El Valencia acelera hacia octavos

Ahí aparece Glasgow, idóneo por el momento en el que Valencia encara la segunda competición continental, pero no tanto por las circunstancias físicas que rodean al conjunto valencianista. El cuadro ché no conoce la derrota desde el pasado 5 de enero, cinco partidos en los que ha ganado dos y ha marcado en todos menos el último ante la Real Sociedad, dato importante para afrontar una eliminatoria a doble partido y con la vuelta en Mestalla, en la que anotar en el primer duelo acercaría el pase a octavos de final. Por cerrar el capítulo de los goles: el Valencia viene viendo puerta en todos los choques que ha disputado desde el 1 de diciembre, con excepción del último.

El hándicap de la visita al Celtic lo encuentra Marcelino en la condición de su plantilla, tan mermada en cuanto a lo físico como crecida en lo emocional. Rescatado Gonçalo Guedes, que no es moco de pavo aunque le falte ritmo, el técnico asturiano pierde, de primeras, a su principal estilete en este último mes: Rodrigo Moreno. El atacante internacional español se quedó en Valencia, tal y como informó el club, debido a una contusión en el pie izquierdo. Su baja, en todo caso, preocupa más si cabe por el esguince de tobillo de Santi Mina, que relega a Kevin Gameiro como única referencia en ataque disponible.

Del resto del once de gala para Marcelino destaca la baja de José Luis Gayà, con una sobrecarga en el muslo izquierdo, y que podría ceder su sitio a Lato, zurdo como él, o al polivalente Daniel Wass. Tampoco será de la partida en la zaga Gabriel Paulista, que ya se perdió el choque ante la Real, ni Facundo Roncaglia. El flamante defensa valencianista tendría que posponer su debut europeo hasta los cuartos de final, puesto que arrastra una sanción de cuatro partidos de su anterior etapa en el Celta.

Hacer un buen papel en la Europa League, aunque ello supondría repartir esfuerzos con el torneo doméstico, se antoja necesario para salvar la temporada del centenario del Valencia. Y también la de su entrenador. Octavo en Liga y a seis puntos del Sevilla, parece imposible ya acercarse a los números que manejó la pasada campaña, por lo que los trofeos coperos (en la Copa del Rey se juega el pase a la final frente al Betis) pueden dar brillo a un curso que hasta hace un mes se iba por el desagüe. Igual que el futuro de Marcelino, que llegó a estar contra las cuerdas, y que empieza a respirar más tranquilo con los últimos resultados. Tampoco olvidan en Mestalla que el campeón de la Liga Europa accede directo a la próxima edición de la Champions, objetivo número uno del club.

Antes de mirar tan arriba deberá el Valencia deshacerse del Celtic, un equipo que se presenta en la eliminatoria intratable. Desde que perdiera el 'Old Firm' contra el Glasgow Rangers el pasado 29 de diciembre sólo conoce la victoria y no sabe lo que es encajar gol; eso sí, ha marcado 21 en siete partidos. Scott Sinclair, canterano del Chelsea y en su día fichaje millonario del Manchester City, es su principal arma desde la banda: suma dieciséis tantos entre todas las competiciones y el pasado fin de semana anotó un 'hat-trick'. Por la habilidad de Garay, Piccini, Diakhaby y compañía de frenarles a él, a Forrest, a Christie, a Burke y a Édouard pasan parte de las opciones valencianistas.

-Alineaciones probables:

Celtic: Bain, Toljan, Boyata, Simunovic, Izaguirre, Brown, McGregor, Forrest, Christie, Sinclair y Édouard.

Valencia: Neto, Piccini, Garay, Diakhaby, Lato, Coquelin, Parejo, Kondogbia, Cheryshev, Rubén Sobrino y Gameiro.

Árbitro: Ovidiu Hategan (Rumanía).

Estadio: Celtic Park (Glasgow)

Hora: 21:00 horas

TV: GOL

En Glasgow, al César lo que es del César, el Valencia tuvo facilidades para recitar la lección de Marcelino. Cada año que pasa desde que se aprobó la Ley Bosman el

Entre lo que no tenía –Rodrigo y Santi Mina- y lo que no ponía –Gameiro-, Marcelino presentó en Celtic Park una delantera inédita.

Brendan Rodgers intenta que su equipo juegue a algo que no puede. Canta a la legua y Marcelino lo sabía. Sus futbolistas lo sabían. Por eso no se deslomó el Valencia en la presión, limitándose a apretar tímidamente la salida de los centrales escoceses y la recepción de Scott Brown, eterno capitán, condecorado en la batalla y negado con la pelota. Así llegaron los primeros robos visitantes en campo local, y más pronto que tarde se sucederían las ocasiones.

La primera, en todo caso, la tuvo Wass con un cabezazo que descolgó contra pronóstico de la escuadra Bain tras un saque de banda. La segunda, ya cerca del descanso, tuvo el premio del gol y la fórmula de la noche: recuperación, contragolpe y finalización. Parejo invitó a Sobrino a un mano a mano con Cheryshev de espectador de lujo y la defensa en otros quehaceres, y el debutante, generoso él, regaló la rúbrica al ruso, que buena falta le hacen los goles.

Del paso por vestuarios nació el 0-2 con idéntica secuencia que el anterior, salvo porque se intercambiaron los papeles. Parejo ya descansaba y Coquelin, su sustituto, robó el balón en la divisoria. Wass prolongó en la izquierda para la carrera de Cheryshev y éste, agradecido con Sobrino, esperó a que llegase al remate para servirle en bandeja la diana.

Piccini pudo incluso firmar el acta de defunción del Celtic con una internada que acabó despejando Bain, antes de que Marcelino continuase con la ronda de descansos y oportunidades, como la de Guedes. Nadie en Valencia necesita tanto los minutos como él. Nadie como el Valencia necesita que él los tenga.

El Celtic, más allá de algunos centros laterales, permitidos por un Valencia relajado que hasta se concedió forzar sanciones como la de Kondogbia -que llegará a los octavos limpio de amarillas si la UEFA no interviene-, no manchó los guantes de Neto. Mestalla celebrará en la vuelta.