Francia busca la Euro que le falta para plasmar su dominio

Jugar bajo esa presión se ha convertido en habitual para Francia, que de nuevo llega a la Euro sintiendo la mirada de sus rivales. Quizá su favoritismo para anotarse su tercer trofeo (ganó en 1984 y 2000) no sea contundente, porque Inglaterra asume que es ahora o nunca eso de sumar un segundo título a su escueto palmarés de un Mundial y Alemania siente que al calor de su público puede resucitar tras sus inesperados y continuos fracasos. Pero a nadie se le escapa que el seleccionador galo cuenta con un grupo que impone, con futbolistas curtidos en mil batallas, con jóvenes que siguen saliendo de las escuelas de fútbol francesas para triunfar por Europa y un par de estrellas que marcan la diferencia como son Mbappé y Griezmann, que la próxima temporada serán rivales en la Liga con el Real Madrid y el Atlético.

De lo que haga el primero, del hambre que tenga para demostrar que es el futbolista de referencia en el Viejo Continente, dependerán muchas de las opciones de Francia. Protagonista en el último mes tras confirmarse (por fin) que la próxima temporada jugará en el Real Madrid y cerrar uno de los culebrones futbolísticos más largos, Deschamps confía en su capacidad para gestionar egos y poner en orden a su vestuario para centrar al delantero parisino. Si Mbappé está relajado en Alemania y ofrece su mejor nivel, muy pocas serán las selecciones que tengan elementos para contrarrestar el potencial de Francia en todas sus líneas.

Junto a él estará un Griezmann que llega en buen momento al torneo continental. Su tramo final de Liga le mostró con chispa y con gol, aunque Deschamps lo ve más como un generador de fútbol que un punta como acostumbra a jugar en España. De hecho, en el último amistoso frente a Luxemburgo, Deschamps se inventó un centro del campo en el que Griezmann compartió línea con Fofana y con Kanté; con Mbappé, Thuram y Kolo Muani en punta de ataque.

El potencial, sea como sea, es enorme, con delanteros poderosos y un centro del campo físico, que es la definición de la Francia de la última década bajo el mando de Deschamps. Muchas veces se ha hablado de la capacidad que tendrían Les Bleus con un planteamiento más atrevido, con más libertad de movimientos, pero lo cierto es que los resultados están sobre la mesa y con esa férrea disciplina que impone el seleccionador, Francia ha sido campeona del mundo en 2018 y finalista en 2022.

Para esta Euro, Deschamps ha recuperado a Kanté, del que asegura que «tiene un rol de mediocampo donde puede jugar en varias posiciones y en diferentes sistemas. Él, como Aurélien (Tchouameni) y Camavinga en el Real Madrid, tiene esa capacidad de adaptarse y desempeñarse bien en diferentes situaciones».

La nota emotiva de Les Bleus la pondrá Olivier Giroud, que ha anunciado su retirada después del torneo. A sus 37 años, ha disputado 131 encuentros internacionales, ha marcado 57 goles y ha sido una referencia en la selección desde que debutó en 2011.