No diga revulsivo, diga Llorente

En 45 minutos, el riojano abrió huecos, estuvo a punto de anotar el segundo que evitó Onana pero cuyo rechace aprovechó Moura y dio mordiente a un equipo anodino hasta esa segunda mitad. Otra aparición estelar y una final de Liga de Campeones, la segunda para el rinconero, después de la que perdió contra el Barça en el 2015 cuando defendía la camiseta de la Juventus.

Tras el encuentro, el riojabajeño atendió a los micrófonos de El Larguero, de la Cadena Ser, donde demostró su felicidad. «Esto es increíble. Es una fiesta, una locura», aseguró antes de entrar a analizar la segunda mitad del encuentro, en la que él fue protagonista. «No teníamos nada que perder, hemos dicho que había que salir a por todas. Dijimos que si somos capaces de meter un gol, vamos a tener opciones. Y así ha sido. Hemos metido el primero, a ellos les ha entrado el miedo en el cuerpo, hemos seguido peleando hasta el final y hemos tenido la suerte de meter otro y ahí sí que nos ha costado un poco meter el tercero. Pero el último gol ha sido increíble», sentenciaba.

Y se acordaba de ese segundo tanto que pudo ser suyo: «Ha sido increíble, porque en el segundo el portero me ha hecho un paradón en la misma boca de gol. Menos mal que lo ha metido luego él porque me quería morir».

Ahora, la final contra el Liverpool dibuja un duelo inglés por la Liga de Campeones once años después. Para Llorente será una nueva oportunidad de demostrar su valía, aunque Harry Kane, tras superar sus problemas físicos, estará disponible, lo que cierra las puertas del rinconero. Pero viendo su capacidad de revolucionar los partidos, jamás se puede descartar que su presencia valga una 'orejona'. Después le tocará pensar en el futuro, algo incierto, ya que desde diciembre las puertas del Athletic se le han abierto. Aunque a los 34 años nunca se sabe. Pase lo que pase, qué mejor forma que llegar al verano con una Champions debajo del brazo. Llorente lo resumía en El Larguero: «No sé, a ver lo que pasa, porque mi futuro está más en el aire que... La verdad es que no tengo ni idea lo que voy a hacer, que sea lo que Dios quiera».