Evra (i) y Suárez, en el momento del gol del uruguayo.
Final

Sin duelo Luis Suárez-Evra

El uruguayo y el francés se saludaron en los prolegómenos, pero apenas coincidieron en el terreno de juego

Amador Gómez

Sábado, 6 de junio 2015, 22:54

Se frustró el duelo particular entre Luis Suárez y Giorgio Chiellini a causa de una rotura muscular del central italiano y también el del goleador azulgrana con Patrice Evra después de los presuntos insultos racistas que el delantero uruguayo lanzó hace casi cuatro años al ... lateral francés, durante un partido entre el Liverpool y el Manchester United. Como no podía ser de otra manera, en el reencuentro entre Suárez y Evra hubo saludo entre ambos en los prolegómenos después de que no se estrechasen la mano en febrero de 2012, pero en el terreno de juego de Berlín apenas coincidieron, porque el ariete del Barça jugó la mayor parte de la final por el centro, vigilado especialmente por Bonucci y Barzagli. Por ahí, como un auténtico '9', en el sitio oportuno y con instinto depredador, remató Luis Suárez a la Juventus al aprovechar un gran disparo de Messi.

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Antes, en el inicio de la segunda parte, tras una carrera por la banda izquierda en un contraataque, Luis Suárez había perdonado el segundo gol del Barça en una ocasión inmejorable, cuando podía haber dado un pase de la muerte en vez de rematar mal con la puntera derecha. Ese error debió espolear al delantero, que también jugó durante algunos minutos escorado por la derecha adaptándose a los movimientos de Messi. Sin embargo, cuando el delantero uruguayo se movió por la banda diestra fue, precisamente, durante los momentos previos al 1-2. Después volvió al lugar que debía cuando Messi decidió que el título se tenía que resolver, si no con un gol suyo, sí con una de las jugadas de las suyas. Para eso estaba ahí Suárez. Para remachar tras el rechace de Buffon a disparo de Messi, sin que Evra, que intentó frenar a Suárez, pudiese impedir que fusilase el uruguayo.

Luis Suárez, el crack que costó 81 millones de euros y de quien se esperaba que generase muchos problemas al Barcelona por su forma de ser, y más después de su mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil, se convirtió en uno de los verdugos de la Juventus y destrozó de paso las ilusiones de otro '9': Álvaro Morata. El punta goleador de futuro jugó mejor partido que Luis Suárez, pero se vio sacudido por un artillero de auténtico presente, miembro de un tridente histórico de ensueño junto a Messi y Neymar. En el minuto 85, en una de sus peleas con Bonucci por un balón, el Barça temió una lesión de rodilla de Luis Suárez, pero fue tan sólo un susto, aunque el uruguayo no acabó la final.

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