Ben Yedder pone líder a un Sevilla de Champions

Enfrente tendrá a un Maribor que logró otro empate ante el Spartak de Moscú dando pruebas de que no será tan fácil como esperan los otros clubes vencer al equipo balcánico. Entre su plantilla cuenta con hombres como Ahmedi y Hotic, que son buenos centrocampistas con capacidad para generar un buen fútbol si así lo desean. Por otro lado, el equipo del sureste europeo tiene en el contragolpe su principal arma. Son conscientes de sus limitaciones pero aprovechan sus escasas virtudes al máximo, prueba de ello es que han empatado cuatro de los siete encuentros de 'Champions' que llevan disputados en su historia. Saben que su objetivo es conseguir resultados cortos e intentar llegar al final del duelo con posibilidades de dar la sorpresa.

Para evitar que el Maribor consiga su objetivo y no sea el Sevilla el responsable de dar la sorpresa negativa para los equipos españoles en la Liga de Campeones, Berizzo pondrá en lisa su esquema clásico de rotación donde todos salgan enchufados. Una táctica que le ha ido bien hasta el momento que perdió ante el Atlético el pasado fin de semana y por lo que recibió sus primeras críticas. «Entiendo que puedan surgir dudas pero hay que recordar que estamos en el inicio de la temporada y de momento llevamos unos resultados muy positivos, no tan negativos», recordó el argentino lanzando un claro dardo a sus críticos. Dentro de la plantilla, bien es cierto, es que muchos jugadores tampoco entienden tanta rotación, ya que algunos profesionales creen que tantos cambios perjudica al conjunto. El que no puede estar es Carole, que no fue inscrito para esta fase de Champions.

Sea con muchos cambios o pocas rotaciones, la realidad es que el Sevilla está en la obligación de vencer como local a un Maribor que lo intentará poner lo más difícil posible. De no conseguirlo, otro empate daría al traste con la planificación sevillista nada más comenzar la temporada. Un problema que no puede permitirse el presupuesto de un club como el hispalense.

Venció el Sevilla en su segundo partido en la Liga de Campeones a un Maribor débil que apenas inquietó a la portería de Sergio Rico. El 3-0 final resume a la perfección lo que fue el duelo: un solo equipo sobre el terreno de juego con un jugador, Ben Yedder, que demostró por qué es la apuesta para la delantera sevillista. El 'hat trick' del delantero francés aupó al liderato a los hispalenses, que hicieron bueno el empate que cosecharon en la primera jornada en tierras británicas ante el Liverpool. Ahora los sevillistas dependen de sí mismos para clasificarse para los octavos de final, aunque aún queda mucho camino por recorrer. La máquina de Berizzo esta vez sí funcionó a ritmo de un 'Mudo' Vázquez que hizo jugar con soltura el centro del campo sevillista.

Saltó el Sevilla a un Sánchez Pizjuán lleno con la esperanza de colocarse como líder de su grupo en la Champions. También buscaban los hombres de Berizzo resarcirse de su primera derrota de la temporada el pasado fin de semana en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Enfrente estaba uno de los rivales más apetecibles para poder lograr tal objetivo. El Maribor se presentó en la capital de Andalucía como un equipo aguerrido pero con muchas carencias propias de quien sólo está en la máxima competición como espectador invitado a la obra de teatro. De ahí que en la primera mitad dos tantos de Ben Yedder dejaran casi sentenciado el duelo. En prácticamente 10 minutos el delantero francés del Sevilla marcó convirtiéndose en el máximo realizador del equipo esta campaña. El primero lo hizo a placer tras una gran jugada personal de Correa; el segundo, al aprovechar un pase magistral del 'Mudo' Vázquez.

Dos jugadas aisladas dentro de un esquema sevillista que no termina de encajar para la plantilla, porque Berizzo no parece transmitir la misma energía de Sampaoli. El juego y la forma de mover el balón con respecto a la temporada pasada es una losa para algunos hombres importantes del plantel. Para la segunda mitad se mantuvo el 'status quo' del comienzo. Un Maribor con ganas pero sin ideas, sólo con Tavares como hombre peligroso y que quería agradar en la noche Champions. Por su parte, el Sevilla jugaba con tranquilidad, a veces con parsimonia excesiva, para tratar de dormir el encuentro y rematarlo en alguna contra. Algo que ocurrió, con quién si no, de nuevo con Ben Yedder. Con su triplete particular, el punta demostró estar en racha y apuntilló a los eslovacos, que no opusieron demasiada resistencia. El Sevilla se coloca así líder de su grupo.