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Rubén Cañizares
Enviado especial a Dortmund
Lunes, 1 de julio 2024, 01:03
Alemania ya está en cuartos de final -lo mismo con la selección española, con la que se jugará el viernes próximo un pase a las semifinales de su Eurocopa-, con tres victorias y un empate en cuatro partidos. Enamoró el primer día ante Escocia, luego ... sesteó y aburrió frente a Hungría y a punto estuvo de quedarse dormido frente a Suiza, pero no falló en el primer cruce. Fiabilidad, como (casi) siempre.
No ha enamorado con su juego, salvo 45 minutos del partido inaugural y los primeros quince contra Dinamarca, a ojos de Nagelsmann los mejores de Alemania en el torneo. Parece poca productividad para 360 minutos, pero no se puede pasar por alto que, hasta el parón internacional del pasado marzo, en el que regresó Kroos, nadie daba un duro por la 'Mannschaft'. Entrado julio, está a tres partidos de ganar su Eurocopa.
Lo hace con una columna vertebral intocable. Neuer, Rudiger, Kroos, Musiala y Havertz. En torno a estos cinco jugadores ha montado Nagelsmann un equipo más eficaz que bonito que maneja varios registros de juego. Le gusta mandar y tener el balón. Llegar por bandas y por zonas interiores. También explota el balón aéreo, un clásico del fútbol alemán.
Aunque también puede jugar al contragolpe, como hizo en los últimos 25 minutos frente a Dinamarca. Arriba tiene velocidad y zancada para hacer daño en un contexto de caos. El sábado recibió once disparos de Dinamarca, pero Alemania le hizo 15. No se arruga en el toma y daca. Sabe que, a intercambio de golpes, muy pocas selecciones le van a ganar.
«Tenemos jugadores de diferentes características y tenemos que tener generosidad entre nosotros. Nadie es más importante que el grupo y esa es la llave. Así se lo he dicho a los jugadores desde el principio del torneo. El éxito del equipo es lo más importante, no las individualidades», explicaba Nagelsmann tras la victoria de octavos. «Ahora, lo más importante es el resultado, porque si no ganas te vas a casa. Jugamos como equipo y peleamos el uno por el otro. Esto es lo importante, el bloque, no lo individual», añadía Rudiger, que fue el MVP ante Dinamarca.
El central del Real Madrid jugó mermado ante Dinamarca tras acabar fatigado frente a Suiza, pero aún así fue nombrado el mejor del partido. 13 recuperaciones, cuatro disparos bloqueados, un 100% de duelos aéreos ganados y listo para cuartos. Está apercibido desde la segunda jornada y a pesar de los habituales riesgos que toma, ha estado lo suficientemente astuto para no ver una segunda amarilla que le cueste un partido de suspensión. Un jugador indiscutible en lo deportivo y en lo anímico, como volvió a demostrar ante Dinamarca cuando el VAR anuló el tanto de Andersen: «Todo el mundo del fútbol que me conoce sabe que soy muy emocional. Lo sentí casi como si fuera un gol propio y por eso lo celebré como tal»
Fundamental también está siendo Neuer, que llegó con la mancha del partido de Champions del Bernabéu en su hoja de servicios. Allí, tras un partido memorable, cometió un error gravísimo en el 89 que le costó el primero de los dos goles de Joselu que voltearon el partido y metieron al Madrid en la final de Wembley. Un borrón que no le ha costado el puesto en la selección. Nagelsmann ya lo dejó claro antes del inicio del torneo. Ni Ter Stegen ni nadie le iba a toser su estatus: «No quiero discutir quién será el portero. Manuel Neuer es y será nuestro titular. No dejaré que surja ninguna polémica, aunque todos intenten iniciar una».
El portero, de 38 años, fue decisivo ante Dinamarca con una excepcional parada a Hojlund justo antes de que Oliver pitada el descanso. Un mano a mano que sostuvo el empate a cero al descanso y evitó una segunda parte a cara de perro los alemanes. Paradas de valor gol.
Porque la anfitriona lo pasa mal cuando el marcador se le pone en contra. Quedó comprobado ante Suiza. Si el resultado no es favorable para los teutones, y delante tiene un equipo que se instala en el bloque bajo y sale a la contra, Alemania sufre. Le cuesta correr hacia atrás y en el centro del campo Kroos, Andrich y Gundogan no son futbolistas que se manejen en su mejor nivel cuando tienen que ponerse el mono de trabajo en las transiciones del rival. Letal al espacio y en el juego aéreo, Rudiger en modo MVP, una tercera juventud de Neuer, pero vulnerable en las transiciones. Así es la Alemania que se ha metido en cuartos de final y será el rival de España el próximo viernes a las seis de la tarde.
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