El Dortmund atropella a la carrera al Atlético

El partido, el primero del doble enfrentamiento, dirimirá el liderato del grupo, después de que ambos venciesen a Mónaco y Brujas. En el bando Atlético vuelve Diego Costa, superadas sus molestias musculares, que vive una campaña curiosa: ha marcado tres tantos en las competiciones de clubes de la UEFA este curso (además del 'doblete' en la Supercopa en Tallin ante el Madrid), pero no marca en Liga desde el 25 de febrero acumulando 16 partidos ligueros sin cantar un gol. Cholo tiene la baja de José María Giménez por lesión por lo que Diego Godín, estará en el centro de la defensa pese al regreso de Stefan Savic, y Thomas Lemar ocupará una de las bandas en un centro del campo con Saúl, Rodri y Koke para prolongar bolas a Antoine Griezmann, del que Lucien Favre, entrenador del Borussia Dortmund, destaca «la eficacia porque es muy inteligente, necesita pocos contactos de balón, lo recibe y dispara y todo el mundo queda sorprendido. Además también marca goles de cabeza y es peligroso en lanzamientos de falta».

El técnico suizo recalca que «el Atlético está desde hace seis o siete años entre los mejores equipos de Europa. Ha llegado hasta la final de la Liga de Campeones y no en un año excepcional sino como resultado de un rendimiento constante y se ha reforzado muy bien este año», opinó. El Atlético espera poder asustar un Dortmund líder de la Bundesliga y que aún no conoce la derrota (ocho victorias y dos empates) tras hacer de su estadio un fortín: pleno de triunfos (cinco) con sólo cinco goles en contra y 21 a favor.

Varios de ellos de un Paco Alcácer que mantiene un ritmo anotador estratosférico: uno cada... 29 minutos. Y es que lleva once goles en los últimos siete partidos, siete con la camiseta de su club en los mismos remates a portería. Siete tantos en ocho jornadas de la Bundesliga sin jugar un sólo partido completo, siendo el 'hat-trick' frente al Ausburgo la media hora más loca de su carrera. Ante el Stuttgart sí fue como titular pero se quedó en la caseta en el descanso por unas molestias en un muslo. «Es un poco de todo; la suerte, la confianza en mí mismo, la confianza del entrenador, los minutos y sobre todo el trabajo cotidiano», explica con humildad.

Su cesión, en la que el Dortmund cuenta con una opción de compra de 23 millones que está decidido a ejecutar, le ha devuelto la confianza a este padre primerizo (su hija Martina tiene 8 meses) que se marchitó en el banquillo del Barcelona. Alcácer, que dedica cada gol a su padre fallecido en Mestalla a los 44 años en 2011 tras ver en directo su segundo partido con el Valencia, «está siempre donde un delantero tiene que estar», cree Roman Bürki, portero del Dortmund mientras que Marco Reus sólo espera que «siga manteniendo esa cuota que ayuda mucho al equipo».

El capitán, histórico objetivo de los rojiblancos y también en racha con cinco goles en sus últimos cinco partidos, reconoce que habla con el valenciano en inglés (ya que su español es casi tan escaso como el alemán que habla Paco), pero que los automatismos están funcionando. Reus vaticina que ante el Atlético habrá pocas ocasiones y que aprovecharlas será clave en un duelo donde necesitará «paciencia» ya que cree que el cuadro madrileño «defiende extremadamente bien». El Dortmund tiene las bajas seguras del central Manuel Akanji, del lateral izquierdo Marcel Schmelzer y el centrocampista Marius Wolf.

Para ambos el encuentro será una especie de barómetro para saber dónde está el nivel real del Atlético, que sólo ha perdido uno de sus últimos 16 choques en competiciones continentales (11 triunfos y 4 empates), y un Dortmund, líder al tener una diferencia de goles mejor que su rival, que no pisa una final continental desde la campaña previa a la primera final de Champions de la era Simeone porque solo ganó 1 de sus últimos 11 partidos de Champions (tres empates y siete derrotas) en los años previos. De hecho, en la 17/18 sólo logró dos puntos para terminar siendo eliminado en la Europa League por el Salzburgo.

El 4-0 final quizá fue un resultado algo inflado pero al Atlético le aplastó el ritmo de Dortmund. El fútbol ya era vertiginoso en el antiguo Westfalenstadion. Este Borussia mantiene la herencia dejada por Jurgen Klopp y apuesta por el 'rock and roll'. Gusta el ida y vuelta de modo rápido, algo que no entusiasma así de salida a un hombre como Simeone que apostó de inicio por Thomas en lugar de Rodrigo. La idea era tener mayor músculo con el ghanés, capaz de aportar en ataque y defensa más que el madrileño, el hombre que equilibra al resto. Consciente de que el empate entre Brujas y Mónaco ha allanado el camino hacia los octavos a ambos saltaron al césped pensando casi incluso en el primer puesto de grupo. No arrancó mal el Atlético, que dominaba y generaba llegadas con balones largos a Costa y Griezmann cada vez que recuperan la pelota en su área aunque Abdou Diallo respondió con mucho acierto.

Entonces Koke perdió una bola con Reus, eso provocó una amarilla para Thomas y el centro del campo se diluyó: Lemar llegaba tarde, Saúl no se sentía agusto y Koke sólo corría persiguiendo rivales. Empezó a no tener la pelota, los errores se multiplicaban y el Dortmund comenzó a pisar el área de Oblak gracias a la aparición de Reus y las llegadas de Achraf, cedido por el Madrid, que disfrutaba dejando rivales atrás por velocidad. Hasta Diego Costa, que se fajó, salvó de modo acrobático una pelota peligrosa a la espalda de Filipe Luis, costado hacia el que volcaba el ataque el cuadro amarillo. Ofensivamente Costa poco más podía hacer que perseguir bolas de sus compañeros con el equipo muy replegado. Acabó enfrentado con todos. Lo que debería ser una opción pasó a convertirse en un peligroso plan, quizá pensando en que el empate no era mal botín. Ese paso atrás le condenó.

4-0. Debacle del Atlético de Madrid en Dortmund.#ChampionsMLC pic.twitter.com/1q4GewBV6S

— La Casa del Fútbol en Movistar+ (@casadelfutbol) October 24, 2018

Pulisic hizo un par de jugadas maradoniana y Lemar llegó tarde en un duelo con Piszczek que le hizo ganarse una amarilla. Nada pintaba bien hasta que el Dortmund acertó con la meta rival en un rebote. Achraf hizo un slalom Witsel controló la pelota en la frontal, pudo disparar y la bola del belga acabó en la red tras tocar en Lucas. Un gol feo, que pilló a Oblak con el pie cambiado, pero que Zagadou tuvo la opción del segundo en un córner. El equipo de Favre adora estar por delante -sólo ha cedido dos empates en esta campaña- y aprovechar los espacios que deja el rival. Necesitaba un parón el Atlético y el descanso le vino bien para reordenarse.

La aparición de Rodrigo modificó el panorama: liberó a Saúl, que jugando más arriba generó tres opciones de gol con su cañón izquierdo: primero con un tiro ajustado al poste tras el córner y después a la cruceta, más tarde obligando a Burki. Tuvo el Dortmund el 2.0 pero a Reus se le cruzó Achraf cuando iba a golpear a bocajarro ante Oblak. Entonces Cholo optó por un cambio de esos que dejan ojipláticos a los aficionados: retiró a Saúl, que había provocado tres ocasiones de gol, por el agitador Correa.

Antes de que el argentino hubiese podido interaccionar llegó el segundo local en una transición espectacular al primer toque entre Dahoud, el eléctrico Achraf y Guerreiro. Balas amarillas imposibles de frenar para los defensas atléticos, irreconocibles y no sólo por la camiseta turquesa. Le puso corazón para intentar una remontar heroica aún a riesgo de descuidar su orden. Así, Burki que despejó al palo un mano a mano de Correa y Griezmann desperdició otro que hubiese agitado el encuentro, que murió tres minutos después con otra veloz contra llevada por Achraf y que finalizó el joven Sancho.

Verse 3-0 desmoralizó al Atlético, al punto que Filipe se desconectó del partido y regaló el cuarto al intentar hacer un cambio de juego con la derecha que se convirtió en una asistencia perfecta para que el Dortmund hiciera el cuarto. Una goleada inaudita en la era Simeone, que nunca había perdido por cuatro goles de diferencia desde que está en el banquillo.

De hecho, no perdía por semejante diferencia desde un 5-0 contra el Barcelona en 2011 meses antes del Cholo, con Gregorio Manzano en el cargo. En cualquier caso, con la clasificación aún cercana, siempre hay motivos para el optimismo: hace 22 años la 'orejona' la levantó meses más tarde el equipo que perdió este mismo encuentro en la fase de grupos...