Ucrania saca pecho ante Rusia guiada por Shevchenko

Para el Gobierno de Zelenski, el fútbol es siempre una ventana al mundo a través de la cual se puede proclamar a los cuatro vientos que Ucrania no se rinde. Y el país, desde Sebastopol a Kiev y desde Donetsk a Úzhgorod, enloqueció en la noche del martes con el histórico pase a cuartos de final del combinado dirigido por el mítico Andrei Shevchenko, Balón de Oro en 2004 y mejor futbolista ucraniano de todos los tiempos. Sigue siendo el sexto máximo goleador en la historia de las competiciones europeas de club.

Con la selección rusa apeada de mala manera en la fase de grupos, el éxito de la joven Ucrania se disfruta doblemente en un país que el 24 de agosto celebrará el 30 aniversario de su independencia, tras la disolución de la Unión Soviética. Ucrania disfruta como nunca. Jamás había estado en cuartos de final de una Euro. Y todos los focos están puestos en su entrenador, convertido en icono de un equipo en el que solo Oleksandr Zinchenko, del City, tendría su puesto garantizado en el once inicial de las selecciones candidatas al título.

Sheva es el gran héroe nacional, más allá de que Artem Dovbyk, el único representante del Dnipro en la selección, fuera el autor del tanto que dio el pase a cuartos ante Suecia de un modo agónico, en el tiempo de descuento de la segunda parte de la prórroga. Andriy Yarmolenko (West Ham) y Ruslan Malinovskyi (Atalanta) son los otros referentes de un combinado que se presentó en el torneo con expectativas bajas y que, sin embargo, ya prepara su partido ante Inglaterra. Será este sábado en Roma.

Pocos creían que Shevchenko, retirado a los 35 años tras la Euro de 2012 que se jugó en su país y en Polonia, iba a hacer carrera en los banquillos. Tal era su popularidad al colgar las botas que la mayoría de partidos políticos lo tentaron. Él, hijo de un oficial del Ejército Rojo de la Unión Soviética, se dejó querer al principio. Acostumbrado a ser agasajado (recibió todo tipo de premios, reconocimientos y distinciones), escuchó a todos. Pero nunca dio el paso.

Y en 2016 se hizo cargo de la selección, con la que había anotado 48 goles en 111 internacionalidades. Croacia le dejó sin plaza en el Mundial de Rusia. No falló, sin embargo, cuando tuvo que amarrar su clasificación para esta Eurocopa en la que Ucrania ha llegado donde ni siquiera podía imaginar. Sheva quiere más. Primero, en esta Euro. Luego buscará una plaza en el Mundial de Catar, en un grupo en el que Francia ya le saca 4 puntos tras las tres primeras jornadas. Y en el horizonte lejano queda su sueño de dirigir al Milan, el equipo de su vida junto al Dinamo de Kiev.