Juan Carlos Garrido: «Se cumplió lo imposible»

Durante los últimos días se han visto signos de que el equipo si que creía que podía remontar. Esa confianza ha sido clave. Desde el principio hemos visto un Barça que salía creyendo que podía superar la eliminatoria; creyendo en que podía ganar el partido por esa diferencia necesaria de cuatro goles. Hemos visto eso en la cara de los jugadores. Y también en lo táctico, ya que el Barcelona ha salido como tenía que salir: a por el partido.

Luis Enrique, a mi juicio, acierta claramente con la elección del 3-4-3 y con la elección de los hombres. Es decir, los tres de arriba están siempre claros pero con el cambio de sistema ha sumado un centrocampista más olvidándose de los dos laterales y apostando por esos cuatro hombres con los que tenía más elaboración, pero sobre todo más presión cuando perdían el balón arriba. Ese concepto táctico ha estado muy bien relacionado con el aspecto psicológico de ir a muerte, de presionar desde el principio. Ayudó el 2-0 con el que se va al descanso, acceda al vestuario pensando que se podía remontar.

El inicio de la segunda parte nos muestra un PSG que sale muy diferente presionando arriba. Quiero resaltar, para los que critiquen a Unai después de la derrota, que para mí él no es el culpable. Pese al cambio de planteamiento, el resultado es el mismo y llega otro gol del Barça. Lo táctico es importante, por supuesto, pero en este partido hay que hacer un paréntesis para hablar de Emery. Es un gran entrenador que quizá para muchos habrá quedado muy tocado pero que yo creo merece muchos más elogios que críticas. Para mí, sería ventajista criticarlo hoy.

Con el 3-0 parece que el Barça lo tiene hecho y, de repente, le viene un golpe importante. El gol del PSG llega en una jugada con perdida de balón por relajación y además defienden muy mal una situación a balón parado en donde el PSG se siente muy fuerte. Gracias a ella los visitantes consiguen un 3-1 que a todos nos hizo pensar que la eliminatoria estaba acabada.

El Barça vuelve a creer

Y otra vez el fútbol nos demuestra que es imprevisible, que todo puede pasar en un minuto y que todas las teorías de todos los sabios, de todos los que podemos tener nuestra propia opinión no son absolutas. El futbol nos desmonta todo en un minuto y es lo que lo hace imprevisible, un deporte único en el mundo y por el que todos sentimos esta gran pasión. Con el 3-1 parecía todo acabado pero el Barça ha sido capaz de remontar con acciones increíbles e inesperadas. Una falta, un penalti... La paradoja final es que el 6-1 final viene de un balón parado, una situación en la que aparentemente el PSG era superior.

Hoy se puede aplicar la frase de que la fe mueve montañas y que el Barça que ha creído; ha conseguido superar una eliminatoria que estaba muy difícil contra un gran equipo. Recuerdo que, a mi entender, no hay que achacar nada a Unai si bien Luis Enrique sale victorioso. En su caso, también creo que se lo merece. Son dos grandes entrenadores que nos han brindado una eliminatoria extraordinaria y un partido de hoy espectacular que lo recordaremos durante mucho pero que mucho tiempo.