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Hay un poco de José Mourinho en Julian Nagelsmann, quien, a sus 32 años, está logrando proezas en el banquillo del Leipzig. El prometedor técnico alemán se enfrenta este miércoles al carismático portugués del Tottenham, en una ida de los octavos de final de la ... Liga de Campeones con aspecto de choque generacional. Nagelsmann reunía todas las cualidades para ser el heredero ideal de Mauricio Pochettino en el equipo inglés. El entrenador del Leipzig aboga por unas ideas en términos de presión, ataque y juego muy similares a las que marcaron las horas gloriosas del argentino en los 'Spurs'. Sin embargo, cuando el encanto de Pochettino se evaporó, el club inglés buscó en noviembre un perfil más experimentado y de ideas muy diferentes: José Mourinho, que a los 57 años se impacientaba por volver a la Premier League después de su despido del Manchester United en 2018.
Nada menos que 25 años y todo un palmarés separan a ambos técnicos, pero a la cabeza del Leipzig, Nagelsmann sigue los pasos de Mourinho, que también fue considerado una joven promesa y conquistó la primera de sus dos Ligas de Campeones, en 2004 con el Oporto, con tan sólo 41 años. El alemán se hizo un nombre al lograr que en tres temporadas (de 2016 a 2019) el modesto Hoffenheim pasara de luchar por la permanencia a clasificarse para la Champions. Para el Leipzig, creado desde cero por Red Bull en 2009 y al que llegó el pasado verano, Nagelsmann era la pieza que faltaba para agitar a la aristocracia de la Bundesliga y a su rey, el Bayern de Múnich. Su matrimonio era evidente mucho antes de hacerse oficial su contratación.
«Es como cuando sales de fiesta estando soltero y nunca encuentras a una chica. Pero si vas a una discoteca con tu novia hay bastantes que te quieren», declaró Nagelsmann en una entrevista con 'The Independant'. El acoplamiento entre un técnico audaz y una plantilla joven y llena de energía fue rápido. En estos momentos el Leipzig marcha segundo en la Bundesliga, a un punto del líder Bayern, y disputará los primeros octavos de final de Champions de su historia.
Por tanto, en todos los aspectos la experiencia estará del lado de los 'Spurs', dirigidos por un doble campeón de la Liga de Campeones y que cada año ha ido un poco más lejos en la competición durante las tres últimas campañas. «José tiene la experiencia de todo tipo de situaciones. Ha dirigido tantos partidos de eliminación directa que siempre sabe qué hacer si su equipo domina, es dominado, recibe un gol pronto, necesita marcar al final del partido... Los únicos duelos de eliminación directa que conozco son los de la Copa de Alemania», que se juega además a un solo partido, señaló Nagelsmann.
Sin embargo, en los últimos años las actuaciones de Mourinho en Liga de Campeones no siempre han sido buenas. El luso no ha pasado de octavos desde 2014, ya sea con el Chelsea o con el Manchester United, en unos enfrentamientos con un enfoque muy conservador, su marca de fábrica. Es una de las razones por las que Nagelsmann rechaza el sobrenombre de 'Baby Mourinho' que le pusieron cuando se encargaba de las categorías inferiores del Hoffenheim, por su atención en los detalles.
Desde su llegada a los 'Spurs', la defensa sigue siendo el punto débil del Tottenham, encajando al menos dos goles en nueve partidos de veinte. La fractura en el brazo derecho del delantero surcoreano Son Heung-min -Mourinho teme que se pierda lo que resta de temporada- podría tener un impacto importante en el partido, al quedarse los londinenses sin una de sus principales armas al contragolpe.
Con Nagelsmann, el Leipzig es, por su parte, un equipo que quiere tener la posesión (54% de media), aunque es capaz de ceder el balón al rival cuando se mide a los grandes, como el Bayern de Múnich, el Borussia Dortmund o el Bayer Leverkusen. ¿Qué dosis de 'respeto' mostrará el discípulo con el maestro? Esa será una de las lecciones del partido de ida.
El
Superó el alumno al maestro en un duelo de estrategas desde los banquillos que contraponía la experiencia y el palmarés del luso al carácter intrépido del teutón, al que los grandes de Europa cortejan sin éxito por el momento, sabedores de que
Vertical desde el minuto uno, con triangulaciones al primer toque a la velocidad del rayo, mucho desborde por los costados, dos pivotes tan sólidos en la contención como finos en el pase y un juego entre líneas que resultó casi siempre indescifrable para los zagueros del Tottenham, el Leipzig asaltó el rutilante feudo de los 'spurs' y encarará con la moral reforzada la visita del conjunto inglés al Red Bull Arena, donde un equipo que hace una década gateaba por la quinta categoría del fútbol alemán buscará
Tottenham
Lloris, Aurier, Alderweireld, Sánchez, Davies, Gedson Fernandes (Ndombele, min. 64), Winks, Lo Celso, Bergwijn, Dele Alli (Lamela, min. 64) y Lucas Moura.
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RB Leipzig
Gulasci, Mukiele, Klostermann, Ampadu, Halstenberg, Angeliño, Sabitzer, Leimer (Forsberg, min. 83), Nkunku (Haidara, min. 74), Werner y Schick (Poulsen, min. 77).
Gol: 0-1: min. 58, Werner, de penalti.
Árbitro: Cüney Cakir (Turquía). Amonestó a Lo Celso, Sabitzer, Werner, Davies, Nkunku y Lamela.
Incidencias: Partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Tottenham Hotspur Stadium.
Ponía a prueba el mermado ataque del Tottenham a una improvisada línea de tres centrales con el joven Ampadu escoltado por dos laterales como Halstenberg y Klostermann, reconvertidos a la fuerza por las ausencias de Upamecano, Konaté y Orban. Pero
Haciendo honor a la bebida energética que lo sustenta y al estilo valiente del que le ha imbuido su técnico,
Venía el Leipzig de una mala racha de resultados, que no de juego. Pero los toros rojos, neófitos en octavos de la Champions, se sobrepusieron a su falta de tablas con osadía. No se arredraron ni ante el vigente subcampeón de Europa, desbordado al calor de su propia hinchada por el
Con Angeliño erigido en una suerte de extremo que daba mucha más profundidad por el costado izquierdo que Mukiele por el flanco derecho, la ubicación entre líneas de Nkunku y Werner desajustaba de continuo al equipo de Mourinho, forzado a un permanente ejercicio de supervivencia. Rozaron el gol Schick en un cabezazo a la salida de un córner que se fue por centímetros y
Fuego a discreción del Leipzig frente a un Tottenham que amenazaba a la contra. Un centro tenso desde la derecha de Gedson que no cazó Dele Alli por el canto de una moneda fue la mejor ocasión de los locales en un primer tiempo en el que el cuadro germano dispuso de
Trató de recomponer a sus tropas Mourinho en el vestuario. Sometido al rodillo alemán antes del intermedio, el Tottenham pudo adelantarse en un centro de Bergwijn que tocó Lucas Moura lo justo para forzar una formidable intervención de Gulasci. Mero espectador en los primeros 45 minutos, el arquero tiró de reflejos para abortar un gol que hubiera sido tremendamente injusto atendiendo a los méritos de unos y otros, al igual que repelería luego un par de faltas botadas por Lo Celso con mucha pimienta.
Pero el paso adelante del Tottenham fue apenas un espejismo y el Leipzig encontró por fin el botín que el fútbol le debía. Barrió Davies con la rodilla a Leimer cuando el pivote incursionaba en el área dispuesto a cañonear. No titubeó Timo Werner, que desde los once metros selló su
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