daniel cabornero
Miércoles, 17 de febrero 2016, 09:53
El Wolfsburgo ha dado este miércoles un buen paso para acceder a los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras imponerse a domicilio al Gante por 2-3 en la ida de octavos y gracias a un doblete del mediapunta Julian Draxler y ... un gol del delantero Max Kruse, quienes han guiado a los visitantes hacia un triunfo con pocos alardes aunque con suma efectividad.
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El equipo alemán dominó el duelo ante un rival que solo reaccionó en la recta final, pues antes apenas había exhibido potencial para hacer daño en las tareas ofensivas. La primera parte del encuentro sirvió para que ambos contendientes fijaran sus estilos, más bien conservadores, sobre el césped de un Ghelamco Arena cuyas gradas soñaban con otra sorpresa más en la gran competición por equipos de Europa. Pero la voluntad no lo es todo y el Wolfsburgo se encargó de hacérselo saber al conjunto belga.
Draxler se erigió en la pieza clave de los alemanes para bajar de las nubes a su oponente, al abrir el marcador a tenor de una bonita jugada por el costado izquierdo de su ataque. El mediapunta germano recibió en ese lado para apoyarse en Vierinha, quien le devolvió la pelota con una pared y el propio Draxler batió al portero local Sels con un disparo ajustado al palo. Eran los últimos minutos del primer tiempo y el golpe dolió entre los aficionados del Gante.
El dolor de los anfitriones se hizo aún mayor mediada la segunda parte, cuando el propio Draxler y Kruse aumentaron la distancia y parecía que dejaban sentenciada la eliminatoria. El 0-2 se rubricó con una buena maniobra del mediapunta después de un error en la salida de balón de la defensa belga, para así robarlo, tirar un 'túnel' y marcar con una sutil vaselina. Su compañero Kruse anotó luego el tercero al rematar en el área pequeña un oportuno centro y gracias al despiste local.
Todo presagiaba un plácido camino hasta el pitido final, y además un partido de vuelta sin sobresaltos. Sin embargo, el Gante apretó a poco de la conclusión para darle vida a una eliminatoria rara, volátil y cuyo desenlace nadie sabría adivinar. Una pertinente jugada de Kums valió para el 1-3, pues su arrancada desde el lado zurdo logró quitarse de en medio a un defensor con calidad y sacar un disparo que rozó inútilmente el guardameta visitante Casteels. La fe mueve montañas y Coulibaly firmó el 2-3 definitivo con un testarazo a un centro desde el mismo lateral izquierdo; al primer palo llegó el malí para poner este combate a dos asaltos bastante interesante.
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