Giménez (d) despeja ante Fernando Llorente.
FASE DE GRUPOS

El Atlético de Madrid no se vence en Turín

Javier Bragado

Martes, 9 de diciembre 2014, 00:31

Los tiempos han cambiado. De aquella Juventus que amedrentó a Europa en los noventa sólo quedan los trofeos. 'La Vecchia Signora' ha envejecido mal. Las acusaciones de dopaje generalizado, el escándalo de los amaños de partidos a principios de siglo y el declive del fútbol ... italiano han conformado un conjunto con mucho arrojo aunque con un nivel por debajo de los mejores de Europa. En cambio, el Atlético de Madrid ha sabido madurar. De aquel equipo irregular que se desenvolvía a vaivenes y era capaz de voltear sus propios intereses hay sólo un vago recuerdo. Afortunadamente para los aficionados rojiblancos, Diego Simeone ha construido un equipo con cimientos firmes en lo moral y en lo deportivo. Así se entiende el partido que desarrollaron los colchoneros en Turín. Con el liderato a sólo un paso y la clasificación garantizada los futbolistas del Manzanares evitaron descolgarse en un estadio enfebrecido sólo por el alma y el corazón.

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Apostó la Juventus por el bullicio y el acelerador como yesca. Pero no prendió. Los argumentos 'bianconeri' se toparon con un obstáculo insalvable: un Atlético de Madrid con temple, concentración y más peligro en sus ataques que los voluntariosos legionarios de Turín. De hecho, si Koke hubiera acertado en el minuto 7 en su cara a cara con Gianluigi Buffon probablemente el resto del partido habría sido un caminar de zombis blanquinegros por el campo. Sin embargo, el madrileño lanzó con su izquierda y el italiano se encontró el balón.

El desacierto del centrocampista colchonero dio salida a un choque con chispa y tensión entre los aguerridos contendientes. Lejos quedó la sospecha de acuerdo por un empate que clasificaba a ambos de manera matemática. El predicamento de Massimiliano Allegri por el fútbol de ataque se tradujo en un conjunto volcado. Sin embargo, el plan de Simeone ahogó cualquier esperanza. Sólo Carlos Tévez encontró algún hueco entre el ordenado centro del campo atlético. De hecho, el éxito de la teleraña del Cholo resultó tan convincente que Andrea Pirlo decidió retirarse a posiciones más defensivas para ocultar un mal día con el pase y abrir hueco a la salida de sus compañeros. En el ataque, Fernando Llorente tardó más de media hora en contactar con el balón en el área y no volvió a sentir el tacto del balón. En cambio, los colchoneros asustaron con su presencia cada vez que se acercaron. Al fallo de Koke sucedió un cabezazo de José María Giménez y un intento de Mario Suárez desde fuera del área. Sólo la falta de pólvora en los lanzamientos impidió un gol antes del descanso.

La segunda mitad sí que presentó alguna duda del hasta entonces seguro vigente subcampeón de Europa. Los visitantes no conservaron el balón tanto tiempo ni aprovecharon el inspirado momento de Arda Turan y sus acompañantes. Fue Arturo Vidal quien descubrió un momento de vacilación madrileña con un disparo desde el borde del área que sorprendió a Miguel Ángel Moyá. El guardameta no logró atajar el balón y se sembró la idea de una posible victoria turinesa aunque sus compañeros alejaron el balón antes de la embestida de la melé blanquinegra.

Allegri olió a la presa y ordenó avanzar todavía más a sus líneas a 20 minutos del final. Pero el discurso del balón colgado al área y el disparo lejano se repitieron sin novedad porque el el Atlético recuperó la iniciativa en el momento clave. Koke se adueñó del balón, Arda Turan envió algún destello y Mandzukic recordó que todavía estaba en el campo. El desafío madrileño desorientó a la Juventus y sus hombres empezaron a manejar con más prudencia la pelota y el ritmo se ralentizó con amagos de pasteleo que fructificaron en últimos minutos de pacto. Fue el único momento en que la 'Vecchia Signora' se acercó a su anterior imagen, la del equipo resultadista. Los defensas 'bianconeri' se apoderaron de la pelota y sólo sus compañeros Pogba y Tévez lograron que el esférico saliera de la cueva. Finalmente, el equipo italiano claudicó ante la solidez de los de Simeone, que se clasifica en la primera posición del grupo A y jugará la vuelta de los octavos de final en el Vicente Calderón. En Turín, escenario de renombre, las tentaciones no vencieron al Atlético.

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