Griezmann celebra con sus compañeros el gol que le dio la victoria al Atlético. Juan Medina (Reuters)
Grupo B | Jornada 1

Griezmann desata el éxtasis en el Metropolitano en el minuto 101

Después de que Hermoso fuese héroe y villano en el tiempo añadido, el francés dio una increíble victoria al Atlético, con muchas dudas ante el Oporto

Amador Gómez

Madrid

Miércoles, 7 de septiembre 2022, 00:17

Como ocurrió el curso pasado, cuando la presión e intensidad del Oporto cortocircuitaron al Atlético, el equipo del Cholo Simeone inicia este miércoles en el Metropolitano y ante el campeón portugués otro desafío en la Champions, una obsesión desde las finales perdidas en 2014 y ... 2016 ante el Real Madrid. Aquel gol 'in extremis' de Sergio Ramos en Lisboa y los penaltis, el cicatero planteamiento del Cholo y el nefasto arbitraje confesado años después por el inglés Mark Clattenburg en Milán, permanecerán para siempre grabados a fuego en la antología dramática de los colchoneros. Desde hace cinco años, sin embargo, el Atlético no ha sido capaz de ir más allá de las semifinales. El pasado ejercicio, mereció más en el arreón final ante la versión más rácana del Manchester City de Pep Guardiola, pero acabó su trayectoria en cuartos.

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Hubo un tiempo en el que el Vicente Calderón, primero, y el Metropolitano, después, eran casi inexpugnables para los visitantes, pero eso ya es historia. No ganó ninguno de sus cinco duelos en casa en la 21-22 y tampoco se impuso en los tres últimos partidos del ejercicio 20-21. Sumando ambas campañas, solo ha sido capaz de superar al calor de su afición ante el Salzburgo (3-2). Una hinchada que no llenará el coliseo rojiblanco por el cierre parcial de un sector de 5.000 espectadores con el que le sancionó el Comité de Apelación de la UEFA por una pancarta con simbología nazi entre sus ultras en el encuentro jugado en el Etihad.

Rumiando aún el empate ante la Real Sociedad del sábado y las polémicas decisiones del trencilla riojano Soto Grado, el Atlético se enfoca en la máxima competición continental con la inquietud que le genera su irregularidad. Funcionó como un tiro en pretemporada, abrió la Liga con una victoria contundene en Getafe (0-3), pero luego llegaron la derrota en casa ante el Villarreal (0-2), el sufrido triunfo en Mestalla (0-1) y el empate que supo a poco en San Sebastián.

Si en plano mental hay dudas, en el deportivo el Cholo sufre las bajas de Cunha, Savic y Reguilón, por lesión, y Felipe por sanción, y la duda preocupante de Jan Oblak. No ha fallado en los últimos 46 partidos de la Champions, pero la contusión en el muslo en el Reale Arena le hace ser duda hasta el final. Su alternativa es el croata Ivo Grbic, amigo del titularísimo esloveno e inédito ante su público. En el lado positivo, el Cholo recupera a Lemar y al defensa Nahuel Molina, que retorna directo al equipo tras cumplir dos partidos de suspensión en Liga. Con el argentino en el lateral derecho, Marcos Llorente volverá a ser interior y se caerá del equipo De Paul.

Griezmann, al banquillo por dinero

Confían los madrileños en el buen momento en ataque de Morata, autor de tres goles en Liga, y en el notable desempeño de Joao Félix, aunque todavía no ha marcado. Un once, en todo caso, condicionado por la suplencia de Griezmann por motivos financieros con los que traga Simeone presumiendo de ser un hombre de club. Si el francés juega más de 45 minutos en al menos el 50% de los partidos en los que esté disponible entre la pasada campaña y la actual (30 de 41 hasta ahora, un 73%) el Atlético tendrá que abonar hasta 40 millones al Barça en verano. Y quiere presionar al club azulgrana para que rebaje esa cláusula de forma sustancial si no quiere tener a Griezmann de vuelta.

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Enfrente, el primer objetivo del Oporto es superar la primera fase y no caer como le sucedió el pasado invierno al perder precisamente con el Atlético en Do Dragao. Como principales caras nuevas presenta al central portugués David Carmo, fichado al Braga; el mediocentro serbio Marko Grujic, contratado al Liverpool, y el extremo brasileño Gabriel Veron, procedente del Palmeiras. El equipo de Sérgio Conceiçao ha cosechado cuatro victorias en cinco jornadas de la Liga lusa, entre ellas un contundente 3-0 ante el Sporting, aunque también protagonizó una estrepitosa derrota ante el recién ascendido Rio Ave (3-1).

Cuando el partido ya agonizaba y el Atlético se encaminaba a sufrir una nueva decepción en su debut en la Liga de Campeones frente al Oporto, la cabeza de Antoine Griezmann desató el éxtasis en el Metropolitano. Gracias a un saque de esquina que remató también con la cabeza Witsel y culminó frente a la línea de gol el delantero francés, el Atlético se llevó una increíble victoria en la última jugada del tiempo añadido, en el que Mario Hermoso fue héroe y villano. El defensa madrileño marcó un tanto para reconciliarse con la misma grada a la que se enfrentó recientemente, pero solo tres minutos después cometió penalti por una mano absurda y el Atlético se vio obligado de nuevo a no dejar de creer hasta el pitido final. Contra diez, le quedó una última bala al equipo rojiblanco para arreglar tan negra noche y tuvo que ser Griezmann, el suplente taponado por Joao Félix y Morata y por la cláusula que obligaría al Atlético a pagar 40 millones al Barça, quien devolviese la alegría a un equipo con muchas dudas, en el campo y en el banquillo, y a una afición que celebró el triunfo como un título.

Tuvo que esperar el Atlético hasta el minuto 101 para llevarse la victoria tras un tiempo de prolongación de locura, porque hasta ese tramo final la solidez del campeón luso, liderada en el centro de la defensa por el exmadridista Pepe, desesperó a los rojiblancos en un partido en el que el equipo de Diego Pablo Simeone estuvo débil atrás, careció de fútbol y profundidad para crear ocasiones claras y dio una mala imagen. Con 39 años, el veterano central del Oporto estuvo imperial ante los colchoneros y dejó en nada los detalles de talento de Joao Félix, que al igual que sus compañeros fue de más a menos, atascados ante el orden del Oporto, golpeado al final por la llamada a rebato de los colchoneros. Muy impreciso, el Atlético acarició antes de esa recta final inimaginable la derrota, salvada en dos ocasiones por Oblak, quien recuperado del golpe que sufrió ante la Real pudo defender la portería.

Dado el dominio del Oporto y la incapacidad de los carrileros locales en defensa y ataque, Simeone retiró en el descanso a Nahuel Molina y Carrasco para modificar su habitual sistema, el 5-3-2 que no le dio ningún resultado en una insulsa primera parte en la que el Atlético se fue desinflando. Sin embargo, tras retrasar a Saúl al lateral izquierdo y volver al 4-4-2 retiró al jugador alicantino a la hora y volvió a otra prueba. El colmo para la afición rojiblanca, tras ser pitado el cambio de Morata, fue el tremendo abucheo que se llevó Simeone cuando quitó del campo a Joao Félix, el único que, entre tanto descontrol y falta de claridad parecía que podría sorprender al Oporto. Sin embargo, sería el sustituto de Saúl quien salvó al Atlético.

Atlético

Oblak, Molina (De Paul, min. 46), Giménez, Witsel, Reinildo, Carrasco (Lemar, min. 46), Llorente, Koke, Saúl (Griezmann, min. 61), Joao Félix (Correa, min. 71) y Morata (Hermoso, min. 68).

2

-

1

Oporto

Diogo Costa, Pepé (Joao Mario, min. 62), Pepe, David Carmo, Zaidu, Otávio (Bruno Costa, min. 77), Uribe, Eustáquio, Galeno (Gabriel Verón, min. 88), Evanilson y Taremi (Toni Martínez, min. 77).

  • Goles: 1-0: min. 92, Hermoso. 1-1: min. 96, Uribe, de penalti. 2-1: min. 101, Griezmann.

  • Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Tarjetas amarillas a Pepé, Koke, Uribe y Hermoso, y a Taremi, en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 81.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, disputado en el Metropolitano. Unos 55.000 espectadores. En los prolegómenos se homenajeó a Paulo Futre, que hace dos semanas sufrió un infarto y estuvo presente en el palco.

El conjunto colchonero insistió en atacar por el centro y se estrelló una y otra vez contra Pepe, y también defendió muy mal, permitiendo demasiadas llegadas a un equipo que careció de contundencia arriba para dar el golpe en el Metropolitano. Marcó también el Atlético en el minuto 50, pero el gol de Koke en un remate local aislado fue anulado por fuera de juego de De Paul. Inútil también en la creación, al Atlético le sobró ansiedad y le faltó juego y templanza para superar al Oporto, que se quedó con diez en el minuto 81 y 20 minutos después no pudo sobrevivir a la fe rojiblanca.

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