Ignacio Tylko
Martes, 17 de febrero 2015, 00:16
Aburrido y duro partido en el destierro de Lviv, ciudad fronteriza con Polonia y alejada del conflicto bélico entre ucranianos e independentistas prorrusos. El Shakhtar que dirige el rumano Lucescu se presentó sin rodaje, tras dos meses largos de descanso y una minipretemporada en Murcia. ... Quuizá por ello, sólo se preocupó de defender. Y el Bayern de Guardiola es favorito pero no mete miedo. Fue lento, previsible y acusó la expulsión de Xabi Alonso, que no pudo acabar peor su encuentro centenario en la máxima competición continental y dejó a los bávaros en inferioridad durante 25 minutos. Por eso al final las tablas contentaron a todos.
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El Bayern alcanzó el 70% en posesión de balón y controló la situación sin sobresaltos en el primer tiempo, pero apenas pisó el área de Pyatov. Los ucranianos, con seis brasileños en su once titular y cuatro más en el banquillo, se defendieron bien, utilizaron numerosas ayudas para que Shevchuk no se viera muy comprometido ante Robben, pero siempre dieron la sensación de conformarse con un empate sin goles. Y eso que presumen de tener en punta a Luiz Adriano, el pichichi de esta Champions con nueve tantos. El equipo de Guardiola, con un estilo tan depurado que renuncia a los pelotazos aunque sus defensores y su portero se vean presionados, tocó demasiado en horizontal. Estuvo muy espeso. Triste el desempeño de Ribéry, lejos de su mejor momento e incapaz de desbordar.
Hubo tan pocas ocasiones que los focos iluminaron algunas disputas entre los contendientes y la mirada perdida del polaco Lewandowski en el banquillo del Bayern. Es el fichaje estrella de la temporada pero Guardiola prefirió emplear de inicio a Müller de falso ariete. Jugó Alaba como central izquierdo, Bernat se situó de lateral y Xabi Alonso, ausente en Hamburgo por una lesión muscular, jugó pero casi siempre llegó tarde. Su misión, dar una salida limpia al balón, dominar el juego posicional y cortar los contragolpes locales, aunque fuera a base de faltas, demasiadas. No hubo apenas ocasiones reseñables antes del descanso. Lo más noticiable, la brecha que de forma involuntaria Müller le abrió a Shevchuk.
Comenzaron mal los bávaros en la segunda parte. No disfrutaron de continuidad en el juego por los constantes parones, uno de ellos provocado por un golpe con el brazo de Douglas Costa a Ribéry, protagonista de varios rifirrafes. Xabi Alonso rozó la segunda amarilla al entrar muy fuerte a un balón dividido y se la llevó luego por una entrada a Teixeira. Lewandowski ya calentaba pero Guardiola cambió de planes. Introdujo a Badstuber y retiró a Müller, central por delantero. Alaba pasó a jugar de Xabi. Luego, a poco más de un cuarto de hora para el final, sí recurrió al ariete polaco en lugar de un desdibujado Götze. Los fichajes del Borussia Dortmund, no lucen tanto en el Bayern.
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