El Leipzig reacciona a tiempo ante el City y llegará vivo al Etihad

Guardiola cuenta con toda su plantilla a disposición, con la única duda sobre el estado físico del central John Stones, lo que abriría las puertas del once a Laporte. El técnico catalán está apostando en los últimos tiempos por un esquema táctico con tres centrales y extremos como carrileros muy ofensivos, poblando la medular con jugadores de buen pie y con el insaciable Haaland como referencia ofensiva. El noruego es la pieza ofensiva angular 'sky blue', tanto por la capacidad de remate con la que resulta demoledor como generando espacios para sus compañeros de segunda línea a través de su intimidante presencia.

El Leipzig de Marco Rose es una buena piedra de toque 'citizen'. El teórico favoritismo inglés es incuestionable, pero la derrota del pasado curso en el Red Bull Arena en la fase de grupos sirve de advertencia. También el tropiezo del Real Madrid en el mismo escenario esta misma temporada (3-2). Y es que el conjunto de las bebidas energéticas ha ido creciendo esta campaña, en la que un mal inicio en la Bundesliga lo ha corregido hasta situarse a un solo punto de la zona Champions, su lugar natural, y a cuatro del liderato que comparten en Bayern, el Dortmund y el sorprendente Unión Berlín.

Recupera el Leipzig a Christopher Nkunku, lesionado antes del Mundial y que tuvo sus primeros minutos en la contundente victoria del pasado sábado frente al Wolfsburgo (0-3). El delantero francés carece todavía del ritmo de competición necesario para un envite como este, por lo que en principio partirá desde el banquillo y será el portugués André Silva el elegido en la punta del ataque germano. Está descartado el internacional español Dani Olmo por una rotura de fibras, aunque el retornado Timo Werner y el sueco Forsberg completan un buen frente de ataque, sin olvidar la jerarquía en defensa del central croata Gvardiol, en la agenda de media Europa tras su extraordinario Mundial.

Hay eliminatoria entre Leipzig y Manchester City. Pese a una primera parte de total dominio 'sky blue' que amenazó con dejar todo resuelto para la vuelta en el Etihad, la reacción germana tras el descanso propició una total igualdad de fuerzas antes del asalto definitivo en suelo inglés por una plaza en cuartos de final. El tanto del croata Josko Gvardiol, imparable en el juego aéreo, compensó el de Riyad Mahrez, fruto de una gran jugada combinativa.

El City, siempre inclinado a dominar los partidos desde la posesión de balón, se hizo dueño de la pelota desde el primer momento. Paciencia inglesa para hallar la grieta en el entramado defensivo del Leipzig, muy bien ordenado. Pese a su insistente circulación de balón, el equipo de Guardiola encontró su primer camino hacía la portería rival a través de un cabezazo blando de Rúben Dias tras un saque de esquina. Eso y un remate lejano muy alto de Rodri fueron las mayores amenazas 'citizens' en el primer tramo del partido. Mucho control pero poco vértigo.

El Leipzig necesitaba una presión más agresiva para cortocircuitar el plácido juego de to que rival, pues bajo ese guion todo conducía hacia la ventaja visitante. Así fue como el 0-1 cayó por su propio peso. Laimer erró en la salida de balón, Grealish metió el pase, Gündogan la dejó pasar y Mahrez no perdonó ante Blaswich. Sensación de comodidad para el City, que pudo encarrilar la eliminatoria en un testarazo desviado de Rodri y en un disparo de Grealish.

Aplaudía Guardiola desde la banda, con su plan perfectamente plasmado sobre el césped y sin que su equipo hubiera sufrido lo más mínimo en una primera parte de dominio aplastante. Ni una transición destacable del Leipzig, absolutamente sometido. Solo lo ajustado del resultado animaba al equipo germano, al que al fin y al cabo un solo gol metía en la eliminatoria. Algo cambió en el descanso Marco Rose en su equipo, que fue otro en el inicio de la segunda parte.

Hasta en dos ocasiones tuvo el recién entrado al partido Henrichs la igualada. Y es que sufre el City en el ida y vuelta, pues Guardiola valora por encima de todo el control de los partidos. Le costó a su equipo bajar de nuevo las pulsaciones del duelo a través de largas posesiones para así reducir el ardor del Leipzig. Ya con Nkunku sobre el terreno de juego, su compañero Szoboszlai ensayó su gran golpeo desde la distancia y Ederson desvió con apuros. Fue la acción inmediatamente anterior al empate, que llegó con una demostración de poderío aéreo de Gvardiol, un titán defensivo pretendido por media Europa.

La igualada hizo reaccionar al City, desbordado desde el descanso. Grealish aceleró y Gündogan se topó con Blaswich en su remate. Estuvo cerca de llegar al balón rechazado Haaland, que poco antes había metido en el cuerpo del rival por primera vez en todo el partido con un remate ligeramente desviado. Poco del noruego en el Red Bull Arena. Lo cierto es que ambos equipos aceptaron al final el armisticio a la espera de la batalla decisiva en Mánchester.