La Juventus sale viva de Do Dragao pese a su racanería

Hace más de un cuarto de siglo que el equipo italiano no levanta el máximo trofeo europeo de clubes, un torneo que el presidente de la Juve, Andrea Agnelli, quiere reformar. Agnelli, que también preside la influyente Asociación Europea de Clubes, es uno de los principales impulsores de una eventual Superliga continental y a la vez negocia con la UEFA una reforma del formato de la Champions a partir de 2024. Las negociaciones incluyen la posibilidad de disputar más partidos y más garantías de participación para los grandes clubes europeos. «Creo que es nuestro deber pensar en el futuro y garantizar que el fútbol siga siendo el mejor deporte del mundo», dijo recientemente el dirigente italiano de 45 años.

Agnelli y los dirigentes de otros pesos pesados del fútbol europeo desean un sistema que les garantice una mejor competición. El único club presente en octavos de final de la Champions que no pertenece a los cinco grandes campeonatos es precisamente el Oporto, campeón de Europa en dos ocasiones, la última en 2004.

La Juventus somete con mano de hierro la Serie A desde hace una década, pero no ha sido capaz de trasladar esa hegemonía a la escena europea en un torneo que no le es demasiado favorable, con dos títulos (1985 y 1996) y siete finales perdidas (1973, 1983, 1997, 1998, 2003, 2015 y 2017).

Esta temporada, el título europeo parece más necesario que nunca para una Juventus que tiene complicado renovar el 'Scudetto', ya que después de su derrota frente al Nápoles este pasado fin de semana (1-0), el equipo de Andrea Pirlo tiene ocho puntos de desventaja con respecto al Inter, líder de la Serie A. «Esta derrota no nos tumbará», insistió Cristiano Ronaldo. Vamos a levantar la cabeza y pensar en la Champions», añadió.

Gran parte del éxito de la Juventus recae en el ganador de cinco Balones de Oro, quien es además el máximo anotador histórico de la competición europea (134 goles) y que firmó por el equipo italiano en 2018, procedente del Real Madrid, para devolver la gloria europea a la 'Vecchia Signora'.

Cristiano Ronaldo jugará por primera vez contra un equipo portugués desde 2016, cuando el Real Madrid derrotó por 2-1 al conjunto en el que se formó CR7, el Sporting de Lisboa, en la fase de grupos de la competición. Y su última visita al Estadio do Dragao fue en los cuartos de final de la Champions de la temporada 2008-2009, cuando el Manchester United venció por 0-1 (2-2 en Old Trafford) para eliminar a los portugueses con gol del crack de Madeira. Fue un misil desde 35 metros el que tumbó al Oporto, un tanto que le valió a Cristiano Ronaldo el Premio Puskas al mejor gol del año. Ese fue uno de los cuatro tantos que ha marcado Cristiano Ronaldo en doce enfrentamientos contra equipos portugueses en la Champions.

El Oporto, además, no llega a la cita en su mejor momento, ya que ha visto alejarse sus opciones de conquistar la liga portuguesa tras sumar cuatro empates en sus últimos partidos, quedando a diez puntos del líder, el Sporting de Lisboa, tras la última jornada.

«Espero ganar, pero sabemos que va a ser muy duro», ha declarado del veterano defensor Pepe, que se reencontrará con Cristiano Ronaldo, pero ahora como rival, después de haber compartido el vestuario del Real Madrid desde 2009 a 2017 y en muchas otras ocasiones con la selección portuguesa.

«En mi opinión, tienen al mejor jugador del mundo, que es Cristiano Ronaldo», añadió el defensa de 37 años, quien recordó: «Nunca he jugado contra él». «Será un partido especial, pero más ser un Oporto-Juventus que un Pepe contra Ronaldo. Y el Oporto nunca ha ganado a la Juventus, así que esperemos que sea la primera vez», concluyó Pepe.

La Juventus coqueteó con el desastre en Do Dragao hasta que un gol de Chiesa en la recta final del partido le permitió salir viva del estadio del Oporto.

Un final sin duda inmerecido por los méritos y deméritos de que hicieron gala unos y otros a los largo de los primeros 90 minutos del cruce. Porque

El pleito levantó el telón con

La desventaja forzó a la Juventus a tomar el mando del encuentro, pero la escuadra piamontesa padecía en la zona de creación ante uno de los cuadros con mejor arquitectura defensiva de la Champions. Ofuscado de nuevo en la salida, Betancur estuvo a punto de propiciar el segundo del Oporto con otro fallo imperdonable, pero el disparo de Sergio Oliveira se marchó alto. Por ahí estaba el flanco débil de la 'Vecchia Signora', que echaba de menos a Arthur en la circulación.

El juego ramplón de la Juventus demandaba un tirón de orejas en el paso por la caseta. Pero si lo hubo, estuvo lejos de surtir efecto. Porque si en la primera parte el conjunto italiano salió dormido,

Intentó Pirlo enmendar el estropicio recurriendo a Morata por un intrascendente McKennie. La entrada del delantero español dio aire al ataque de la Juventus, que subió líneas en busca de un gol que elevase su crédito para la vuelta. Lo logró de forma inopinada, con

La diana espoleó a la Juventus, que tuvo el empate en un mano a mano de Morata que ganó Marchesín. El ex del Atlético parecía en fuera de juego y seguramente el tanto se hubiese anulado de subir al marcador, pero el susto recordó al Oporto que convenía mantener el botín, aunque menguado, antes de exponerse a perderlo. Conservó al menos parte de lo ganado. E incluso pudo dar gracias de que