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Con el tiempo ya cumplido, cuando el Atlético de Madrid se negaba a morir con un jugador menos y tenía dos puntos perdidos tras la injusta expulsión de Geoffrey Kondogbia, el VAR y Yannick Carrasco decidieron la agónica victoria del vigente campeón de penalti en el minuto 100. En la última jugada de un encuentro con un final de locura ante el Espanyol, cuando el equipo catalán defendía un córner previo al pitido final, Raúl de Tomás, el máximo goleador nacional en la Liga que había empatado el partido con la colaboración de Jan Oblak, cortó con la mano un decisivo saque de esquina en el minuto 95 que resultó vital para el Atlético.
El equipo rojiblanco fue perjudicado por una polémica decisión arbitral por la segunda tarjeta amarilla mostrada a Kondogbia, pero beneficiado en esta ocasión por el tan criticado videoarbitraje, que llamó al colegiado para que viese y señalase como penalti una acción en principio muy confusa pero que después no dejó lugar a dudas, ya que el balón pegó en el codo de De Tomás. Figueroa Vázquez pitó finalmente la pena máxima favorable a los colchoneros y la afición rojiblanca lo festejó como un título incluso antes de que marcase Carrasco. El belga, que abrió el marcador al comienzo de un segundo tiempo en el que el Atlético dio un paso al frente tras tirar de nuevo la primera parte, no podía fallar ese penalti y fue el encargado de convertirlo y certificar 'in extremis' un triunfo que no solo afianza al equipo de Diego Pablo Simeone en puestos de Champions, sino que le reanima anímicamente tras su despedida europea.
El Atlético se salvó así agarrado al VAR en la última jugada, cuando se disponía a pinchar en el Metropolitano tras quedarse sin Kondogbia, que vio la segunda tarjeta amarilla por una mano involuntaria mano, inmediatamente antes de que Raúl de Tomás consiguiese empatar gracias a un libre directo, con la ayuda de Oblak, que falló en su intento de despejar la falta. El portero esloveno salvó un par de goles del Espanyol antes y después de que el Atlético se adelantase en el marcador, pero se tragó el disparo de De Tomás, cuando el equipo de Simeone, con el 1-0, presumía un tramo final relativamente plácido de partido. Sin embargo, con el Atlético de esta temporada, con tantos vaivenes futbolísticos y emocionales, nunca se puede aventurar nada. Y mucho menos con una mínima ventaja en el marcador que se ganó gracias a su mejor juego y ambición al inicio de la segunda mitad.
Atlético
Oblak, Llorente, Vrsaljko (Cunha, min. 46), Savic, Felipe, Lodi (Reinildo, min. 58), Koke, Kondogbia, Lemar (Carrasco, min. 46), Correa (De Paul, min. 78) y Joao Félix (Griezmann, min. 46).
2
-
1
Espanyol
Diego López, Óscar Gil (Aleix Vidal, min. 46), Calero, Sergi Gómez (Wu Lei, min. 80), Cabrera, Pedrosa (Dídac Vilà, min. 87), Keidi Bare (Melendo, min. 60), Darder, Vilhena (Morlanes, min. 60), Puado y Raúl de Tomás.
Goles: 1-0: min. 52, Carrasco. 1-1: min. 74, Raúl de Tomás. 2-1: min. 100, Carrasco, de penalti.
Árbitro: Figueroa Vázquez (Andaluz). Tarjetas amarillas a Óscar Gil, Diego López, Felipe, el Profe Ortega, Savic, Dídac Vilà, Llorente, Morlanes, Aleix Vidal, y Kondogbia, en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 71.
Incidencias: Partido correspondiente a la 32ª jornada de Liga, disputado en el Wanda Metropolitano. El Atlético celebró la XVII edición del Día del Niño.
Consiguió el equipo rojiblanco resarcirse de la eliminación de la Champions y acercarse a su objetivo de firmar al menos la cuarta plaza en el Liga gracias a Oblak y, sobre todo, a Carrasco, autor de los dos tantos de un triunfo muy trabajado en el que el Atlético volvió a exhibir orgullo y supo sobreponerse a la adversidad a la que le llevó la mano de Kondogbia, cuando el francés cortó un balón que no iba dirigido a portería. Antes de hacer estallar el Metropolitano con su gol desde el punto fatídico, el belga logró adelantar al Atlético inmediatamente después de que el portero esloveno evitase con un paradón un tanto de Sergi Darder al inicio de la segunda parte.
Tras una pobre primera mitad en la que las defensas se impusieron a los ataques, el Atlético se reactivó con los tres cambios a la vez que llevó a cabo Simeone, el de Lemar obligado por una nueva lesion muscular del francés, y dos de los que saltaron al campo protagonizaron la jugada que dio los tres puntos a los colchoneros. Matheus Cunha asistió a Carrasco y el desequilibrante extremo belga culminó con la derecha para dar el primer golpe apenas un minuto después de que Oblak salvase a su equipo y evitase verse obligado a otra remontada. Cambió radicalmente el Atlético en la segunda parte por las sustituciones de Simeone, el cambio de sistema olvidándose de los tres centrales y el mayor ritmo impuesto por el vigente campeón. Así consiguió el conjunto rojiblanco doblegar por fin la resistencia de un Espanyol que se encontró muy cómodo en los primeros 45 minutos –en los que los locales no lanzaron a portería–, y acarició puntuar en el Metropolitano.
Forzado a dar un paso al frente después de otro decepcionante primer tiempo, el Atlético ganó presencia por la banda izquierda del ataque, cuando hasta el descanso Marcos Llorente había sido la única amenaza local, por la derecha, y con un equipo más incisivo y ambicioso, comenzó a apabullar al Espanyol, hasta que los periquitos volvieron a equilibrar el choque y a amenazar con uno más, obligando de nuevo a Oblak a resultar determinante, cinco minutos después del 1-1, cuando el esloveno volvió a frustrar a De Tomás, protagonista para bien y para mal del Espanyol. Y para relanzar al Atlético siempre estuvo Carrasco, que en el minuto 95 firmó el jugadón espectacular que obligó a un paradón de Diego López que dio lugar a un córner que fue letal para su equipo y que devolvió la alegría y la vida al Atléico.
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