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Francisco J. Moya
Viernes, 2 de julio 2021, 00:10
La temporada 2020-21, la que toda la vida recordaremos por culpa de la pandemia del coronavirus, acabó con un incremento del 12% en la cifra total de lesionados. El 73% de los jugadores de las cinco grandes ligas europeas (España, Italia, Inglaterra, Alemania ... y Francia) se perdieron algún partido con su equipo por una dolencia física o tras dar positivo por covid en un test. Acabaron los torneos domésticos y llegó la Eurocopa que nadie se quiere perder. Pero la plaga no cesa.
En lo que llevamos de Euro ya han caído 64 futbolistas, una media de 1,45 por partido. 26 lesiones han sido musculares, 21 han resultado de carácter óseo y otras ocho fueron por motivos de distinta índole, incluyendo el infarto sufrido por el centrocampista danés Christian Eriksen en el debut de su selección contra Finlandia en Copenhague. Además, hubo nueve positivos por coronavirus, uno de ellos el del capitán español Sergio Busquets. Por selecciones, las más afectadas han sido Francia, con ocho lesiones, y Bélgica, que ha tenido siete.
Los galos, grandes favoritos antes de que la pelota echara a rodar, ya están eliminados, pero los belgas afrontan el duelo de cuartos de final de este viernes ante Italia con las dudas de Eden Hazard, Kevin de Bruyne y Jason Denayer. Los tres llegaron al torneo tras varios meses de problemas físicos en sus respectivos clubes. Y ahí siguen, enredados en su propio laberinto de dudas.
Hay otros que lo tienen peor. Es el caso del delantero ucraniano Artem Besedin, quien sufrió una terrible entrada en el partido de octavos de final del martes frente a Suecia. La durísima patada que le dio el sueco Danielson le ha causado un desgarro parcial de los ligamentos cruzados y laterales y, además, le ha dejado la tibia muy dañada. El atacante del Dinamo de Kiev estará seis meses de baja.
Con todo, apenas se han visto entradas violentas en un torneo en el que, por cierto, el VAR está funcionando mucho mejor que en las ligas nacionales. Los motivos de que haya tantas lesiones son variados, aunque todos los médicos y fisios que trabajan en el fútbol profesional coinciden en que el apretado calendario y la inusual carga de partidos que vinieron tras los meses de confinamiento son aspectos a tener muy en cuenta.
Además, cuando el verano pasado concluyó el año futbolístico, el tiempo de distancia entre el término de la vieja temporada y el inicio de la nueva fue muy corto. Los cuerpos técnicos sabían que estaban ante un problema mayor, pero poco podían hacer para solucionarlo. No había remedio posible. La pretemporada fue testimonial y los futbolistas fueron subiendo, casi en fila india, a las camillas de las enfermerías de las ciudades deportivas de los clubes. La mayor parte de las lesiones están siendo musculares y los isquiotibiales son los más afectados.
Virgil van Dijk, Sergio Agüero, Joe Gomez, Diogo Jota, Sergio Ramos, Ansu Fati, Philippe Coutinho, Karim Benzema, Kai Havertz, Eden Hazard o Kevin de Bruyne cayeron a lo largo del curso. La fatiga castigó especialmente a los que pasaron el virus y volvieron a competir sin acumular antes una mínima carga física en los entrenamientos. Eran meses de contagios disparados en todo el Viejo Continente. Y en esta Eurocopa, con el cuentakilómetros de los futbolistas a punto de estallar, los problemas persisten.
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