Denis Suárez presenta la candidatura del Villarreal

El respeto mutuo marcó un primer tiempo anodino, falto de ritmo y con sólo dos ocasiones, una por bando. Comenzó mejor el Villarreal pero enseguida los napolitanos gobernaron la situación con cierta solvencia porque impusieron su cadencia de juego. Aunque el equipo de Maurizio Sarri se presentó con numerosas rotaciones, sin titulares indiscutibles como Higuaín, autor de 24 goles en la Serie A, y el central Raúl Albiol, demostró más cuajo en ese período. Y eso que el eslovaco Hamsík, el belga Mertens y el exmadridista José Callejón, tres hombres clave, entraron muy poquito en escena.

Pudo adelantarse pronto el grupo de Marcelino, pero Pepe Reina, que regresaba a El Madrigal casi 11 años después, se rehízo de su error en una entrega y estuvo rapídisimo para salvar el disparo de Soldado. Parecía gol seguro, tras la rápida dejada de Bruno Soriano, pero el guardameta español fue un felino. En el otro área, destacar un buen centro que se paseó por el área y al que no llegó por muy poco Gabbiadini. La lesión en los isquiotibiales de Jonathan, retirado en camilla, fue la peor noticia.

El duelo creció en la segunda mitad, sobre todo a medida que unos y otros perdieron fuelle. A priori, jugar a la ruleta rusa, beneficiaba a los napolitanos porque poseen más pegada. Callejón desperdició un par de buenas ocasiones y reclamó un penalti por una mano que el juez holandés consideró involuntaria. Ante un rival partido, Sarri decidió sacar a Higuaín, el mejor '9' europeo del momento junto a Luis Suárez.

A Marcelino no le gustaba el panorama y buscó más músculo y potencia con Bakambu, en lugar de un indolente Leo Baptistao, y a Pina en vez de Trigueros. Cambios muy acertados. El congoleño, ex del Bursaspor turco, generó más inquietud en la zaga rival y dispuso de una buena ocasión. Se quedó solo pero lanzó con gran potencia y mala dirección. Llegó el momento del Villarreal en una falta cerca del área que ejecutó con gran precisión Denis Suárez. Quizá pudo hacer algo más Reina, pero fue un golpeo extraordinario. Tuvo una parecida Martens, aunque algo más cercana y con más dificultad para superar la barrera y que el balón cogiese portería, pero lanzó alto. Sigue la fiesta en El Madrigal.