Segunda División, en su primera gran aventura como entrenador Xabi Alonso ha transformado a un mermado Leverkusen en uno de los equipos del momento en Alemania.

El tolosarra llegó al Bayer en una situación muy delicada. El equipo del Bay Arena era penúltimo, con tan solo una victoria en ocho jornadas, a diez puntos de la zona Champions y, para más inri, eliminado en la primera ronda de la Copa alemana por el Elversberg de Tercera División. A pesar del inicio irregular, el cuadro 'aspirina' deslumbra en Liga y en Europa.

Xabi Alonso aterrizó en Chamartín en la temporada 2009-2010 procedente del Liverpool. Al finalizar la campaña sin títulos y a la sombra del Barça de Guardiola, Florentino Pérez eligió a Mourinho, campeón del triplete en ese curso con el Inter de Milán, para ser el nuevo entrenador madridista.

En las tres temporadas que estuvo el técnico de Setúbal en el cuadro merengue, Xabi Alonso fue pieza clave en el centro del campo al mantener el equilibrio en el vertiginoso 4-2-3-1 comandado por Di María, Özil, Cristiano y Benzema.

Juntos consiguieron una Liga y una Copa y devolvieron la competitividad al Real Madrid en Europa, donde el equipo blanco llegó a disputar con ellos tres semifinales consecutivas, ante Barcelona, Bayern de Múnich y Borussia Dortmund.