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DANIEL PANERO
MADRID
Miércoles, 26 de octubre 2022, 01:35
Un milagro. Eso es lo que necesita el Barcelona este miércoles para seguir vivo en la Liga de Campeones. El conjunto que dirige Xavi Hernández se mide al Bayern de Múnich en el Camp Nou con la obligación de lograr los tres puntos y con ... la necesidad de que, dos horas antes, el Inter de Milán no se haya impuesto al Viktoria Pilsen en San Siro. Si el equipo italiano gana a los checos no habrá más cuentas que hacer y los azulgrana disputarían por segunda temporada consecutiva la Europa League.
«Estamos en una situación muy incómoda y hay muchos números para que no pasemos, pero tenemos una pequeña esperanza, que es lo último que se pierde. No dependemos de nosotros mismos, esa es la desgracia», aseguró Xavi este martes en la rueda de prensa previa al partido de su equipo frente al Bayern de Múnich. El técnico de Tarrasa es consciente de que los suyos necesitan un milagro para seguir vivos en Champions, pero sabe también que a su equipo le urge imponerse a un rival importante en Europa para seguir ganando confianza en este tipo de citas. «Tenemos que demostrar que podemos estar al nivel de estos equipos», añadió.
Y es que el partido ante el Bayern es una final por lo que hay en juego y lo es también porque el Barça llega herido en el orgullo. Los de Xavi necesitan ganar de una vez por todas ante un equipo de peso en el panorama europeo para demostrarse a sí mismos que son capaces de competir ante rivales directos por los títulos. Es el caso de un Bayern que fue el primero en bajar de la nube a los culés antes de que el Inter de Milán, en dos ocasiones, y el Real Madrid en el clásico dispararan todas las dudas en torno al nuevo proyecto.
Para acabar con esas dudas, Xavi no podrá contar por lesión con Ronald Araujo, Sergi Roberto, Andreas Christensen y Memphis Depay, que sigue ultimando el proceso final de su recuperación. Estas ausencias condicionarán un once en el que Bellerín regresa al carril diestro, De Jong ocupa el puesto del renqueante Gavi en un centro del campo que completan Busquets, Kessie y Pedri, con Dembélé y Lewandowski en la punta de lanza. Xavi repite así el sorprendente 4-4-2 que le sirvió para imponerse al Athletic y que puede ser una nueva variante para acabar con el problema de las transiciones defensivas.
Enfrente estará un equipo que sabe como pocos meterle mano al Barcelona. El Bayern ha protagonizado algunas de las noches más sonrojantes del conjunto azulgrana en Europa y viaja al Camp Nou con la idea de rematar la faena en una fase de grupos que hasta ahora ha sido un paseo militar para los de Julian Nagelsmann. Los germanos han sumado los doce puntos que han disputado y una nueva victoria o que el Inter no gane les serviría para asegurar una primera plaza que ha sido prácticamente suya desde que se diera el pistoletazo de salida a la máxima competición continental.
El Bayern ha mostrado su mejor versión en Champions, pero en la Bundesliga ha demostrado que en este momento es un gigante con pies de barro. Ha logrado apenas 22 puntos de los 33 que ha disputado, números terrenales que han dado alas a un Unión Berlín que se ha convertido en la gran revelación del campeonato alemán y que en este momento es líder de la competición. Para acabar con esa irregularidad, Nagelsmann podrá contar con todos sus jugadores a excepción de Bouna Sarr, Neuer, Sané, Coman y Lucas Hernández. Bajas sensibles que podrían mermar el potencial de un equipo dispuesto a amargar otra noche europea del Barça.
El Barcelona rubricó este miércoles su segunda debacle consecutiva en la Champions a las primeras de cambio. El conjunto que dirige Xavi Hernández necesitaba dos milagros y ninguno se pudo llevar a cabo. El Inter certificó la eliminación culé al ganar 4-0 al Viktoria Pilsen y los azulgranas confirmaron la despedida sin honores cayendo por 0-3 ante un Bayern netamente superior. Los tantos de Mané, Choupo-Moting y Pavard completan una nueva noche europea para el olvido en el Camp Nou.
Con la hecatombe asegurada. Así saltó el Barcelona al Camp Nou. Los de Xavi vieron el triunfo del Inter desde el vestuario y comenzaron el partido ante el Bayern sabedores de que matemáticamente ya eran equipo de Europa League. Eso se notó en la atmósfera del feudo culé y también en unos futbolistas azulgranas que fueron un manojo de nervios ante unos germanos que aprovecharon la ocasión para apretar arriba, ganar el duelo en la medular gracias a un Kimmich omnipresente y golpear con la contundencia que solo los colosos del fútbol europeo tienen.
Y es que los de Nagelsmann sabían la receta para hacer daño y castigaron al Barça y a un Bellerín que fue el triste protagonista en los dos goles de la primera mitad. En el que abrió la lata, Mané le ganó la espalda con una facilidad insultante antes de batir por bajo a Ter Stegen y en el segundo tardó en tirar la línea del fuera de juego y permitió a Choupo-Moting asestar otro mazazo más a un equipo deprimido, sin poder de reacción e incapaz de poner a prueba a Ulreich. Tan solo un posible penalti sobre Lewandowski, abortado por el VAR, inquietó al meta teutón, aficionado de excepción al choque durante los primeros cuarenta y cinco minutos.
Barcelona
Ter Stegen, Bellerín, Koundé (Eric García, min. 67), Marcos Alonso, Balde, Busquets (Ferran Torres, min. 58), Kessie, De Jong, Pedri (Raphinha, min. 58), Dembélé (Ansu Fati, min. 68) y Lewandowski (Pablo Torre, min. 82).
0
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3
Bayern de Múnich
Ulreich, Mazraoui (Stanisic, min. 79), Upamecano (Pavard, min. 63), De Ligt, Davies, Kimmich, Goretzka (Sabitzer, min. 46), Gnabry, Musiala (Gravenberch, min. 67), Mané y Choupo-Moting (Müller, min. 63).
Goles: Ulreich, Mazraoui (Stanisic, min. 79), Upamecano (Pavard, min. 63), De Ligt, Davies, Kimmich, Goretzka (Sabitzer, min. 46), Gnabry, Musiala (Gravenberch, min. 67), Mané y Choupo-Moting (Müller, min. 63).
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó a Mazraoui, Goretzka, Upamecano y Busquets.
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions, disputado en el Camp Nou ante 84.016 espectadores.
A estas alturas la noche ya era terrorífica para el Barcelona y el paso por vestuarios no iba a cambiar el guion. El Bayern, como buen equipo alemán, no levantó el pie del acelerador y eso obligaba a Xavi a tomar una decisión trascendental: ir a por el partido o salvar los pocos muebles que aún no habían sido destruidos. En esa duda se movieron los culés en la segunda mitad, un escenario cómodo para los de Nagelsmann, que volvieron a avisar hasta el punto de enmudecer de nuevo al Camp Nou con una diana de Gnabry que el VAR anuló por fuera de juego.
Fue el penúltimo sobresalto de un partido que terminó siendo en sí mismo un resumen de la fase de grupos realizada por los de Xavi. El Barça no se sintió cómodo en ningún momento, fue incapaz de encontrar a Lewandowski en posiciones ventajosas y terminó frustrado y sin un solo remate entre palos. Ni siquiera los cambios, con Ferran Torres, Raphinha o Ansu Fati, modificaron una inercia que terminó con el tercer tanto de Pavard sobre la bocina en un saque de esquina. El Bayern se ha convertido en un ogro para el Barça y no falló en una nueva debacle culé en Champions, la segunda consecutiva para Xavi desde que se hiciera con los mandos del Barça.
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