Alba (i) felicita a Rakitic.
Fase de grupos

La gran noche europea de Rakitic

El croata firma un doblete y lidera la victoria azulgrana en Borisov

Cristian Reino

Martes, 20 de octubre 2015, 02:48

Dos goles de Rakitic en la segunda parte dieron este martes la victoria al Barça en su visita a Borisov, donde el campeón de Europa hizo un buen partido, serio, sin apenas errores y de donde sale como líder de grupo y encarrila la clasificación ... para la siguiente fase de la Champions. Los azulgrana firmaron un encuentro muy completo y evitaron las pájaras en defensa que este año les están saliendo my caras.

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El fútbol fue justo con el Barcelona, pero demostró que es un juego que está lleno de paradojas. La primera tuvo que ver con Rakitic. El que a la postre fue el mejor del partido y que dedicó los dos tantos a su futuro hijo, no estaba previsto que jugara, ya que Luis Enrique quería darle descanso. Pero Sergi Roberto cayó lesionado al cuarto de hora y el croata tuvo que salir del banquillo. Su gran noche europea, con golazo por la escuadra incluido, podía haberse esfumado de no haberse roto su compañero. Son los pequeños guiños del destino que tiene un partido. La segunda paradoja fue por el propio discurrir del juego. Mientras el Barça tuvo el control absoluto del balón, en la primera mitad, no pudo disfrutar de ocasiones demasiado claras. Llegó a portería, aunque sin que el portero local esuviera del todo agobiado. En cambio, en los segundos 45 minutos, esta vez a la contra, fue cuando pudo perforar la meta de Chernik. Pero ya se sabe que a Luis Enrique no le obsesiona el dominio del balón, que «la posesión es un medio, no el fin», y que se siente casi más a gusto viendo a sus jugadores corriendo como balas que contemporizando con eternos ataques horizontales.

Lo que esperaba el técnico asturiano era un partido físico y por esa razón se decantó por Mascherano y Busquets en la línea medular, con Sergi Roberto -le sustituyó en seguida Rakitic- de enlace y de interior para llegar desde atrás a posiciones de ataque. El Barça salió fuerte, centrado, consciente de que tenía que ir a por el partido desde el inicio y con la consigna de estar muy atento, porque cualquier mínimo error podía salir caro en un campo pequeño, donde el rival aprieta mucho. Ante la corpulencia de los delanteros bielorrusos, Luis Enrique ganó centímetros con Bartra y Piqué, que tiraban la defensa hacia arriba y no daban tregua al ataque del BATE. La defensa, el gran talón de Aquiles este año para el cuadro catalán, se había conjurado para no dar opciones y, con la retaguardia segura, en ataque era cuestión de tiempo.

El Barça mandaba desde el pitido inicial, tocaba bien, rápido, con criterio, pero quizá le faltaba algo de precisión en el último pase. Neymar y Luis Suárez pecaban en exceso en tratar de buscarse entre ambos, ignorando en ocasiones que les acompañaba Munir, mejor posicionado en algún lance. En la primera mitad los de Luis Enrique se mostraron más peligrosos a balón parado. El Barça era claramente superior, Neymar tuvo un par de buenas oportunidades, Busquets, Suárez, Rakitic y Bartra también asomaron la meta rival, pero Chernik tampoco tuvo que hacer paradas de mérito. La intensidad, el despliegue físico, la ocupación de los espacios y la presión eran buenas, porque el juego transcurrió en el campo del BATE, lo que neutralizó el ataque rival, aunque faltaba la chispa.

Tras el descanso Luis Enrique encontró esa magia asuente en la primera parte en una contra, después de una recuperación muy rápida, culminada magistralmente por Rakitic, quien desde el borde del área puso la pelota en la escuadra. Los quince minutos en el vestuario sirvieron a los cazadores culés para reajustar sus miras telescópicas y afinar la puntería. En el minuto 52 Neymar tuvo el 0-2 en sus botas, pero se le fue fuera por milímetros, igual que a Munir poco después. Por entonces el ataque local permanecía inédito, lo que daba la dimensión real de la seriedad con la que estaba actuando el equipo azulgrana, amarillo y cuatribarrado en esta ocasión, justo el día después de recibir una dura sanción de la UEFA por la exhibición de esteladas por parte de los aficionados culés.

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Era cuestión de abrir la lata y esperar a que los bielorrusos se fueran poco a poco hacia adelante y desguarnecieran su zaga para dar la puntilla con una contra endiablada. En el minuto 64 Neymar asistió a Rakitic, que culminó el contragolpe picando el balón ante la salida del meta del BATE. A partir de ahí, el cuadro local lo intentó, avanzando las líneas, pero la defensa culé no estaba para regalar. Tocaba día serio y el Barça no dio opciones.

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