El Madrid, agraviado por un chapucero sorteo que le empareja con el PSG

Más allá del superior potencial de un conjunto parisino plagado de estrellas amarradas a golpe de talonario respecto al, a priori, mucho más benévolo cuadro que marcha como tercer clasificado en la liga portuguesa, en el Real Madrid se habla de escándalo, manipulación y adulteración de la competición, tachando de ridícula la explicación de la UEFA sobre la causa de un despropósito que mancha su torneo estrella. No se la creen.

Los blancos reclamaban que, una vez adoptada la lógica decisión de repetir la rifa cuando se comprobó su carácter fraudulento, se hiciese a partir del momento en el que las cosas se torcieron, salvaguardando así su cruce con el Benfica, que había sido previo al estropicio. Súplicas que no fueron atendidas, lo que añade más pólvora a la guerra sin cuartel de Florentino Pérez con la UEFA que se desató a raíz del fallido proyecto de la Superliga.

El folletín comenzó cuando la mano inocente del exfutbolista ruso Andréi Arshavin, embajador de la final de la Champions que acogerá el 28 de mayo del próximo año el Estadio Krestovski de San Petersburgo, extrajo de donde no debía estar la bola del Manchester United como rival de un Villarreal al que no podía enfrentarse en la primera ronda de eliminatorias, puesto que ya lo había hecho en la fase de grupos, y se comprobase que a renglón seguido la papeleta de los 'diablos rojos' había sido usurpada por error del bombo de posibles rivales del Atlético, en el que sí figuraba en cambio la del Liverpool, adversario de los rojiblancos igualmente en la primera fase. La entidad que encabeza Enrique Cerezo exigió explicaciones, como hicieron otros damnificados por el dislate, y la bola de nieve de la controversia aumentó de tamaño.

Más allá de las consecuencias que pueda arrastrar, la lotería arrojó un panorama inevitable: la confrontación entre la primera y la segunda foto de los emparejamientos. A las 12:30 horas, el Real Madrid se felicitaba de su suerte, al haberse citado con el Benfica en una eliminatoria inédita en la Champions. A las 15:15, clamaba por su infortunio. El PSG, donde Mbappé y Sergio Ramos llenarán de morbo el Santiago Bernabéu, es un adversario temible para el trece veces rey de Europa, por más que el pasado reciente de sus pulsos sonría a los blancos.

Su último duelo se produjo en octavos de final de la Champions 2017-18, cuando el equipo que por entonces tutelaba Zinedine Zidane apeó al cuadro parisino doblegándole en el Santiago Bernabéu y también en el Parque de los Príncipes. Aquella fue la primera piedra de la obra que culminaría en la corona que se ciñó en el Olímpico de Kiev.

El Atlético, por su parte, se vanagloria de haber esquivado al ogro que le había tocado en primera instancia, un Bayern de Múnich que va embalado hacia la que sería su décima Bundesliga consecutiva y firmó una fase de grupos de la Champions impecable con pleno de victorias.

En su lugar, la tropa del Cholo se verá las caras con el Manchester United, una escuadra que va recuperando crédito de la mano de Ralf Rangnick, tras la crisis que vivió con Ole Gunnar Solskjaer. Los 'diablos rojos' sufren para mantener el tipo en la Premier League, pero pasaron la fase de grupos de la Champions como cabeza de serie y tienen en sus filas a la gran némesis colchonera, con permiso de Sergio Ramos: un Cristiano Ronaldo que ha marcado 25 goles en 35 partidos contra el Atlético.

El Villarreal también respiró hasta cierto punto. Porque de tener acordado un encuentro con el formidable Manchester City de Pep Guardiola, pasó a verlo rubricado con la Juventus, que vive horas bajas. Paulo Dybala y Federico Chiesa son los principales estiletes de la 'Vecchia Signora', sexta clasificada en la Serie A pero capaz de comandar un grupo de la Champions en el que rivalizó hasta la última jornada con el Chelsea por el puesto de mayor prestigio.

Los partidos de ida se disputarán los días 15-16 y 22-23 de febrero, mientras que los encuentros de vuelta se celebrarán el 8-9 y el 15-16 de marzo en los estadios de los equipos clasificados como primeros de grupo en la fase anterior de la Champions. Hay que recordar que desde esta temporada el valor doble de los goles en campo contrario queda anulado, por lo que en caso de empate global en una eliminatoria habrá que acudir a la prórroga y, de ser necesario, el enfrentamiento en cuestión se resolverá en la tanda de penaltis.