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República Checa - Inglaterra | Eurocopa 2020-2021 Grupo D Jornada 3

Sterling otorga una peligrosa recompensa a Inglaterra

Un gol del extremo permite sellar el pase como primeros de grupo a los 'Three Lions', que se citarán en octavos con el segundo clasificado del 'grupo de la muerte'

Óscar Bellot

Madrid

Martes, 22 de junio 2021, 00:13

Inglaterra le arrebató el primer puesto del grupo D a la República Checa imponiéndose al combinado centroeuropeo en el cierre de la primera fase. Un premio que puede convertirse en un regalo envenenado teniendo en cuenta que los 'Three Lions' se emparejarán en octavos con el segundo clasificado del F, más conocido como 'el de la muerte' por el tremendo poderío de sus integrantes. Francia, Alemania o Portugal podrían cruzarse en el camino de la soldadesca de Gareth Southgate, que si bien tendrá el respaldo de su fervorosa parroquia en el templo de Wembley, habrá de fajarse el próximo martes con una de esas adversarias a las que nadie querría ver ni en pintura, a menos que Hungría dé la campanada el miércoles ante la 'Mannschaft' y las 'Quinas' de Cristiano Ronaldo no sumen frente a 'les bleus'. Por su parte los checos, primeros al comienzo de la última jornada, cayeron a la tercera posición por el triunfo de Croacia sobre Escocia. Estarán en la primera ronda de eliminatorias entre los mejores terceros, pero con un enfrentamiento a priori desfavorable.

República Checa

Vaclík, Coufal, Kalas, Celutska, Boril, Holes (Vydra, min. 84), Soucek, Masopust (Hlozek, min. 64), Darida (Kral, min. 64), Jantko (Sevcik, min. 46) y Schick (Pekhart, min. 76).

0

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1

Inglaterra

Pickford, Walker, Stones (Mings, min. 79), Maguire, Shaw, Rice (Jordan Henderson, min. 46), Phillips, Saka (Sancho, min. 84), Grealish (Bellingham, min. 67), Sterling (Rashford, min. 67) y Kane.

  • Gol: 0-1: min. 12, Sterling.

  • Árbitro: Artur Dias (Portugal). Mostró amarilla a Boril.

  • Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo D, disputado en Wembley.

La República Checa replicó el once que empató con Croacia en la jornada anterior, mientras Gareth Southgate sacudió el bloque inglés ya que, al margen de otras cuestiones de carácter técnico, no podía contar con Chilwell ni con Mount, aislados por contacto estrecho con el escocés Billy Gilmour, quien dio positivo por coronavirus el lunes. Vencieron sin demasiados alardes pero tampoco disiparon las dudas que vienen sembrando desde que comenzó el torneo.

Cierto es que la salida de los 'Pross' recordó a su eléctrico estreno contra Croacia. Nada que ver con la plomiza propuesta que le hizo estrellarse ante Escocia. Sin dar tiempo a que los checos calibrasen fuerzas, ya rozaron el descorche. Shaw avizoró el desmarque de Sterling y le puso un centro medido que el del Manchester City domó para vencer la salida de Vaclík con una atrevida picadita. Lástima que el remate se estrellase contra el palo porque habría sido uno de los grandes goles del campeonato. El extremo se resarció enseguida conectando a la red un cabezazo a centro de Grealish al segundo palo. Había abogado Wayne Rooney por la entrada del centrocampista del Aston Villa para engrasar la ofensiva de los 'Three Lions' y este se encargó de validar la opinión del excapitán inglés asistiendo al pequeño atacante de origen jamaicano, ducho en una suerte a la que es poco asiduo con su 1,70 de estatura.

Bien posicionado, autoritario en el centro del campo y con dinamismo en ataque, el combinado británico sometía a una Chequia que bastante tenía con achicar agua. Kane estuvo a un tris de romper su sequía, pero emergió Vaclík para cerrarle el paso. Pickford, testigo privilegiado del gran arranque de sus compañeros, no quería ser menos y se sumó a la empresa con una estupenda respuesta a un latigazo de Holes que recordó que la 'Národní tým' tampoco se conformaba con ser una convidada de piedra. La embestida del pivote del Slavia de Praga espoleó a la selección centroeuropea, que poco a poco fue sacudiéndose el dominio de su adversaria y acarició el empate en un golpeo de Soucek que se fue fuera por un palmo.

El atractivo primer tiempo dejó paso a una segunda parte mucho menos revolucionada en la que los contendientes se dedicaron a contemporizar. No en vano ambas selecciones estaban clasificadas y les convenía ir guardando fuerzas para las curvas que se avecinan. Los pupilos de Jaroslav Silhavy, superados de entrada, lograron reducir la brecha en el juego, que no en el marcador, mientras el grupo de Southgate se conformó con administrar la ventaja sin sufrir demasiados apuros. Ya habrá tiempo para sofocos el próximo martes.

No es nada nuevo, ya que salvo en su Mundial de 1966 las expectativas de Inglaterra superan la realidad, pero el combinado de Gareth Southgate afronta con cierta presión su último partido de la fase de grupos tras las feroces críticas recibidas después del empate ... ante la vecina Escocia. Reproches todavía más acentuados a la figura de Harry Kane, acusado de estar más pendiente de su futuro y sin pegada alguna en los dos primeros duelos de los 'Tres Leones'.

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