La justicia suiza frena represalias por la Superliga

Para ello se ampara en el auto del Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid que impuso en abril medidas cautelares que impiden sancionar a las entidades implicadas en la puesta en marcha de la competición, a la vez que elevaba una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que dictamine si la UEFA y la FIFA ejercen un monopolio sobre la explotación y organización de las competiciones internacionales de clubes y también si es contrario al Tratado de Funcionamiento de la UE.

Después de que nueve de los doce clubes embarcados inicialmente en la iniciativa de una competición semicerrada que pondría en jaque a la actual Liga de Campeones dieran marcha atrás en vista del revuelo causado y la furibunda reacción en contra de los principales organismos, la UEFA decidió abrir en mayo un expediente disciplinario a Real Madrid, Barça y Juventus, los tres promotores que aún no han renunciado al megaproyecto privado, por una «potencial violación» del marco legal del organismo. Entre el abanico de sanciones previstas por los estatutos de la UEFA, las más duras pasarían por «la exclusión de competiciones en curso y/o competiciones futuras» y, para los dirigentes, «la prohibición de cualquier actividad relacionada con el fútbol».

Mientras ese proceso abierto por la UEFA sigue su discurrir a la espera de un veredicto y Ceferin continúa dirigiendo invectivas contra los tres amotinados, la justicia ordinaria sale al paso sacando a relucir el escudo protector que les concedió a los ideólogos de la controvertida competición ese auto firmado por el magistrado Manuel Ruiz de Lara que impide el establecimiento de cualquier medida que prohíba, restrinja, límite o condicione la puesta en marcha de la Superliga. De ahí el paso dado por el Ministerio de Justicia de Suiza, que tiene potestad tanto sobre la UEFA como sobre la FIFA.