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Ignacio Tylko
Miércoles, 30 de septiembre 2015, 01:53
Victoria en la caldera sueca, descanso a muchos titulares y tocados, goles de Cristiano que superan el récord de Raúl con el Real Madrid en Champions (67) y portería a cero de Keylor Navas. Misión cumplida para los merengues, que progresan adecuadamente en Europa. ... No lo dijo en la víspera por respeto al aguerrido adversario 'vikingo' y para no trasladar un mensaje de excesiva confianza a sus soldados para la batalla, pero es evidente que Rafa Benítez planteó el asalto a Malmoe con la mirada puesta en el derbi del domingo en el Calderón. Dejó ejercitándose en Valdebebas a jugadores como Ramos, Bale y James, que podrían llegar a enfrentarse al Atlético, y puso en el frente hasta seis suplentes. Libraron Marcelo y Modric y entraron en escena Arbeloa, que se estrenó como titular este curso, y Casemiro, además de Kovacic, elegido en detrimento de Jesé, quien terminó tocado en el gemelo frente al Málaga.
Frente a un enemigo correoso, que se siente fuerte en un escenario donde marchaba invicto en los últimos 11 partidos, el Real Madrid se mostró sólido atrás, a pesar de su improvisada zaga, bastante versátil y dinámico en el centro del campo, ordenado en la presión y con Cristiano Ronaldo arriba, una garantía de éxito, tal y como insiste su entrenador para darle esa confianza y seguridad en sí mismo que todo goleador necesita.
Desde el principio, Benítez pidió paciencia a sus futbolistas, que tratasen de madurar a los suecos sin caer en la precipitación y la ansiedad. Eso no quita para que el portugués, que venía de tres partidos sin marcar, ante Granada, Athletic y Málaga, se las jugase todas. Quien realmente marcaba la diferencia de calidad era Benzema, un prodigio de pausa, visión de juego y toque cuando entra en acción. No es un ariete clásico, ni siquiera un goleador enorme, pero el francés mejora a sus compañeros y es el mejor socio posible para 'CR7'.
El indiscutible dominio visitante no se tradujo en grandes ocasiones mientras los nórdicos pudieron permanecer pertrechados, con las líneas muy juntas y el físico intacto. En cuanto se abrieron, el Madrid les sorprendió en un contragolpe de libro. Kovacic envió a Isco y el malagueño asistió a Cristiano, sin vigilancia entrando en carrera desde la derecha. Grave error de sus marcadores. Descerrajó a los suecos de certero disparo e igualó en ese momento al '7' como máximo realizador del Real Madrid en Champions, con 66 dianas. Debieron sentenciar los 'azul oscuro' en el primer acto, pero el tiro de Carvajal golpeó en dos de los tres palos.
Más allá de la garra, la constancia y la agresividad, del Malmoe apenas hubo noticias en el primer tiempo. En ataque, sólo inquietaron a Keylor Navas con dos tiros lejanos, más fruto de errores del Real Madrid en la salida que de alguna combinación destacada. Que su figura sea el exracingguista Rosenberg, un delantero ya de 33 años, lo dice todo sobre el discretísimo poderío de este equipo al que el Atlético ganó 0-2 el curso pasado en este mismo escenario, también en la fase de grupos.
Modric aportó serenidad
Decreció el rendimiento del Madrid tras el descanso, a pesar de que Benítez les ordenó a sus hombres que fueran en busca del segundo gol para abrochar la victoria pronto y no sufrir agobio alguno. Los jugadores de Age Hareide adelantaron sus líneas y pusieron en algún apuro a tan histórico rival, sobre todo en algún saque de córner en el que Keylor Navas no salió por alto y la hinchada reclamó un posible penalti por empujón muy ligero de Arbeloa. Benítez no lo veía claro y recurrió a Modric para dotar de más personalidad a su equipo y gobernar el centro del campo con mayor suficiencia. Eso sí, retiró a Benzema en una clara muestra de que le preocupaba ya más no conceder ocasiones que de generar peligro en ataque.
Poco después, quitó a Kovacic para buscar más velocidad, desborde y trabajo en banda con Lucas Vázquez, que aprovecha cada minuto que juega. El croata es un jugador correcto, de esos que tocan fácil y no se complican, pero tampoco enamoran. Le falta dar un paso al frente, sentirse más seguro de sí mismo e importante. Carácter y personalidad que ya se le echaban de menos en el Inter. Fiel a lo suyo, al juego típicamente británico de balones colgados al área, el Malmoe rozó el empate en un cabezazo de Rosenberg. La expulsión justa del peruano Yotún, cercenó las esperanzas suecas. El Madrid, que selló el éxito con otro gol de Cristiano cerca del final tras buena jugada de Vázquez, avanza con paso firme hacia octavos.
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