El Manchester City vuelve a dar miedo

«El Liverpool es primero, pero quedan nueve jornadas», dijo Pep Guardiola el pasado 31 de marzo tras el tibio empate sin goles de su equipo en el Emirates contra el Arsenal. El técnico de Santpedor avisó ese día a los detractores y sacó el paraguas, siempre a mano en Mánchester, para recibir una lluvia de críticas que iba a caer por todos los lados. Su equipo fue inoperante en ataque, se alejaba de la cabeza de la Premier League, no encontraba a Haaland, era una sombra de lo que fue y tenía por delante un calendario diabólico con todas las fechas marcadas en rojo. Era una tormenta perfecta que precisaba una reacción digna de un conjunto campeón.

Esa reacción ha llegado en apenas una semana. Y es que el Manchester City vuelve a dar síntomas de ser ese equipo que meses atrás conquistó el triplete con la consecución de la Champions, la Premier League y la FA Cup. El miércoles barrió al Aston Villa por 4-1 en el Etihad con un festival de Phil Foden, 'hat-trick' incluido, y este fin de semana hizo lo propio a domicilio para superar por 2-4 al Crystal Palace en una exhibición coral en la que Kevin De Bruyne fue el director de orquesta.

El belga, que contribuyó con dos goles y una asistencia, es la sonrisa de un equipo que poco a poco ha ido encontrando su mejor versión. Guardiola ha mantenido la estructura pese a la marcha de jugadores importantes como Mahrez, Cole Palmer o Gündogan y ha ido dando más peso a nuevos futbolistas que renueven el hambre del grupo. Así han aparecido Matheus Nunes, Doku, Rico Lewis, Oscar Bobb, Kovacic o Gvardiol, jugadores que cada vez están más en los planes del de Santpedor y que completan una plantilla que ha atravesado diferentes baches, pero que sabe que ha llegado la hora de competir.

El City sabe que toca pisar el pie del acelerador porque la situación actual no difiere demasiado de la que tenía hace un año en la antesala de lograr el triplete. Para entonces, los 'sky blues' habían recibido críticas por sus errores defensivos y estaban inmersos en una persecución sin cuartel sobre el Arsenal de Mikel Arteta, líder destacado de la Premier League durante casi todo el curso. Era un City irregular por momentos y que además desdoblaba esfuerzos en la FA Cup con el objetivo de meterse en la final de Wembley ante el Manchester United y en la Champions, donde le esperaba una batalla épica ante el Real Madrid, su kryptonita en las competiciones europeas.

Ese marco, cosas del destino, se repite de nuevo. El City no ha sabido sacar el rodillo a lo largo de toda la temporada, pero ha logrado mantenerse vivo en la pelea por la Premier League con el Liverpool y el Arsenal y avanzar rondas tanto en la FA Cup, donde ya está en semifinales, como en la Champions. Ha sabido esperar su momento y este ha llegado en abril con el resurgimiento de sus mejores hombres.

Prácticamente todos los disponibles están en un gran momento. Rúben Dias cada vez tiene más jerarquía en la zaga, Rodrigo se ha convertido en el mejor centrocampista del planeta, Bernardo Silva y Foden siguen siendo determinantes y De Bruyne está cada vez más cerca del tono físico que le llevó a figurar en el podio del fútbol mundial. Hasta Haaland ha dejado atrás su falta de puntería de principios de año con su gol al Crystal Palace. Es el regreso de un City que vuelve a dar mucho miedo.