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La semana posterior a que Kylian Mbappé echase por tierra los planes de Florentino Pérez para convertir al crack de Bondy en el epicentro del Real Madrid, los blancos abrochaban la Decimocuarta en Saint-Denis con un gol de Vinicius, el futbolista que ocupaba la ... demarcación predilecta del campeón del mundo en 2018. Diez meses y 19 días después de aquella noche de mayo en la que Marcelo alzó la 'orejona' en el Stade de France, el conjunto de Chamartín está a tres pasos de conquistar la Decimoquinta en Estambul, con el carioca convertido en su buque insignia y Rodrygo haciéndose fuerte en la banda derecha, una posición ortopédica para el ex del Santos en la que también se ha desenvuelto a veces el jugador franquicia del PSG.
Los dos brasileños elevan con sus actuaciones el precio del cubierto en una mesa en la que apenas hay ya espacio para otros comensales, hasta el punto de desencadenar un movimiento en cadena que afecta a varias fichas del dominó que maneja Carlo Ancelotti y que puede alterar también la hoja de ruta del club a medio plazo.
El técnico italiano regresó a la capital de España con un encargo de Florentino Pérez: pulir a los jóvenes diamantes que había ido reuniendo el Real Madrid dentro de su estrategia para luchar contra los clubes-Estado, pero que no habían logrado derribar la puerta con Zinedine Zidane. Carletto asumió el reto y el curso pasado contribuyó a la explosión de Vinicius, decisiva para que los blancos cimentasen el cuarto doblete Liga-Champions de su historia. El estratega de Reggiolo repartió confianza, continuidad y sabios consejos al ex del Flamengo, quien dio un salto estratosférico mejorando su toma de decisiones en los últimos metros sin perder un ápice de efervescencia. También auspició el crecimiento de Rodrygo, quien está emulando esta temporada la eclosión de su compatriota tras resultar ya determinante en el mágico trayecto que culminó la campaña anterior en París.
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El paulista fue protagonista el martes en Stamford Bridge con un doblete que consolida su peso en el once de Ancelotti. Ha pasado de ser un revulsivo de lujo a convertirse en titular fijo en las grandes noches porque ofrece un registro extraordinario de recursos, derrocha tanto desborde como capacidad asociativa, tiene ojo clínico ante la portería rival y saca a relucir la mejor cara en la competición fetiche de su equipo. Quince de los 31 goles que ha marcado con el Real Madrid los ha anotado en la Champions, un torneo en el que está bendecido desde que cruzó el charco.
«No sé explicarlo, pero siempre digo que es una competición muy especial para mí», reconoció Rodrygo después de sembrar el pánico en la defensa del Chelsea en otro encuentro en el que Ancelotti movió piezas con tal de encajarle de inicio. Desde que el Real Madrid cayó por 2-1 en el clásico liguero celebrado en el Camp Nou, el ex del Santos ha sido titular en todos los partidos que han afrontado los blancos, compartiendo espacio cada vez más a menudo con Valverde y dejando atrás la pugna que mantuvo durante meses con el uruguayo por ocupar la tercera asta del tridente.
Ancelotti ha devuelto al charrúa a la sala de máquinas para acomodar a Rodrygo en el frente ofensivo junto a Benzema y Vinicius, lo que, a su vez, ha provocado que Camavinga funja como lateral izquierdo y Tchouaméni quede relegado al banquillo en las citas de relumbrón, donde Kroos y Modric siguen siendo intocables.
El de Osasco mejora cada año sus números y supera ya las cifras que consiguió el curso pasado. Disputó 49 partidos en la campaña 2021-22, pero solo fue titular en 25 de esos encuentros. Marcó nueve goles y repartió otras tantas asistencias. En la actual suma 46 choques cuando restan algo menos de dos meses de competición, ha formado de inicio en 32 ocasiones y acumula trece dianas, a las que añade diez asistencias. Unos registros que, sin embargo, no explican del todo el impacto que tiene en una escuadra que en cuatro años ha pasado de moverse al son de la 'BBC' a volar a lomos de la 'VBR'.
Benzema es el único superviviente de aquel ataque legendario y su continuidad está garantizada para el curso venidero, pero en Chamartín trabajan ya en la sucesión del vigente Balón de Oro. Endrick completa su periodo de aprendizaje en el Palmeiras con el billete expedido para viajar a la capital de España en el verano de 2024, el mismo en el que Mbappé puede activar su válvula de escape del PSG. No se puede descartar que Florentino Pérez entre entonces al trapo, pero llegado el caso el parisino deberá adaptarse a la samba de Vinicius y Rodrygo. Dos estrellas llamadas a marcar época con su fantasía, voracidad y pegada.
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